LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Febrero 2023

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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Oral Roberts; una relación que continuó hasta el día en que se fue a casa para estar con El SEÑOR. Además, Él se encargó de mi situación financiera al mismo tiempo. Un subsuelo millonario Aquí es donde muchos cristia nos se equivocan en lo referente a la prosperidad f inanciera. Ellos no oran y escuchan a Dios. No lo escuchan para saber cuánta s em i l l a f i n a ncier a deb en s embr a r y en dónde; y, una vez que han sembrado, no lo escuchan para que les diga cómo conectarse con su cosecha. Simplemente ponen su ofrenda en la ca na sta de la i g lesia el dom i n go y espera n que la s BENDICIONES financieras caigan sobre ellos de alguna manera. Bueno, hermano Copeland, Jesús dijo en Lucas 6:38: «Den, y se les da rá una medida buena, incluso apretada, remecida y desbordante…» Sí, pero eso no es todo lo que dijo en Lucas 6. Si continuas leyendo, encontrarás que también dijo: «¿Por qué me llaman ustedes "Señor, Señor", y no hacen lo que les ma ndo hacer?» (versícu lo 46). A sí como no ha s terminado de ora r ha sta que escuches Sus instrucciones, no has ter m i nado de da r ha sta que lo haya s escuchado y haya s hecho lo que Él te instruya. M i a m i go A nd ré R oeber puede da r testimonio de ello. Hace a lg unos a ños necesitaba un edificio para la sede de su ministerio en Sudáfrica, así que compró u n v iejo a l macén con la i ntención de renovarlo. Lo vi poco después de que lo compra ra . Era enorme y estaba hecho u n d e s a s t r e . M i e n t r a s m e l l e v a b a por el edificio en un carrito de golf, me iba s eñ a l a ndo l a s d i s t i nt a s z on a s y describiéndome los planes que tenía para cada una. E s t a ba cla ro que el proyec t o ser í a costoso y, a l comienzo, no tenía ni idea de cómo lo solvent a r ía . Si n emba rgo, había plantado una importante semilla f i n a ncier a . D i r i g ido p or E l SE ÑOR , h a bí a sembr a do muy generosa ment e en a lgo que estába mos haciendo aquí en KCM, y estaba creyendo que Dios lo BENDECIRÍA a cambio con lo necesario para terminar su edificio. Mient ra s t a nto, el seg u ía ora ndo y escuchando al Señor. Cada vez que lo hacía, escuchaba siempre lo mismo. Cuando le preg untaba a l Señor de dónde llega ría n las f inanzas para el edif icio, el Señor le respondía: El dinero está en el piso. ¿A qué se refería? Él no lo sabía. Pero, a medida que avanzaba por fe en el proceso de renovación, se fue aclarando. Al remover los viejos pisos del edificio, descubrieron que el subsuelo estaba hecho de una madera muy preciada. Los árboles de los que procede son tan escasos que su tala es ilegal. Es perfecta para fabricar guitarras y muebles finos, y las empresas pagan precios exorbitantes por este material. La madera de esos subsuelos estaba valuada en millones de dólares. Después de venderla, me dijo André, proporcionó "má s que suf iciente" pa ra f i na liza r el proyecto edilicio. El dinero estaba en el piso, ¡y lo encontró porque estaba dispuesto a escuchar! Hijos e hijas, no esclavos " Pero, her m a no Copel a nd ", pod r í a s decir, "no creo que merezca esa clase de BENDICIÓN." ¿Y qué? Las BENDICIONES de Dios no se basan en cómo te sientes ni en lo que te mereces. Están basadas en lo que Jesús hizo por ti y en la bondad de Dios. ¡Dios es un buen, BUEN Padre! Es el tipo de padre que vemos en Lucas 15, en la historia que a menudo pensamos nos relata sobre el hijo pródigo. En realidad, se trata de un padre amoroso y de sus dos hijos, los cua les no habían escuchado de su padre lo suficiente como para captar su corazón. Tal vez recuerdes lo que sucedió entre ellos. Al principio del relato, el hijo menor dijo: «Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde…» (versículo 12). El padre le respondió, no sólo dándole su parte de la herencia, sino también haciendo lo propio con el hijo mayor. En otras pa labras, el padre no les ocultó nada. El hijo menor tomó su parte, se fue a un país lejano y malgastó toda su herencia en una vida desenfrenada. Por lo tanto, cuando una hambruna asoló el país, corrió peligro de morir de hambre. Para sobrevivir, aceptó un trabajo cuida ndo los cerdos de otro hombre, algo que, como judío, significaba que tendría que violar su pacto con Dios. A u n a sí , s e que dó si n c om id a y no 8 : LV V C LAS BENDICIONES DE DIOS NO SE BASAN EN CÓMO TE SIENTES NI EN LO QUE TE MERECES. ESTÁN BASADAS EN LO QUE JESÚS HIZO POR TI Y EN LA BONDAD DE DIOS.

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