LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Julio LATAM 2022

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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4 : LV V C por Kenneth Copeland Estamos esperando que Él se apresure a suplir una necesidad en particular cuando Él está esperando que tomemos por fe lo que Él ya nos ha suplido. ¿Qué es lo que ya nos ha suplido? Segunda de Pedro 1:3 dice: «Todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder.» La versión Nueva Traducción Viviente dice: «Mediante su divino poder, Dios nos ha dado todo lo que necesitamos para llevar una vida de rectitud». Esa declaración abarca la totalidad del espectro. No deja nada por fuera. Así que nunca tenemos que preocuparnos de que Dios nos deje con carencias. Él nos ha provisto por adelantado todo lo que podríamos necesitar. "No sé si sea tan así, hermano Copeland", podrías decir. "Me parece que hay algunas cosas en la vida que todavía me faltan. Si Dios ya me las ha dado, con seguridad no sé dónde están." Lee de nuevo 2 Pedro 1 y lo descubrirás. Dice que las cosas que Dios nos ha dado vienen «mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia. Por medio de ellas nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas ustedes lleguen a ser partícipes de la naturaleza divina » (versículos 3-4, énfasis del autor). En otras palabras, ¡«todas las cosas» que Dios te ha provisto están en las páginas de tu Biblia! Te están espera ndo en esa s g ra ndes y preciosa s promesa s escritas en la PALABRA de Dios. Podrías pensar que tener una promesa sobre algo no es lo mismo que tener la cosa en sí misma, y eso es cier to si la persona que lo prometió no tiene la integridad o la capacidad de respa ldar su pa labra. Pero Dios tiene ambas cosas. A diferencia de los seres humanos, Él no miente ni cambia de opinión. Todo lo que dice, lo cumple, ¡sin excepción! Cada promesa que hace, la cumple. (Lee Números 23:19.) Esa es la razón por la que cada uno de nosotros, cuando recibimos a Jesús como nuestro SEÑOR y Sa lva dor, ¡na ci mos de nuevo! Dios promet ió en Roma nos 10:9 que, si creía mos en Él en nuestro corazón y lo confesábamos con nuestra boca, seríamos salvos. En el instante en que creímos y actuamos en esa promesa, Dios la cumplió, y experimentamos el milagro más fenomenal de todos. Nos conver timos en «una nueva creación» por dentro. Fuimos librados del reino de las tinieblas y tra sladados a l rei no del Hijo del A mor de Dios. Nuestros pecados fueron lavados, y fuimos hechos la justicia de Dios en Cristo Jesús. (Ver 2 Corintios 5:17, 21). Promesas de oración CON DEMASIADA FRECUENCIA, COMO CREYENTES, PENSAMOS QUE ESTAMOS ESPERANDO A DIOS CUANDO, EN REALIDAD, ÉL NOS ESTÁ ESPERANDO A NOSOTROS. PENSAMOS QUE ESTAMOS ESPERANDO QUE ÉL RESPONDA A NUESTRAS ORACIONES CUANDO ÉL ESTÁ ESPERANDO QUE NOS DEMOS CUENTA DE QUE YA LO HA HECHO.

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