LV V C
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por Melanie Hemry
Mientra s jugaba n, Cha rles se pa só la s
ma nos por el pelo, preg u nt á ndose cómo
h a bí a t om a do t a nt a s m a l a s de ci sione s .
C omo empr e s a r io, h a bí a s ido s o c io de
clubes nocturnos en Arizona. Los clubes le
proporcionaban un buen f lujo de ingresos.
Sin embargo, después de que él y Angela se
casaran y tuvieran a Parris, se dio cuenta de
que la vida de propietario de un club nocturno
causaba estragos en una familia. Angela y
Parris vivían a la luz del día. El día de Charles
comenzaba con el crepúsculo.
Poniendo a su fa milia por encima de su
t rabajo, se había a leja do del negocio. Él
y Angela habían hecho maletas y se habían
mudado a California. Al fin y al cabo, nunca
había tenido problemas para encontrar un
negocio.
Hasta ahora.
Sin ingresos, cada día se endeudaban más.
Sus autos estaba n emba rgados. Su atraso
en el pago de impuestos había resultado en
emba rgos de todas sus cuentas ba nca rias
por decisión de la agencia de recaudación
de impuestos (IRS) y el estado de Arizona.
Incluso después de mudarse con los padres
de Angela, no tenían dinero ni para comprar
pañales. Lo que sí tenían era un montón de
estrés, ya que se habían declarado en quiebra.
La mayoría de las personas que se declaran
en quiebra logran salir de la bancarrota sin
deudas. Ese no fue el caso de Charles y Angela.
L os i mpues t os at ra sa dos no pod í a n ser
eliminados a través de la bancarrota. Tampoco
los préstamos estudiantiles.
El estrés destruyó su matrimonio y en el año
2000 se divorciaron. Charles se sentía todo
un fracaso. Sus padres se habían divorciado
Charles Todd escuchó la risa alegre de
su hijita Parris, de dos años de edad.
Se había subido a la espalda de uno de
los amigos de Charles y fi ngía estar en
un gimnasio en la selva.
TOTAL
Restauración