LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.
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LV V C : 9 Joe Bird, jefe de la nación Cherokee, les dio la bienvenida a Kenneth y a Gloria, diciendo: "Nosotros escribimos una carta. Y en menos de cuatro días nos respondieron. El señor Copeland dijo que era un sueño de toda su vida venir y compartir con su pueblo". Y prosiguió: "Cuando tienes fe y tienes tantas personas trabajando juntas por una causa común, entonces cualquier cosa puede suceder". Kenneth estaba listo para comenzar esa tarde, y oró por la gente de la nación Cherokee: Padre, me has honrado al ser mi SEÑOR y mi Salvador. Nos has honrado a Gloria y a mí al respondernos cada oración que hemos orado a través de los años. Y hoy, nos honras al permitirnos estar en este lugar. Y nosotros te honramos a ti. Esta noche, exaltamos tu nombre, en el Nombre de Jesús. Por primera vez, puedo orar públicamente en esta tierra santa por la nación Cherokee y su fortaleza, su liderazgo y su lugar en el plan de Dios por la redención de la humanidad; su infl uencia, su fortaleza y su poder para infl uenciar a la gente alrededor del mundo. Frecuentemente decía: "Cuando llegue el momento, iré. No me importa si tenemos planeado algo más. Sin importar en donde esté o lo que esté haciendo, cuando mi gente me invite, iré." Ese día llegó nalmente en 1999, cuando Kenneth recibió un sobre en el correo con el gran sello de la nación Cherokee en la esquina superior izquierda. Él ni siquiera abrió la carta—tan solo se quedó allí parado, llorando de emoción. En mi corazón sabía: Esta es la carta. ¡Gloria a Dios! Cinco meses después, el sábado 15 de mayo, Kenneth y Gloria subían a la tarima en una hermosa tarde en Tahlequah, Oklahoma, en la silla del gobierno de la nación Cherokee. Kenneth dijo: "¡Estoy viviendo mi sueño!" Nosotros te damos alabanza y honra por ello. Y oramos por los pueblos indígenas en este país, y en el Nombre de Jesús con valentía confesamos que Jesús es el SEÑOR para la gloria de Dios Padre. Esa noche estuvo llena de música mientras el coro cantaba himnos y lideraba canciones de alabanza. Kenneth predicó acerca del pacto de sangre que Dios hizo con la gente en la Tierra a través de Jesucristo, un mensaje que fue recibido por la gente cuya historia está profundamente enraizada en pactos. Esa noche, diecinueve personas hicieron a Jesús el Señor de su vida, 32 oraron para recibir el Bautismo del Espíritu Santo, y muchos más salieron de allí renovados y cambiados por siempre, gracias al mensaje que escucharon. Kenneth se presentó ante su pueblo y declaró en oración sobre las familias, el jefe, el consejo y los ancianos de la nación, que la sabiduría de Dios y el conocimiento de Dios y todo entendimiento espiritual, conducirían y guiarían a la nación a su mejor momento. Mientras la tarde de sus sueños llegaba a su n, las últimas palabras de Kenneth resumieron el día: "Me voy de este lugar mejor que cuando llegué. ¡Más bendecido que nunca, para la gloria de Dios, el Padre! Que alguien diga: ¡Amén!" MOMENTO HISTÓRICO: 1999 Durante sus 55 años de ministerio, Kenneth y Gloria nunca le han pedido a ninguna persona que los deje predicar en ningún lugar. Ellos se lo prometieron al Señor en sus comienzos y han sido fi eles a esa promesa. Sin embargo, a través de los años, Kenneth (que tiene algo de sangre Cherokee), siempre tuvo el deseo de predicarle algún día a sus ancestros. Su corazón siempre ha estado con ellos desde que era un niño. ¡ ESTOY VIVIENDO MI SUEÑO! Kenneth Copeland predicando ante la nación Cherokee, el 15 de mayo de 1999.