LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Junio 2022

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

Issue link: http://read.uberflip.com/i/1468679

Contents of this Issue

Navigation

Page 27 of 31

nue s t r a v ieja n at u r a lez a pe c a m i nos a y nos d io « u n cora zón nuevo, y … u n espíritu nuevo». Nos recreó por dentro a Su imagen para que podamos conocerle y tener comunión con Él. Además, envió a Su Espíritu Santo para que habitara en nosotros y nos diera poder para reinar como reyes en la vida (Romanos 5:17). Una oferta sin igual Asimila lo siguiente: Dios no sólo envió un ángel para ayudarte y enseñarte a vivir como un vencedor. ¡Él Mismo vino a vivir en ti! Él puso Su Espíritu en ti para ser tu consejero, ayudante, intercesor, abogado, fortaleza y compañía. ¡A eso le l la mo una ofer ta sin ig ua l! Sata ná s no tiene ning una opor tunidad contra ti. Dios tiene tu victoria tan asegurada que, si la quieres, el diablo y todas sus legiones no pueden quitártela. Están limitados a tratar de alejarte de la luz de la Palabra de Dios para que sigas pensando y operando como el mundo en lugar de vivir conforme tu nueva identidad. E l l o s s a b e n q u e , a u n q u e e r e s u n vencedor nato, no podrás vencer al mundo si te conformas a sus caminos naturales. Aunque hayas nacido de nuevo para vivir la vida elevada de Dios, si continúas pensando los pensamientos del mundo y diciendo lo que el mundo dice, te quedarás atascado en la vida subterránea del mundo. ¡Estoy seg ura que no es lo que deseas! El mundo está bajo la maldición. No tiene espera nza y vive sin Dios (Efesios 2:12). Pretende ofrecer placer, éxito y riquezas, p e r o e n r e a l i d a d t o d o s s u s c a m i n o s conducen a la destrucción. Su gobernante, el diablo, no puede bendecir a nadie porque él mismo está maldito. No tiene nada bueno en él; sólo el mal. Incluso aquellos que lo sirven con lealtad terminan siendo recompensados con nada má s que la muer te, porque la muerte es todo lo que tiene para ofrecer. Pero, como creyente, ¡no estás bajo el dominio del diablo! Estás bajo el señorío de Jesús, y Él vino para que tengas una vida abundante. Habiendo nacido de nuevo de Él, ya no eres del mundo (Juan 17:14). Has sido resucitado y sentado en los cielos con Él para que puedas vivir por encima de la ma ldad terrena l: «Toda s la s cosa s que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos lla mó general triunfante y victorioso es el Señor Jesucristo, y nosotros somos su ejército de victoria. Por supuesto, no pareciera que encajemos de inmediato en tal categoría al instante en que somos salvos. Todos comenzamos nuest ra s v ida s cr ist ia na s como bebés e s pi r it u a le s . Per o, i nc lu s o ent onc e s , tenemos en nuestro interior la sustancia espiritual triunfadora que proviene de Dios. Tenemos Su vida y Su naturaleza divina. Tenemos en nuestro interior el dominio insignia de Dios, porque hemos nacido de Él. Es similar a l momento en que naciste físicamente. Ya en tu infancia, tu cuerpo estaba diseñado pa ra ca mina r. Estabas dotado de todo lo necesario para hacerlo. Sin embargo, todavía no sabías qué hacer con esos dotes. Eras un caminante que aún no había aprendido a caminar. Espiritua lmente, cua ndo empeza mos nuestra vida cristiana es lo mismo. Somos personas victoriosas que todavía no hemos crecido ni madurado. Somos vencedores natos que no han aprendido a vencer. ¿Nacidos para vencer qué cosa? Como vimos en 1 Juan 5:4, hemos nacido para vencer al mundo. En ese versículo, el mundo representa todo lo que está bajo la influencia del diablo en la tierra. Se refiere al sistema mundial caído que él ha establecido terrenalmente y a la línea de pensamiento que lo sustenta. Abarca la tota lidad del ma l en el mundo y la destrucción que resulta del mismo, incluyendo su fuente, el diablo, quién es «el dios de este mundo» (2 Corintios 4:4, LBLA). Vaya, podría s pensa r. Es mucho para superar. Es cierto. Pero, como creyente, puedes hacerlo porque Jesús ya ha hecho la parte rea lmente difícil por nosotros. A través de Su vida, muer te y resurrección hace 2.000 a ños, Él conquistó el pecado, el mundo y todo lo que éste contiene. Derrotó totalmente a Satanás y a todos sus secuaces; «Desa r mó a demá s a los poderes y la s potestades, y los exhibió públicamente al triunfar sobre ellos en la cruz.» (Colosenses 2:15). Luego le dio a todos los que creen en Él el derecho a usar Su nombre, haciéndonos coherederos de Su victoria. Como si eso fuera poco, nos proporcionó todo lo que necesitamos para manifestar esa victoria. Cu mpliendo en nosotros la promesa que Dios hizo en Ezequiel 36:26, nos quitó 2 8 : LV V C

Articles in this issue

Archives of this issue

view archives of LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Edición Junio 2022