LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Enero LATAM 2022

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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6 : LV V C «De cier to, de cier to les digo: El que cree en mí, hará también las obras que yo hago; y aún mayores obras hará, porque yo voy al Padre». Esta declaración se parece mucho a lo que dijo Pablo en Efesios 4, ¿no es así? Jesús estaba diciendo que todos nosotros, como creyentes, debemos crecer en Su Unción y hacer Sus obras sobrenaturales. ¿Cómo lograrlo? Puedo decirte lo sig uiente: No sucederá si actuamos como llaneros solitarios. No sucederá mientras cada uno de nosotros siga haciendo lo suyo de manera individual. Va a suceder cuando nos unamos en Cristo. Porque como dice Efesios 4:16: «de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.» Problemas articulares Ese versículo nos revela una verdad vita l: El Cuerpo de Cristo está unido por Jesús, pero se mantiene unido por lo que las coyunturas proveen. ¿Qué es una coyuntura o articulación? Es el lugar donde se unen entre sí las partes del cuerpo para que puedan funcionar en conjunto. Una de las razones por las que el Cuerpo de Cristo le ha llevado tiempo pa ra crecer por completo en la Unción de Jesús, es que hemos tenido problema s a r ticu la res. Dema siados c r e y ent e s h a n de s c u id a do pr e g u nt a rle a Dios a quién se supone que deban conectarse para llevar a cabo la obra. No se han unido a ministros ni ministerios que Dios ha diseñado como sus conexiones, y por lo tanto ellos (y todos los demás) se están perdiendo la unción que su unión o coyuntura está destinada a suministrar. P o r e j e m p l o , s i e m p r e m e a l e g r a r á n o haberme perdido el suministro que ha venido de la conexión entre Jerry Savelle y yo. Todavía recuerdo el día en que el SEÑOR me dijo: "Jerry vendrá y te dirá que ha decidido dedica rse de tiempo completo a l ministerio." Yo pensé: ¡Bueno, eso es maravilloso! Todavía no sabía todo lo que el SEÑOR tenía en mente pa ra nosotros. Pero sabía que había algo especial en mi corazón sobre el ministerio de Jerry. Jer r y y yo hemos con for mado un equipo ministerial por más de 50 años, y ha sido una BENDICIÓN tanto para nosotros como para el Cuerpo de Cristo. Cuando Dios nos conectó, unió la unción que hay en Jerry con la unción que hay en mí y creó algo que en el ámbito de la ciencia se conoce como sinergia. En la nat ura leza , cua ndo dos bueyes son unidos a un a rado, se crea una sinerg ia que permite que esos dos bueyes tiren con la fuerza de tres. No sé cómo funciona en teoría, pero lo hace en la práctica. Se ha demostrado científicamente. En el espíritu, cuando el pueblo de Dios se une para hacer el trabajo del reino, el principio de sinergia entra en acción aún con mayor poder. Como dice Dios en Levítico 26:8, «Bastarán cinco de ustedes para poner en fuga a cien; un centenar de ustedes pondrá en fuga a diez mil.» ¡Ese es el poder de la colaboración bíblica! De sc ubr í e s t e poder por pr i mer a vez en 1 9 6 6 c u a n d o t r a b a j a b a p a r a e l h e r m a n o Ora l Roberts. Formaba parte de su equipo de transporte ministeria l, y me habían asignado para llevarlo a la primera de sus reuniones de colaboradore en las que estuve presente. A llí lo escuché predicar de Filipenses acerca de los creyentes que colaboraron con el Apóstol Pablo. A través de sus oraciones y ofrendas, los filipenses habían entrado en colaboración con Pablo en el evangelio, y éste les dijo: «Como me es justo sentir esto de todos vosotros, por cuanto os tengo en el corazón; y en mis prisiones, y en la defensa y confirmación del evangelio, sois todos vosotros compañeros de mi gracia.» (Filipenses 1:7, RVA). ¡Guau! La gracia es el poder y el suministro sobrenatural de Dios. Incluye la unción que está sobre una persona y LA BENDICIÓN en la que se mueve. Los colaboradores de Pablo en Filipos sabían muy bien el poder de la unción y la BENDICIÓN que había en Pablo. Su iglesia fue el resultado de esa revela ción . Comen zó cua ndo Pablo y Silas estaban encadenados en la prisión local y, mientras alababan a Dios y oraban, la unción sobre ellos se hizo tan fuerte que causó un terremoto. Todas las cadenas de los prisioneros se cayeron, las puertas de la prisión se abrieron de golpe, y el carcelero empezó a gritar y preguntar cómo ser salvo. Pablo le respondió, y nació de nuevo. Los historiadores creen que ese carcelero se convirtió en el pastor de la iglesia de Filipo. Así que, sin duda, toda la congregación recordaba e s e i ncident e . C omprend ier on que c u a ndo Pablo se refería a la gracia que había sobre él pa ra la defensa y conf irmación del eva ngelio, estaba hablando de señales y prodigios. ¿Puedes ima g ina r lo emocionados que debieron esta r lo s f i l ip en s e s a l e s c uch a r que , a c a u s a de su colaboración con Pablo en el m i n ister io, la unción que reposaba sobre él estaba a hora también sobre ellos? Yo sí puedo, porque recuerdo la emoción que sentí en la reunión ese día cua ndo descubr í que, al colaborar con el ministerio del hermano R ob er t s , p o d í a s er pa r t ícip e de s u g r a ci a . Deseaba ta nto ser su colaborador ese día que no podía contenerme. Pero no tenía ning una semilla financiera para sembrar. M i pr i mera i ncl i n a ción f ue a r ra nca r u n botón de mi camisa y ponerlo en la ofrenda. Sin

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