LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Abril LATAM 2022

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

Issue link: http://read.uberflip.com/i/1464696

Contents of this Issue

Navigation

Page 13 of 15

siquiera entendía." En los a ños subsig uientes, Kenneth se da ría cuenta de que las palabras de esos versículos que le habían hecho memorizar tenían poder, ¡el poder de Dios! Llegaría a entenderlos y descubriría que eran verdaderos. Y aprendería que cuando mezclas la fe con las palabras de Dios, éstas pueden cambiar tu vida, tus circunstancias o cualquier otra cosa que necesite ser cambiada. Ya han pasado más de 55 años desde que Kenneth se paró en el lecho seco del río Arkansas y recibió el llamado de Dios al ministerio. Y este año se cumplen 55 a ños desde la f undación de los Ministerios Kenneth Copela nd, a través del cua l Kenneth y Gloria Copeland han podido obedecer la comisión de Dios de predicar la incorruptible Palabra de Dios desde la cima mas alta al valle mas profundo y en los confines de la Tierra. Pero nada de esto sería imaginable previo a aquel día en que Kenneth Copeland se parara en el porche de una pequeña casa de A rka nsas y le pidiera a Gloria Neece, de 19 años, que se convirtiera en su esposa. Este mes, cuando Kenneth y Gloria celebran su sexagésimo aniversario de bodas, también celebran el cambio que Dios les trajo a través de Su Palabra. Celebran esos momentos en los que Dios, hace años, les revelara Su amor por ellos y en que cada uno lo recibiera en su corazón. Celebran la transformación que Dios ha hecho en sus vidas y LA BENDICIÓN que ha acompañado cada paso que han dado en su andar de fe. Desde el día en que Kenneth y Gloria se casaron, eso es exacta mente lo que ha n sido sus v ida s: un verdadero recorrido de fe que ha requerido compromiso y conf ia nza en Dios en cada pa so del camino. Ha sido un viaje tan real como el que emprendieron los israelitas desde Egipto hasta su Tierra Prometida. H o y, c a d a m i e m b r o d e l p e r s o n a l d e l o s Ministerios Kenneth Copeland, honra a nuestros líderes por su f idelidad matrimonia l, y hacia la obra a la que Dios los ha llamado. Ellos han sido firmes e inamovibles, nunca comprometieron lo que creían y nunca abandonaron su fe. Han superado las pruebas del tiempo y de la vida, atreviéndose a creer en Dios y a seguirle por fe. Como resultado de vivir sus vidas sobre la integridad y la autoridad de la Palabra de Dios, millones de vidas han sido tocadas y cambiadas. Verdaderamente, sus vidas han sido, y continúan siendo, un viaje de descubrimiento… un viaje de destino… ¡un viaje de fe! Los siguientes son relatos personales de Kenneth y Gloria sobre cómo se conocieron, su breve noviazgo y, posteriormente, su matrimonio. "Cuando Ken y yo nos casamos, comenzamos un viaje que nos llevó a ambos a la Luz del mundo." —Gloria Era tan exigente con los chicos con los que salía en la universidad que las chicas de mi dormitorio solían burlarse de mí. Los jóvenes eran bastante simpáticos, pero no me gustaba ninguno en especial. En un fin de semana concreto, tenía una cita para ir a un partido de la Universidad de Arkansas en Little Rock. Mis padres tenían que asistir a una función en esa ciudad, así que se reunieron conmigo allí para pasar el fin de semana. Esa noche fui al partido y ellos se fueron a su fiesta. A la mañana siguiente, papá me dijo: "Quiero que conozcas a alguien. Es parte de la farándula, ha tenido un disco de oro y es piloto. Anoche fue el alma de la fiesta." No me interesaban los amigos de papá. "No quiero que te cases con él. Sólo quiero que lo conozcas.", le insistió. " L o l lev a remos a l a eropuer t o m a ñ a n a p or la m a ñ a n a", cont i nuó. " Sólo a compá ñ a nos a l aeropuerto." Acepté ir y, a l día siguiente, fuimos a recoger a Ken y a su padre a l penthouse de la compañía de seguros donde se alojaban. Cuando Ken llegó a la puerta, me di cuenta de que había luz a su alrededor, y supuse que estaba de pie frente a una ventana. Mientras todos los demás hablaban, Ken me llevó a la terraza y me mostró la vista de la ciudad. Era muy romántico y se esforzaba por conquistarme. Cuando llegamos a l aeropuerto, Ken nos llevó a todos a dar un paseo en avión, lo que fue todo un acontecimiento para mí. Esa mañana no lo había visto nunca, pero cuando se fue le di una palmadita en la espalda y le hablé como si lo conociera de toda la vida. Después, no pasé mucho tiempo pensando en él, porque estaba ocupada en la universidad y mi agenda era muy apretada. Entonces, unos dos meses después, estaba en casa para pasar el fin de semana y mis padres decidieron ir a Little Rock. Me invitaron a acompañarlos. "No.", les dije. "Prefiero quedarme aquí." Fue a lgo muy ex tra ño. Sabía que el chico que había conocido en Little Rock iba a llamarme ese fin de semana, y quería estar en casa para la llamada. No había recibido ni una palabra de él en dos meses. No tenía motivos para pensar que volvería a hacerlo, pero sabía que me llamaría. Y así fue. Vino y me llevó a nuestra primera cita. Yo era una niña (19 años) y él un hombre maduro de mundo (25 años), pero ¿saben lo que pasó? En el porche de nuestra ca sa , justo a ntes de decirme "Buenas noches", ¡me propuso matrimonio! Lo único más impactante fue cuando me escuché respondiéndole: "Sí." ¿Por qué dije eso?, me pregunté. Ni siquiera conocía a ese tipo. Además, ¡no quería casarme! Bueno, pensé, lidiaré con esto más adelante. Han pasado casi 60 años, ¡y nunca lo he intentado! C u a n d o v o l v í a l a r e s i d e n c i a d e s p u é s d e nuestra primera cita, las chicas se reunieron y me preguntaron: "Bueno, ¿te gustó?" "Sí", les respondí, "me gustó." Estaban asombradas de que hubiera encontrado a 1 4 : LV V C Conocí a Gloria y me enamoré de ella a primera vista.

Articles in this issue

Archives of this issue

view archives of LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Edición Abril LATAM 2022