LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.
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IMPRESA DESDE 1973 : VOL. 51 : NO. 2 FEBRERO Carta del Editor Inocente, ¡incluso siendo culpable! "¡Ahí tienes tu merecido!" No recuerdo la cantidad de veces que habré escuchado esa frase mientras crecía, ¡especialmente en un hogar con cuatro hermanos varones! Los niños tienden a "correr a decírselo a mamá" cada vez que un hermano les hace algo que no les gusta. Esperan que mamá corrija la situación y que salga en su defensa. Pero, cuando la verdad sale a la luz y resulta que ellos han sido los causantes del problema, ya no hay defensa. En su lugar, escuchan un severo regaño materno parecido a: "Bueno, ahí tienes tu merecido." Recibir lo que nos merecemos. Así es como el sistema mundial suele manejar las distintas situaciones cuando llega el momento de impartir justicia. O, al menos, así es como nuestro sistema judicial está diseñado en los Estados Unidos: "Inocente, hasta que se demuestre lo contrario." es la frase que lo resume. Afortunadamente, nuestro Padre celestial no copia la manera del mundo cuando se trata de lidiar con nosotros cuando nos hemos equivocado. Si ese fuera el caso, ya todos habríamos sido castigados de alguna manera. En cambio, el sistema judicial de Dios se basa en el amor, la misericordia y la gracia. Cuando acudimos a Él con sincero arrepentimiento, buscando Su perdón por cualquier mal que hayamos hecho, Dios nos declara "inocentes, incluso siendo culpables." El Salmo 103:8-11, Nueva Traducción Viviente, dice: «ElSeñores compasivo y misericordioso, lento para enojarse y está lleno de amor inagotable. No nos reprenderá todo el tiempo ni seguirá enojado para siempre.No nos castiga por todos nuestros pecados; no nos trata con la severidad que merecemos. Pues su amor inagotable hacia los que le temen es tan inmenso como la altura de los cielos sobre la tierra». Todos cometemos errores, de mayor o menor grado. Y a veces realmente merecemos ser castigados. Afortunadamente, Dios no lo ve de esa manera. Si estamos dispuestos a reconocer nuestro error, a pedirle perdón y a dejar de obrar mal para amarle, obedecerle y servirle, Dios hará borrón y cuenta nueva (1 Juan 1:9). En lugar de darnos lo que nos merecemos, perdonará nuestro pecado y actuará como si nunca hubiera ocurrido. El mal está mal. A nadie se le da licencia para pecar. Pero, es reconfortante saber que, cuando nos equivocamos, podemos acudir a un Dios amoroso que nos perdonará en lugar de castigarnos. Nos declarará inocentes… aunque seamos culpables. Ronald C. Jordan Editor en Jefe Ronald C. Jordan Editor en Jefe 4 Escucha cuando ores por Kenneth Copeland 10 Descanso en tiempo difíciles por Melanie Hemry 18 La libertad que proviene del perdón por Richard Roberts 22 ¡Descárgate! por Dennis Burke 26 Busca y Encontrarás por Gloria Copeland 10 26 "En tres años, pasé de trabajar de panadero y ganar el salario mínimo a convertirme en asesor de relaciones financieras corporativas y ganar $120.000 dólares." — DaVon Alexander 4 que ellos han sido los causantes del problema, ya no hay defensa. En su lugar, escuchan un severo regaño materno parecido a: "Bueno, ahí tienes tu merecido." Recibir lo que nos merecemos. Así es como el sistema mundial suele manejar las distintas situaciones cuando llega el momento de impartir justicia. O, al menos, así es como nuestro sistema judicial está diseñado en los Estados Unidos: "Inocente, hasta que se demuestre lo contrario." es la frase que lo resume. Afortunadamente, nuestro Padre celestial no copia la manera del mundo cuando se trata de lidiar con nosotros cuando nos hemos equivocado. Si ese fuera el caso, ya todos habríamos sido castigados de alguna manera. En cambio, el sistema judicial de Dios se basa en el amor, la misericordia y la gracia. Cuando acudimos a Él con sincero arrepentimiento, buscando Su perdón por cualquier mal que hayamos hecho, Dios nos declara "inocentes, incluso siendo culpables." Cua ndo el SEÑOR nos habló por primera vez acerca de comenza r la revista La Voz de Victoria de Creyente, nos dijo: Esta es su semilla . Entréguensela a todos los que respondan a su ministerio, y nunca permitan que nadie pague por una suscripción . Nos llena de gozo el haber compa r tido dura nte 50 a ños las buenas nuevas a través de las enseña nzas de los ministros que escriben en sus páginas, basados en su relación viva de Dios, y los testimonios de aquellos que le creyeron a Dios en Su PA L A BR A y experimenta ron Su victoria en el día a día . —Kenneth y Gloria Copeland La Voz de Victoria del Creyente es una publicación mensual de la iglesia internacional Eagle Mountain/ Ministerios Kenneth Copeland, una organización sin ánimo de lucro en Fort Worth, Texas. © 2023 Eagle Mountain International Church Inc. también conocida como Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados. Su reproducción total o parcial sin el permiso expreso por escrito del editor queda prohibida. La Voz de Victoria del Creyente y el logo en forma de mundo de JESÚS ES EL SEÑOR son marcas registradas de la iglesia internacional Eagle Mountain/ Ministerios Kenneth Copeland. 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