LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.
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1 0 : LV V C esfuerzos y recursos se centraron en la radio, que despegó como un cohete. Ni se hablaba de la televisión. No parecía algo factible; no hasta 1978. Un f i n d e s e m a n a , c u a n d o volv ía n a su ca sa de un v iaje a A r k a n s a s , K e n n e t h y G l o r i a pararon a desayunar. Ordenaron su comida, oraron y, mientras comían, empezaron a hablar de la televisión. " N o s a b í a m o s c ó m o h a c e r l o ", recuerda Kenneth. Pero, repentinamente, las cosas cambiaron. El plan de Dios para la televisión "cayó" en el corazón de Kenneth, y encajó a la perfección como una pieza de rompecabezas. Miró fijo a Gloria y supo por su rostro que ella también había escuchado el mismo "clic". En ese momento, ellos sabían que Jesús estaba diciendo: OK, hagámoslo. "Gloria", dijo Kenneth. "Mañana es lunes; vayamos a casa y salgamos en TV." "OK", asintió Gloria. Comienzos humildes Dura nte el mes de ma rzo de 1979, se adquirió tiempo de emisión en todo el país con un especia l de una hora destinado a presentar a Kenneth Copeland a la audiencia televisiva. Para mayo de ese mismo año, se lanzó un nuevo programa dominical de una hora llamado La Voz de Victoria del Creyente ( LV VC). E l e sc en a r io er a senci l lo: u n ardiente y joven predicador texano aparecía en la pantalla de los televidentes, mientras abría la Palabra de Dios en reuniones por toda América. La nueva audiencia televisiva quedó maravillada. En menos de 2 años, el Programa Televisivo LVVC estaba en el top 10 de las emisoras religiosas. Sin emba rgo, Dios tenía ex pectativa s m a y o r e s p a r a KC M y s u m i n i s t e r i o televisivo. En 1988, mientras ministraban con Gloria en Australia, Kenneth nos explica que Dios les repitió algo que les había dicho en 1976: Les dije que regresaría pronto y que quería que este mensaje de fe estuviera en todo medio disponible. Eso no ha cambiado. No los he absuelto de esa tarea. A d e m á s , D i o s a g r e g ó o t r o m e d i o , aparentemente imposible; una comisión que representaría el paso más grande de fe que alguna vez hubieran dado. Quiero que empiecen a salir al aire a diario con un programa de 30 minutos en los que enseñarán a los creyentes su identidad en Jesucristo. Llévenlos de la religión a la realidad … Use n esos programa s p a ra e n s e ñ a r, n o p a ra p re d i c a r. Continúen con su programa semanal los domingos, en los cuales sí podrán predicar. Aunque el ministerio aun no tenía las finanzas para salir en la televisión todos los días. No tenían los empleados, los equipos ni el estudio, pero Kenneth y Gloria tenían esa palabra de Dios, y tenían su fe. ¡Eso era todo lo que Dios necesitaba! H a b l a n d o d e l a c om i s i ón q u e D i o s les había da do, Ken net h d ijo por fe en 1988: "Eso es lo que Dios nos ha dicho que hagamos, y lo vamos a hacer… Gloria y yo ya estamos tota lmente comprometidos a cumplir con esta tarea que El SEÑOR nos ha dado. Vamos a dar todo lo que tengamos para que sea manifestado. Vamos a equipar a los creyentes a través de esta nación con las poderosas armas de combate espiritual. Vamos a enseñarles cómo ponerse la coraza de la justicia y cómo empuñar el escudo de la fe. Veremos a los creyentes enfrentarse a l diablo y echarlo junto a su pandilla de sus vidas, de sus familias, de sus iglesias, e incluso de sus comunidades." " Dios nos ha ordenado que la ncemos u na g ra n ofen siva , u n at a que a g resivo a l a s f uer z a s de l a s t i n ie bl a s . Y no s comprometemos a dar ese paso, cueste lo que cueste. Veremos cómo las heridas que se han infligido al Cuerpo de Cristo en los últimos tiempos comienza n a sa na r. Veremos a los creyentes libres de la esclav it ud de la enfermedad, el pecado, la pobreza y el miedo. Veremos a la Iglesia glorif ica ndo verdaderamente el Nombre del Señor." Aquellos primeros esfuerzos por llevar la Palabra incorruptible de Dios a la televisión diaria fueron un éxito rotundo, y sentaron una base sólida para el ministerio televisivo de KCM y su disponibi lidad en todo el mundo hoy en día. Kenneth lo explica de esta manera: "¿Cómo pasamos de la televisión semanal a la transmisión diaria? Por la fe. Med it a mos la PA L A BR A . Con fesa mos nue s t r o é x it o. E d i f ic a mo s nue s t r a fe . Llamamos a las cosas que no son como si lo fueran. Hicimos lo mismo que tú tendrás que hacer para alcanzar tu próxima meta de fe… fijamos nuestra mirada en Dios. Como siempre, Dios fue fiel a Su PALABRA." "¿Cómo pasamos de la televisión semanal a una emisión diaria? Por la fe. Meditamos la PALABRA. Confesamos nuestro éxito. Construimos nuestra fe." —Kenneth Copeland