4 : LV V C
por Melanie Hemry
Cuando Dan tenía 13 años, la tía Janice
había inv itado a dos pr imos y a Da n a
visitar una casa encantada de Halloween,
patrocinada por una iglesia bautista. Dan
recordaba el camino de tierra, oscuro y lleno
de baches, y el autobús en el que viajaron, el
cual sufrió una avería en medio de la nada.
También recordaba los faroles luminosos
que él y los demás visualizaron en un bosque
cerca no, ser pentea ndo en la oscuridad,
mientras las luces se acercaban lentamente
hacia ellos.
Momentos más tarde, los 30 a 40 niños
del autobús turístico fueron conducidos
apresuradamente a una casa "encantada"
cercana donde, una vez dentro, el suelo sobre
el que se encontraban cedió, y cayeron a un
"cementerio".
F ue u na ex per iencia espelu zna nte y
aterradora, admite Dan.
Después, el pastor miró sus rostros llenos
de miedo.
"Sé que fue bastante aterrador", comenzó.
"Pero no es nada comparado con el infierno.
El infierno es mil veces peor. ¿Cuántos de
ustedes quieren pasar por a lgo mil veces
peor que esto?"
Ninguno.
Cualquier
cosa
mortal
Dan Staudacher estaba sentado en la camilla de una
clínica médica, al tiempo que temblaba y pensaba en su
tía Janice. Desde que sus padres habían fallecido, ella era
uno de sus parientes vivos más cercanos. También se
trataba de la tía a la que su padre siempre se había referido
como la "fanática evangélica" en su familia católica.