LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.
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ev ita n con sólo toma r la decisión de escuchar y obedecer la Palabra de Dios. U n a v e z q u e h a s t o m a d o e s a decisión, no tienes que perder el tiempo adivinando, por ejemplo, cuando estás tentado a decir una "mentirita blanca", si será beneficioso o no. Ya has resuelto l a c ue s t ión . L a ment i r a no e s u n a opción en tu vida porque es contraria a la Palabra de Dios. (Lee Éxodo 20:16.) "Pero Gloria, ¿no es legalista?" No; es ser inteligente. Medíta lo por un insta nte. Si dices una mentira tienes que preocuparte de que no te descubra n. Tienes que vivir con el temor de que a lg uien descubra la verdad y ter m i nes avergon za do, o peor. Es una forma miserable de vivir. La gente del mundo vive de esa manera. Conspira n y peca n, pensa ndo que se están haciendo un favor. Pero luego su pecado se vuelve contra ellos y terminan pagando un precio mortal porque, como dice Romanos 6:23: «Porque la paga del pecado es muerte.» Dios no quiere eso en nuestra vida. Él quiere que disfrutemos «la dádiva de Dios [que] es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor.» (versículo 23). La palabra vida proviene del griego original, zoe. Se refiere a "la clase de vida de Dios". ¿Qué es la vida de Dios? No es sólo ir al cielo cuando nos muramos. Es vivir como Dios en el aquí y a hora, a pesar de las circunstancias, y disfrutar «de los días de los cielos sobre la tierra.» (Deuteronomio 11:21). L a Pa la bra de Dios nos en señ a a v iv i r c omo lo h a c e D io s . R enue v a nuest ra s mentes pa ra que, en luga r de seg u i r pensa ndo ca r na l mente (o "como cabezas de chorlito", como dice Ken), aprenda mos a pensa r y actua r como lo hace Dios. «Mis pensamientos no son los pensa mientos de ustedes, ni son sus caminos mis caminos. Así como los cielos son más a ltos que la tier ra , t a mbién m i s ca m i nos y m i s pensa mientos son má s a ltos que los caminos y pensamientos de ustedes.» (Isaías 55:8-9). L os pen sa m ient os y los ca m i nos de Dios f u nciona n . Cua nto má s los e s c uchemos y v iv a mos de a c uer do con ellos, má s celestia l será nuestra vida. Cuanto más abandonemos la vida baja del mundo con toda su agitación, Si n emba r go, l a m a g n it ud de l a BE N DIC IÓN que e x p er i ment a mo s en nuestras vidas, depende de cuánto siga mos el pla n de Dios – y Su pla n ha sido el mismo desde el Ja rdín del Edén. Su plan de bendición nunca ha cambiado. Ahora, al igual que siempre, c omo pueblo de D ios , a nd a mos en la plenitud de todo lo que Él nos ha prov isto a l escucha r y obedecer Su Palabra. En Juan 8, Jesús lo dijo de esta manera: «Si ustedes permanecen en mi palabra, serán verdaderamente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.» (versículos 31-32). Recuerdo cua ndo no era libre. En nuestros pr imeros a ños, después de que Ken y yo naciéra mos de nuevo y fuéramos llenos del Espíritu Santo, no teníamos mucha libertad o victoria en absoluto porque no tenía mos mucha revelación de la Pa labra . Estába mos f i n a n c i e r a m e n t e q u e b r a d o s , e n d e u d a d o s h a s t a l a c o r o n i l l a y nada de lo que hacía mos funcionaba. Sin emba rgo, cua ndo comenza mos a e s c uc h a r l a ver d a d s obr e e l p o der y la integridad de la Pa labra de Dios, hicimos un compromiso que ca mbió todo. Dijimos: "Pondremos la Pa labra de Dios en primer luga r en nuestra s v ida s. Va mos a creerle y ha remos lo que Él diga, ya sea fácil o difícil." En e s e t i e m p o , n o s a b í a m o s m u c h o acerca de la Pa labra cua ndo hicimos e s e c om p r om i s o . Pe r o n o s h e m o s aferrado a ella durante más de 50 años, y ha marcado la diferencia en nuestras vidas. Estoy muy agradecida por la Palabra de Dios. Nada puede equipararla. Nos trae la revelación y el conocimiento d e D i o s . No s m u e s t r a l o q u e n o s pertenece como creyentes. Cuando la mantenemos frente a nuestros ojos, en nuestros oídos y en nuestro cora zón, o c u r r en m i l a g r o s . L le ga l a fe y s e produce una ex plosión de cla ridad y p o der en nue s t r o i nt er ior que no s permite hacer lo que Dios dice y recibir la s bendiciones que son nuestra s en Cristo. L a P a l a b r a d e D i o s t a m b i é n s i m p l i f i c a n u e s t r a s v i d a s . T e sorprendería saber cuántas preguntas se responden y cuántas tentaciones se q u e e s c u c h a r a n dilige nte me nte y actua ra n de acuerdo con Su Pa labra; también les prometió que, si lo hacían, S u s b e n d i c i on e s " v e n d r í a n … y lo s alcanzarían» en sus vidas. La pa labra vendrán sig nif ica en el hebreo origina l: "a lgo inevitable, f ijo, predeterminado." En otras pa labras, Dios lo garantiza: Al escuchar y poner en práctica Su Pa labra siempre hay una victoria a seg urada , liberación y bend ición . Ta mbién ga ra nt i za que, sin Su Pa labra , no la hay. Como les dijo a los israelitas en el versículo 15: « Pero sucederá que si no obedeces a l S eñor t u Dios, g ua rda ndo t odos sus mandamientos y estatutos que te ordeno hoy, vendrán sobre ti todas estas maldiciones y te alcanzarán.» Un m e j o r p a c t o c o n m e j o r e s promesas "Bueno", podrías decir, "eso era bajo el antiguo pacto." E s c i e r t o . Y n o s d e m u e s t r a l o poderosa que es la Pa labra de Dios. I nc lu s o f u ncionó pa r a l a gent e en e l A nt i g uo Te s t a ment o, y e l lo s no t e n í a n l a s v e n t a j a s q u e t e n e m o s c om o c r e y e nt e s d e l Nu e v o P a c t o . Cier ta mente era n el pueblo de Dios, pero, c omo Je s ú s no h a bí a ven ido, estaban espiritua lmente muertos. No podían disfrutar de la comunión íntima con Dios que tenemos nosotros. Aun a sí, a l escucha r y obedecer la Pa labra de Dios, podía n vivir bajo el paraguas de Su bendición. Podían ser protegidos de la maldición y prosperar física y materia lmente. Podía n v iv ir en lo natura l como cabeza y no cola , por encima y no por debajo, y ning ún enemigo podía enfrentarse a ellos. ¡G en i a l ! Si e s c uc h a r y p oner en práctica la Palabra de Dios podía hacer eso por ellos en aquel entonces, piensa lo que puede hacer por nosotros, Su pueblo, hoy en día. Tenemos un pacto mejor, con mejores promesas (Hebreos 8:6). A través del nuevo nacimiento hemos sido hechos nuevas criaturas. Somos la ju s t ici a de Dios en Cr i s t o Jesú s y tenemos la natura leza y el Espíritu de Dios dent ro de nosot ros. Hemos nacido pa ra v iv ir pa ra Él, y ademá s hemos heredado L A BEN DICIÓN de Abraham. 1 4 : LV V C