LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.
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LV V C : 1 1 Seg unda Guerra Mundia l, y luego utilizada como estación de suministro de combustible para varios aviones de guerra del ejército, yacía en completo abandono: los aviones que la habían sobrevolado eran un recuerdo lejano. Tampoco quedaban los más de 8.000 pilotos y soldados que alguna vez la llamaran su hogar. En 1970, sólo quedaban en pie unos cuantos edificios destartalados y un tramo de la pista de aterrizaje bañado por la luz del sol. Sin embargo, ese mismo año, mientras volaba a casa desde una reunión, el Hermano Copeland escuchó unas palabras que jamás olvidaría. "Era de noche y estaba solo en el avión", recuerda. "De repente, escuché una voz en mi espíritu, con una claridad como si fuera emitida por la radio. La voz decía: 'Transmitiendo desde la Capital Mundial del Avivamiento.'" "Pensé para mis adentros; hay una Capital Mundial del Entretenimiento, Hollywood. Hay una Capital Mundial de la Política, Washington, D.C. Pero, ¿dónde está la Capital Mundial del Avivamiento?" Esa noche, el hermano Copeland no hallaría respuesta a su enigma. Tampoco sabría que la propiedad que sobrevolaba en ese instante –una vieja y polvorienta base aérea 37 Km al norte de Fort Worth, adyacente al lago Eagle Mountain, otrora la Estación Aérea del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos— era precisamente a lo que el Señor se estaba refiriendo como "La Capital Mundial del Avivamiento". Desconocía el lugar y nunca había oído hablar al respecto. Tampoco lo haría por otros tres años. Cuando pareciera que no hay manera alguna E n 1 9 7 3 , e l r á pido cr e ci m ient o de lo s M i n i s t e r i o s K e n n e t h C o p e l a n d e r a u n indicador para el hermano Copeland de que eventua lmente necesitarían un sitio amplio pa r a fa ci l it a r t a l e x pa n sión . C u a ndo u n miembro de la junta directiva de la entonces Asociación Evangelística Kenneth Copeland se enteró de que había una propiedad en vent a a dya cent e a l la go Ea gl e Mountain, él y su esposa condujeron a Ken net h y a Glor i a a v i sit a r la pr opie d a d . E n e l i n s t a nt e que e l her ma no Copela nd puso u n pie la propiedad, escuchó la voz del Señor, llamando una vez más las cosas que no existían como si existieran. E STA e s l a C a p it a l Mu n d i a l d e l Avivamiento, y tú la vas a construir, le dijo el Señor. E n l o n a t u r a l , e s o p a r e c í a u n a imposibilidad. Con ta n solo seis a ños de existencia, los Ministerios Kenneth Copeland no contaban con las finanzas necesa rias pa ra asumir ta l desa fío. Sólo el Mucha gente está intentando acallar la voz del ministerio del Señor Jesucristo. Y es extremadamente importante que haya una voz de victoria, fuerte y clara. Kenneth & Gloria, inauguración de la sede, 1979. —Kenneth Copeland por Gina Lynnes