LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Enero LATAM 2022

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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te emocionarás. "Pero Gloria, no sabes los problemas enormes a los que me enfrento." Ta l vez no, pero sí sé lo sig uiente: Cuando la Palabra es plantada se vuelve má s g ra nde que cua lqu ier problema que cua lqu iera haya ex per i ment a do a l g u n a v e z . C om o d ij o Je s ú s : « E s c o m o u n g r a n o d e m o s t a z a , q u e , cua ndo se siembra en la tier ra , es la más pequeña de todas las semillas que hay en la tierra; sin embargo, después de sembrada , crece y se conv ier te en la más grande de todas las hierbas del jardín y echa grandes ramas, de modo que las aves del cielo pueden hacer nidos y habitar a su sombra» (Marcos 4:31-32, AMPC). E s o s a ñ o s c u a n d o K e n y y o a pr end i mo s p or pr i mer a ve z s obr e e l t e m a , e n c o m p a r a c i ó n c o n l a s i mposibi lidades que en f rentába mos, la Pa labra de Dios rea lmente pa recía pequeña en lo nat u ra l . Pa recía má s pequeña incluso que la s pa labra s de este mundo. No sólo nos enfrentábamos a una montaña de deudas, sino que no t en í a mo s l a ve s t i ment a ne c e s a r i a . No tenía mos una ca sa decente ni un auto decente. Estába mos rodeados de problemas que nos gritaban diciéndonos que no íbamos a salir adelante, que no había solución. P e r o e n m e d i o d e e s e m a r d e p r o b l e m a s , e m p e z a m o s a s e m b r a r la sem i l la de la Pa labra en nuestros cora zones. La rega mos, la cuida mos, l a h a bl a mo s , dep end i mo s de e l l a y seguimos mezclándola con fe. ¡Mira lo que ha pasado! La semilla de la Palabra de Dios ha producido ta nto fr uto que no sólo se satisfacen nuestras propias necesidades, sino que podemos predicar el evangelio a personas de todo el mundo y forma r pa r te de un ministerio que da millones de dóla res pa ra ay uda r a satisfacer las necesidades de otros. Cada m i n ister io que ha nacido en la tierra comenzó con la semilla de la Palabra de Dios que entró en el corazón de una persona, se acrecentó y produjo el reino de Dios como resultado. Así que, sigue pensando en lo bendecido que eres y en la bendición que deseas ser para los demás, y sigue plantando la semilla de la Palabra. Crecerá y terminará manifestando el reino de Dios en tu vida. la Pa labra de Dios en nuestra s vida s. C ont i nu a mos cre ciendo en nue s t r a revelación de el la y todav ía esta mos creciendo en ella hoy en día. ¡ Nu n c a l l e g a r á s a l p u n t o d o n d e pue d a s deja r de c r e c er! Si qu ier e s seguir creciendo, debes seguir haciendo espiritualmente lo que los agricultores hacen en lo natura l. Sa len cada a ño, pla nta n má s semilla s y obtienen una nueva cosecha. Lo hacen una y otra vez, temporada tras temporada. C o m o c r e y e n t e s p o d e m o s h a c e r eso con la Pa labra . Podemos seg u i r s e m br a n d o e n nu e s t r o s c or a z on e s y obtener cosecha tra s cosecha . Pero t a m bién p o demo s e s p er a r m ejor e s r e s u l t a d o s q u e l o s a g r i c u l t o r e s n a t u r a l e s . E l l o s s o l o t i e n e n u n a c a n t i d a d l i m i t a d a d e t i e r r a p a r a cultivar: tal vez 20, 40 o 200 hectáreas. C o m o c r e y e n t e s , n u e s t r o h o m b r e espiritual es ilimitado. No hay vallas en tu espíritu. Puedes sembrar… y sembrar… y dependiendo de lo mucho que plantes de la Pa labra de Dios, así será el tamaño de tu cosecha. ¡Depende de t i! Si qu ieres ser u n gigante espiritual, vuélvete ese hombre que deposita la Palabra en su corazón de manera continua y vivirás en una fiesta sin fin. P u e d e q u e a h o r a m i s m o e s t é s empezando a creer para tener comida en la mesa. O puede que estés creyendo en una f lota de aviones pa ra lleva r el evangelio al mundo. Sea como fuere, el proceso de manifestar el reino de Dios e s siempre el m i smo. P ue de s t ener cualquier cosecha que quieras si pones sem i l la en t ier ra . No i mpor t a cu á n grande sea la cosecha que necesites, El Shaddai -el Dios de la abundancia- está a la altura para producirla. Él sabe cómo hacerlo. Sólo está limitado por tu honra hacia Él y Su Palabra. Por supuesto, llevará un tiempo para que la cosecha madure. No suele brotar de la tierra de la noche a la ma ña na . Así que, además de sembrar la Palabra, debes «[retener] la palabra oída, y llevar fruto en paciencia». (Lucas 8:15). Si lo haces y continúas levantándote cada día con fe y acostándote cada noche con fe esperando que tu cosecha surja, aunque no sepas cómo lo hará, uno de estos días obtendrás lo que has estado creyendo, y de revelación que he pla ntado en mi corazón en base al libro de Jeremías en tiempos pasados siguen creciendo en mí y dando fruto hoy. Siguen produciendo cosechas de fidelidad en mi vida. ¡Sin limitaciones! Piensa en qué tipo de cosecha quieres obtener en tu vida. ¿Quieres una mayor cosecha del fruto del espíritu? ¿Quieres una cosecha de sanidad y abundancia financiera? ¿Quieres una gran cosecha de victoria sobre el mundo y el diablo y una gran cosecha de almas para el reino de Dios? E nt on c e s s i g u e pl a nt a n d o e n t u cora zón lo que la Pa labra dice sobre esas cosas. No te rindas sólo porque no ves resultados de inmediato. Continúa en l a Pa l a br a . C omo d ijo Je s ú s en Ma rcos 4:26-29: «El reino de Dios es como cuando un hombre arroja semilla sobre la tierra : ya sea que él duerma o esté despier to, de día y de noche la semilla brota y crece, sin que él sepa cómo. Y es que la tierra da fruto por sí misma: primero sale una hierba, luego la espiga, y después el grano se llena en la espiga; y cua ndo el g ra no madura, enseguida se mete la hoz, porque ya es tiempo de cosechar.» S i s i g ue s e l ejemplo de l hom br e que echa la sem i l la en la t ier ra , los resu lt a dos est á n ga ra nti za dos. A su debido tiempo, habrá resu lt a dos. La Palabra crecerá en tu interior, producirá una cosecha y llegarás a recogerla. " Bueno", pod r ía s deci r, "pla nt é la Pa labra en mi corazón con respecto a algunas cosas en las que estoy creyendo y no ha pasado nada." N o d e j e s q u e e s o t e d e s a n i m e . Cuando Ken y yo nos apoderamos por pr i mer a vez de l a Pa l a br a de D io s acerca de la prosperidad, tuvimos que poner mucha semilla en la tierra antes de que empezáramos a tener equilibrio financiero. Tuvimos que repasar una y otra vez las escrituras que decían que la bendición nos pertenece y que hemos sido redimidos de la ma ldición. Nos tomó 11 meses de siembra de la Palabra tan solo para salir de los números rojos y llegar a los negros. Pero, alabado sea Dios, lo conseguimos, y luego seguimos sembrando. Conti nua mos dá ndole autor idad a LV V C : 1 5

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