LV V C
:
5
por Kenneth Copeland
Una noche, después que el ser vicio de sa nidad
terminara y la mayoría de la gente se hubiera ido, el
Hermano Oral Roberts estaba saliendo de la carpa
de los inválidos cuando notó que un niñito todavía
permanecía dentro de la tienda. Claramente lisiado, el
niño parecía estar esperando algo.
"¿Eres Oral Roberts?", preguntó el niño, de nombre
Willie Phelps.
"Si", respondió el Hermano Roberts.
"¡Se supone que sane hoy!", dijo el pequeño Willie.
Totalmente agotado después de orar por tanta gente
esa noche, el Hermano Roberts respondió cansado,
pero con compasión: "Hijo, estoy exhausto, y la unción
me ha abandonado."
"No entiendo nada de eso", le respondió Willie,
"Pero, se supone que sane hoy".
Viendo su determinación, el Herma no Rober ts
impuso su mano sobre la cabeza del muchacho, oró
una corta oración y Willie fue totalmente sanado de
una enfermedad paralizante e incurable. Pero, más
importante aún, nos dejó un ejemplo a seguir.
Aunque muchos no lo sepan, cada creyente en la
tierra tiene el derecho de decir lo mismo que Willie
Phelps decla ró esa noche… y obtener los mismos
resultados. Cada uno de nosotros puede decir, "Se
supone que sane hoy", ¡y ser sanado!
Ta mp o c o t e n e m o s q u e e s p e r a r p a r a r e c i bi r
nuestra sanidad hasta que alguien tan ungido como
Oral Roberts esté disponible para orar por nosotros.
El mismo Hermano Roberts dijo que no fue la unción
sobre él lo que sanó a Willie. Esa unción se había ido esa
noche. Lo que le permitió a Willie recibir su sanidad esa
noche fue su fe.
"Bueno", podrías decir, "tal vez el hermano Roberts
no se dio cuenta de que la unción todavía estaba sobre
él. Esa unción sanará a cualquiera, tenga fe o no."
No, no lo hará, y la gente en Nazaret lo demostró.
Jesús Mismo fue a ministrarles, y les anunció que
la Unción de Dios estaba sobre Él; sin embargo, como
dice Marcos 6:5, «No pudo hacer allí ni siquiera una
obra de poder, excepto que impuso Sus manos sobre
unos pocos enfermos [y] los sanó» (Biblia Amplificada,
Edición Clásica).
Nota que no dice que Jesús no haría ninguna obra
"La fe es lo que nos
permite recibir de Dios. Es la fuerza
espiritual que hace
que se manifieste en nuestra vida
cualquier cosa que necesitemos de Él,
ya sea sanidad, prosperidad o
cualquier otra cosa."