LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Octubre 2022

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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[interior, exterior y que continúe durante la vejez hasta la muerte], éstos te añadirán» (versículos 1-2, AMPC). Recientemente, he estado predicando de esos versículos en la Escuela de Sanidad. Debido a que el diablo ha estado trabajando h o r a s e x t r a s ú l t i m a m e n t e u s a n d o l a enfermedad en el mundo, el SEÑOR me ha guiado para que me concentre en el hecho de que uno de los beneficios que podemos experimenta r a l seg uir las instrucciones de Proverbios 3 es una vida de buena salud física. Dios deja esto en claro escritura tras otra. Para Él, la enfermedad no tiene lugar en una vida que valga la pena vivir. A p e s a r de lo que a l g u n a s p er s on a s equivocadas han afirmado, la enfermedad nunca es una " BENDICIÓN disfra zada". ¡La enfermedad es una ladrona! Le roba a la gente días y semanas de su vida. Les priva del disfrute y perturba su tranquilidad. No forma parte de una vida abundante, lo cual significa que nosotros, como creyentes, no tenemos que soportarla. Podemos recibi r la s en señ a n za s y la PALABR A de Dios en nuestros corazones, recibi r sa nación y aprender a v iv i r con sa lud . Podemos pa sa r t iempo ora ndo y teniendo comunión con el SEÑOR en las páginas de nuestra Biblia para que cuando la enfermedad llame a la puerta, podamos levantarnos por fe y sacarla corriendo. "Pero Hermano Copeland", podrías decir, "a hora mismo estoy dema siado ocupado para pasar mucho tiempo en la PALABR A y sólo tengo 30 años, así que todavía estoy bastante sano". Lo sé. Recuerdo cua ndo tenía 30 a ños. También recuerdo haber tenido 40... 50... 60 y 70, y hoy en día me a legro de haber empezado a sumergirme en la PALABRA de Dios cuando tenía 30 años. Porque ahora, a los 85, me divierto más que nunca. Estoy en el mejor estado físico que haya tenido. Estoy disfruta ndo de una vida que va le la pena vivir y puedo a seg ura r te persona lmente que todo el tiempo que debes pasar en La PALABR A para vivir de esta manera vale la pena. Entiendo lo que es esta r ocupado. Pero déjame preguntarte: ¿cuánto tiempo pasas viendo la televisión secular, revisando las redes sociales y mirando otras cosas que no contribuyen a que tengas una vida que valga la pena? ¿Qué tal si pasas algo de ese tiempo en la PALABRA? ¿Qué tal si te levantas una hora a ntes en la ma ña na y pasas tiempo leyendo tu Biblia y orando en el espíritu? La verdad es que tienes tiempo si te tomas el tiempo, y el tiempo es a lgo que nunca puedes recuperar. Así que, cua lquiera sea tu edad, dedícale tiempo a la PALABRA de Dios ahora, para que después no mires atrás y desees haberlo hecho. La receta de Sanidad del Dr. Jesús Esto no es sólo lo que yo recomiendo; es lo que Dios nos dice que hagamos una y otra vez. En Proverbios 4, por ejemplo, Él dice: «Hijo mío, atiende a mis consejos; escucha atentamente lo que digo. No pierdas de vista mis palabras; guárdalas muy dentro de tu corazón. Ellas dan vida a quienes las hallan; son la salud del cuerpo.» (versículos 20-22, NVI). L a p a l a b r a h e b r e a t r a d u c i d a c o m o salud en ese pasaje significa litera lmente "medicina". A sí que esta es la receta de sanidad del Dr. Jesús: Atiende a la PA LA BR A de Dios. Ponla en primer lugar en tu vida y hazla tu máxima prioridad. Inclina tu oído hacia ella. Inclínate hacia lo que Dios está diciendo y no te alejes de él. Cuando Él te dice en las Escrituras que te mantengas alejado de la contienda y dejes de preocuparte, no retrocedas y empieces a poner excusa s. No pienses: "Bueno, un poco de contienda y preocupación no me hará daño." ¡Sí lo hará! La ciencia médica ya ha est ablecido que la contienda y la preocupa ción pueden mat a r t e. A sí que e scuch a lo que Dios d ijo sobre el l a s y échalas fuera de tu vida. Ma ntén la PA L A BR A sa nadora de Dios ante tus ojos y en medio de tu corazón. No te límites a leer algunos versículos de vez en cuando. Vuelve a las escrituras de Sanidad y léelas una y otra vez. A t r avé s de los a ños , el S eñor me h a recordado repetidamente este tercer punto. Ya que conozco las escrituras de Sanidad tanto, tiendo a solo citarlas de memoria. Pero Él me ha indicado que no me limite a recitarlas, sino que las busque en mi Biblia y las relea. Pa ra ser cla ro, no estoy en contra de m e m o r i z a r e s c r i t u r a s . E s e s t u p e n d o 6 : LV V C Ver y escuchar la PALABRA renueva tu mente, afecta los sentidos de tu cuerpo y, aún más importante, hace que la fe llegue .

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