LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Octubre 2023

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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derramándole mi corazón al Señor. No me tomes por una mujer inútil. Estaba orando así porque he estado atribulada y atormentada». Vemos como un atrevimiento ante la acusación errónea. Ana ganó fuerza e identidad cuando pasó tiempo hablando con el Señor. Elí lo reconoció y se unió a su oración para que Dios la ayudara. Superkid, quiero que entiendas el poder de acudir a Jesús. Antes de que Dios respondiera la oración de Ana, su corazón cambió. No sólo surgió la audacia, sino que la esperanza, el gozo y una profunda paz se instalaron en su corazón. No importa lo que esté pasando en tu vida, ya sea que estés pasando por un momento difícil, o simplemente estés triste y no sepas por qué; el tiempo con Jesús te traerá esperanza y la paz necesaria para caminar con Él hasta que veas el cambio que necesitas. El próximo mes aprenderemos más sobre Samuel, quien se convirtió en un gran profeta porque escuchó a Dios en una época en la que las profecías y las visiones eran raras. Veremos cómo las palabras "Heme aquí" fueron una puerta abierta para que un muchacho se convirtiera en la voz del Señor ante reyes, sacerdotes y otros hombres. Por ahora, quiero animarte a que simplemente vayas a Jesús. Realmente no hay reglas a seguir para ir ante Él. Porque, como dije, aun cuando nos equivocamos, Él no se da por vencido. Él no nos deja ir. Estoy muy agradecida por lo que Él ha hecho en mi corazón y en mi alma, especialmente en aquellos momentos en los que acudí a Él clamando por ayuda. Él siempre está ahí, ¡y siempre hace un cambio en mi corazón antes de que haya terminado de llorar! Así que, Superkids, ¡vuelvan aquí mismo el próximo mes para seguir con este tema! La Comandante Kellie derramándole mi corazón al Señor. No LV V C : 3 1 Kellie Copeland está a cargo de las Relaciones de Colaboradores de Pacto en los Ministerios Kenneth Copeland y además es la desarrolladora del currículum de la Academia Superkid. A través de su ministerio como la "Comandante Kellie", ella lleva a cabo su misión de atraer a las personas de todas las edades hacia una relación íntima y poderosa con Jesucristo. Superkids, el otro día sucedió algo que me inspiró a escribirles este mensaje. El Señor me despertó más temprano de lo normal. Le dije: "Señor, ¿me estás llamando?" y le oí responderme: "Sí". Entonces, me levanté y fui al sofá, lista para escuchar lo que Él tenía que decirme. Durante varios días, no me había levantado cuando Él me llamaba. Me arrepentí, pero sabía que me había perdido algunas conversaciones importantes con Él. Me gusta porque siempre me perdona, y también Su gracia de seguir insistiendo para que recibamos Su amor. ¿Lo has experimentado alguna vez? Él te persigue como tú perseguirías a un hermano o hermana menor, o a una mascota que necesita tu ayuda. Es molesto cuando sabemos que necesitan detenerse y dejar que los ayudemos, pero siguen huyendo. Afortunadamente, Jesús no se molesta… ¡y simplemente sigue persiguiéndonos! Así que esa mañana, cuando me senté, le dije: "Aquí estoy." Él me respondió rápidamente: Aquí estoy, y prosiguió: Así que estamos juntos. Esto es lo primero, esto es todo. Aquello me resultó familiar, y recordé la historia de Samuel. En 1 Samuel 1, conocemos a este joven que vivía en el Templo con el sacerdote Elí. La madre de Samuel, Ana, estaba tan triste por no poder tener hijos que no quería comer. Un día clamó al Señor. Primera de Samuel 1:10-11 dice: «Aunque estaba resentida, oraba al Señor mientras lloraba. Hizo este voto: 'Señor de los Ejércitos, si te jas en mi miseria, te acuerdas de mí y me das un niño, te lo daré mientras viva. Nunca se usará una navaja sobre su cabeza.'» (Traducción GOD'S WORD). Me gusta que Ana pudiera estar disgustada, e incluso resentida, y sin embargo clamar al Señor pidiendo ayuda. Mejor aún, me gusta que Él le haya respondido. Incluso cuando otros no Ve a Él derramándole mi corazón al Señor. No ® entiendan o pueden pensar que eres tonto al llorar ante Dios, Jesús te escucha. Mira la respuesta de Ana a Elí cuando él la interrogó: «Mientras Ana oraba largamente delante del Señor, Elí le observaba la boca. Ella oraba en silencio. No se oía su voz; sólo se movían sus labios. Elí pensó que estaba borracha. '¿Cuánto tiempo vas a estar borracha?', le preguntó Eli. 'Deshazte del vino.' Ana le respondió: "No, señor. No estoy borracha. Estoy deprimida. Estoy derramándole mi corazón al Señor. No me tomes por una mujer inútil. Estaba orando así porque he estado atribulada y atormentada. Elí le respondió: 'Vete en paz, y que el Dios de Israel te conceda lo que le pides.'» (versículos 12-17). Ana estaba profundamente dolida, no sólo porque deseaba tener hijos, sino también porque se habían reído de ella y la habían menospreciado por no poder tenerlos. Incluso el sacerdote la criticaba. Sin embargo, mira lo que pasó cuando pasó tiempo con el Señor, contándole su dolor y pidiéndole un hijo. Algo surgió dentro de ella, algo que necesitaba desesperadamente para salir de la depresión. ¿Lo reconoces? Mira otra vez lo que dijo: «No estoy borracha. Estoy deprimida. Estoy Realmente no hay reglas a seguir para ir ante Él. La esquina de la Comandante Kellie

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