LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Febrero LATAM 2023

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

Issue link: http://read.uberflip.com/i/1509392

Contents of this Issue

Navigation

Page 4 of 15

B V O V : 5 propia cuenta [por su propia autoridad], sino que dirá todo lo que oiga [del Padre; dará el mensaje que le ha sido dado]» (Juan 14:26, 16:13, Biblia Amplificada, Edición Clásica). Además, Santiago 1:5 nos promete lo siguiente: «Si alguno de ustedes requiere de sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios se la da a todos en abundancia y sin hacer ningún reproche». Nunca olvidaré la primera vez que me detuve conscientemente en medio de una oración para escuchar la sabiduría de Dios. Me encontraba en una situación desesperada. Nos habíamos mudado con mi familia a Tulsa, Okla homa, para poder asistir a la Universidad Oral Roberts. Sin embargo, aunque sabía que Dios me había instruído hacerlo, no tenía ni idea de cómo sa ldría mos adela nte económicamente. Como piloto, podía ir al aeropuerto y conseguir un trabajo, pero entonces no tendría tiempo para ir a la universidad. Si no conseguía trabajo, tendría tiempo para estudiar, pero no tendría dinero para pagar las facturas y encargarme de mi familia. ¡Ay de mí! pensé. ¿Qué voy a hacer? En realidad, esa no era la pregunta correcta, la cual hubiera sido: ¿Qué va a hacer el Señor? Pero, en aquel entonces, yo no sabía preguntar de esa manera. Así que hice lo único que se me ocurrió: Me arrojé al suelo y oré en lenguas tan rápido y tan fuerte como pude. Normalmente, orar en lenguas es algo bueno. Pero, en este caso, no estaba orando con fe, sino que oraba con miedo porque realmente no sabía lo que iba a pasar. Después de un rato, pensé para mis adentros: Me pregunto si Dios me diría algo si dejara de hacer el ridículo y escuchara. En cuanto decidí callarme, me dijo: "¡Ya era hora! No pude decir ni una palabra. Ponte de pie." Me levanté de un salto y Él volvió a hablarme. Te traje hasta aquí y aquí te cuidaré. Esta gente no puede hacerte un ministro. Todo lo que pueden hacer es entrenarte. Yo ya he hecho de ti un ministro. Tu ministerio es ahora, y no después de que salgas de esta Universidad. Un encuentro que cambió mi vida Ese día le había dicho a Gloria a ntes de ir a nuestro dormitorio a orar que me iba a quedar allí hasta que escuchara del SEÑOR, aunque tomara toda la noche. Así que, cuando salí del dormitorio A lo largo de los años, he descubierto que un error común entre los creyentes cuando oran es que ¡ellos son los que hablan! Pasan todo su tiempo de oración hablándole a Dios acerca de cua lquier problema que estén enfrenta ndo… y listo. Luego dicen "A mén", sin dedicar tiempo alguno a escuchar lo que Dios tiene que decirles. La oración debe ser un diálogo, no un monólogo. Todos necesitamos recibir la revelación que un ministro recibió sobre este tema hace unos años. Un día, mientras estaba postrado en el suelo ante Dios, g rita ndo y chilla ndo por sus problemas, descubrió de repente que: Aquí yace un tonto que no sabe nada hablando con Aquél que lo sabe todo. La mayoría de nosotros ha caído en esa trampa alguna vez. Pero, como personas nacidas de nuevo y llenas del Espíritu, deberíamos ser capaces de hacerlo mejor. En lugar de retorcernos las manos en oración y decir: "¡Oh, Dios, no sé que hacer!", debemos aprender a orar como lo hizo el apóstol Pablo, para que Dios nos «llene del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual» (Colosenses 1:9). Entonces, debemos creer que Él lo hará y esperar expectantes en Su presencia. ¿Por qué podemos estar tan seguros de que nos hablará y de que podremos oírle? Porque Jesús lo dijo. Nos dijo que Él es el Buen Pastor, que somos Sus ovejas y que oímos Su voz (Juan 10:4). Dijo que el Espíritu Santo, a quien envió a vivir en nosotros, nos enseñaría todas las cosas. Que Él «los guiará a toda la Verdad (la Verdad completa, plena). Porque no hablará por su

Articles in this issue

Archives of this issue

view archives of LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Edición Febrero LATAM 2023