LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Febrero LATAM 2022

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

Issue link: http://read.uberflip.com/i/1446024

Contents of this Issue

Navigation

Page 14 of 15

que sa quemos l a ba s u r a mu nd a n a l de nuestras vidas y vivamos como los tesoros especiales de Dios. «¿qué tiene en común la justicia con la injusticia?... ¡Ustedes son el templo del Dios viviente! Ya Dios lo ha dicho: «Habitaré y andaré entre ellos, y yo seré su Dios y ellos será n mi pueblo.» Por lo ta nto, el Señor dice: «Sa lga n de en medio de ellos, y apártense; y no toquen lo inmundo; y yo los recibiré. Y seré un Padre para ustedes, y ustedes serán mis hijos y mis hijas.» Lo ha dicho el Señor Todopoderoso.» (2 Corintios 6:14-18). La gloria de Dios y el pecado no se mezcla n en nuestro tiempo a l ig ua l que en los días de Ananías y Safira. Así que, si has dejado que el pecado se cuele en tu vida, sáca lo. Despeja el ca mino pa ra que el poder y la bend ición de Dios operen a toda marcha en tu vida. E scuch a d i l i gent ement e la Pa la bra de Dios, y en el momento en que te des cuenta de que tu vida no está alineada con ella en algún área, haz los ajustes ne c e sa r ios . En el moment o en que descubra s u n á rea que no le h ay a s rendido a Dios, tan solo ríndesela. Más impor ta nte aún: aseg úrate de que estás andando en amor. No puedes desconecta r t u a nda r en a mor de la manifestación de la bendición de Dios en tu vida, porque el amor es nuestro mandamiento del Nuevo Testamento. Si e s t á s or a ndo por l a s f i n a n z a s y Dios te dice: "Perdona a la tía Sof ia", y t e n i e g a s a h a c e r l o , t u o r a c i ó n queda rá sin respuesta . Podrá s hacer confesiones de fe hasta que tu lengua quede a nestesiada, pero, sin el a mor, tu fe no funciona rá . No obtendrá s la manifestación. P o r e l c o n t r a r i o , s i a n d a s e n a m o r h a c i a D i o s y e l p r ó j i m o , t u f e f u n c i o n a r á . O b t e n d r á s t u m a n i f e s t a c i ó n . S e h a r á r e a l i d a d . Sucederá. Si dejas que Dios sea Dios en tu vida, Él será un Padre para ti. La pa labra hebrea traducida como pa dre es E l S ha d d ai. El Sha dda i se refiere a Aquel que es todo para ti. El que te cuida. El que hace milagros por ti y se muestra en tu vida con Su poder y gloria . El Dios de la ma nifestación que te eleva por encima de toda s la s naciones de la tierra y te trata como Su especial tesoro. Deja que Dios sea Dios en tu vida y Él será todo eso para ti, ¡y más! cit a r te la s Escr it u ra s. No, t ú debes tomar la iniciativa. Debes escucharlo b u s c á n d o l o e n l a P a l a b r a y e n l a oración. E s p o r e s o q u e l o s c r i s t i a n o s p e r e z o s o s n o p u e d e n c a m i n a r e n la bendición y la gloria de Dios. Pa ra escuchar Su voz y hacer lo que Él dice, debemos pa sa r tiempo en Su Libro, descubriendo lo que hay en él. Debemos pasar tiempo callando y escuchándolo. Aquí es donde entra la diligencia. Se requiere de diligencia para mantener a Dios y a Su Pa labra en primer lugar en nues t ra ocupa d a v id a y a gend a . Se requiere un esfuerzo intenso para m a n t e n e r n o s e n S u b ú s q u e d a e n es t e mu ndo a loca do y pat a s a r r iba porque el mu ndo se d i r i ge rápida y decididamente en la dirección opuesta. Pareciera que la gente del mundo está t rat a ndo de l lega r a l i n f ier no lo má s rápido posible. A sí que, si queremos ex per i ment a r « los d í a s de los cielos sobre la tierra.» (Deuteronomio 11:21), debemos separarnos de los caminos del mundo. Debemos hacer espiritualmente lo que Dios les dijo a los israelitas que hicieran en lo natural en Éxodo 19. Cua ndo quiso ma n ifesta rse entre ellos, le dijo a Moisés: «Ve al pueblo, y sa ntifíca los hoy y ma ña na, y haz que laven sus vestidos y se preparen para el tercer día, porque al tercer día yo, el Señor, descenderé sobre el monte Sinaí, a la vista de todo el pueblo.» (versículos 10 -11). Dios quería que los israelita s es t uv iera n prepa ra dos pa ra que É l viniera en medio de ellos. Quería que se separaran de todo lo que era impío para que la manifestación de Su santa gloria no los destruyera. "Pero la razón por la que los israelitas habrían sido destruidos por la gloria de Dios era porque vivían en los tiempos del Antiguo Pacto", podrías decir. N o e s t o y m u y s e g u r a d e e s o . A na n ía s y Sa f i ra v iv ía n en tiempos del Nuevo Pacto, y su ig lesia estaba t a n l len a de l a g lor i a de D io s q ue cayeron muertos porque le mintieron a l E s p í r i t u S a n t o y s e n e g a r o n a a r rep ent i r s e . ¡ E s o no s uc e der í a en la mayoría de las iglesias hoy en día! Hoy en día la gente puede mentir en la iglesia y sobrevivir sin problemas. Una sana advertencia: si realmente quer emo s que D io s m a n i f ie s t e S u gloria en nuestros servicios, ¡más vale que estemos bien con Él! Será mejor i n ic i a l m ent e le d ijo q ue no p o d í a hacerlo porque no tenía la habilidad. «Yo nu nca he sido hombre de fá ci l pa labra », le a rg umentó. «Es que soy muy lento para hablar, y mi lengua es muy torpe.» (Éxodo 4:10). Sin embargo, su a rg u ment o no convenció a Dios. Dios simplemente le respondió: « A sí que anda ya, que yo estaré con tu boca y te enseñaré lo que tengas que decir.» (versículo 12). C u a n d o D i o s e s t á c o n t i g o , ¡ n o importa quién seas! Si le obedeces, Él puede lleva r te a cua lquier luga r que Él quiera que vayas y capacitarte para hacer cualquier cosa que Él quiera que hagas. Ora l R ober t s f ue u no de los m á s grandes conferencistas que el mundo haya conocido, pero, cua ndo Dios lo llamó a predicar cuando era un joven moribundo, ni siquiera podía habla r. T a r t a m u d e a b a m i s e r a b l e m e n t e . A l i g u a l que Moi s é s , p o d r í a h a b er argumentado que era lento para hablar y nega rse a entra r en el m inister io. Pero no lo hizo. Escuchó la voz de Dios y obedeció, y millones de personas fueron bendecidas como resultado. Si le decimos que sí a Dios y hacemos lo que podemos hacer, Dios hará lo que no podemos hacer. Si hacemos nuestra parte y le obedecemos, Él ciertamente hará Su parte. Pero Él no nos obligará a obedecerlo. Por ejemplo, É l no t e obl i ga r á a diezmar. Él te dirá que el diezmo abre las ventanas del cielo para que Él pueda «a br i r l a s vent a n a s de los cielos y vaciaré sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde» (Ma laquía s 3:10). Pero t ú t ienes que decid i r : ¿Q uie ro a ct u ar según l o qu e D ios dijo y se r bendecido financieramente... o no? La respuesta no depende de Dios. Él no decide si las venta nas del cielo se abren o no sobre tu vida. Tú lo haces. Fina nciera mente, como en cua lquier o t r a á r e a d e l a v i d a , a s í e s c om o funciona el sistema de Dios: Él te da Su Pa labra , y si eliges escucha rlo y obedecerlo, eres bendecido. Deja el control remoto y toma tu Biblia Cua ndo me ref iero a que Dios t e da rá Su Pa labra , no es t oy d iciendo que Él vendrá mientras estás viendo l a t e le v i sión , t e qu it a r á e l c ont r ol r emot o de l a m a no y c omen z a r á a LV V C : 1 5

Articles in this issue

Archives of this issue

view archives of LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Edición Febrero LATAM 2022