LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Octubre LATAM 2023

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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cuatro arterias obstruidas. Salió bien de la operación, pero luego empeoraría. Dos días después, a la edad de 48 años, Jimmy Paquette había fallecido. El funeral se celebró el fin de semana del Día del Trabajo. El personal ejecutivo estaba fuera de la ciudad. Chris Sutley ofició el servicio funerario, y Jimmy tuvo un entierro militar en el Cementerio Nacional de Logan. Otra baja "Nadie esperaba que Jimmy muriera", recuerda JoJo. "Todo fue un shock. Yo estaba devastada, pero la muerte de Jimmy no fue la única baja. Nuestros hijos perdieron la fe en Dios. Habían perdido a una hermana y a su padre. Por lo tanto, decidieron archivar sus bibliotecas sobre la fe." "Aunque no estaba de acuerdo con mis hijos, comprendía su dolor y su pérdida. Como adulta, podía procesar el fallecimiento de un marido y una hija basándome en toda una vida de conocer a Dios. Crecí en Oregon, la segunda en una familia de ocho hermanos. Tres de mis hermanos eran pastores, y uno era misionero. Nuestra familia era muy fuerte en la fe. Fui salva a los 4 años y llena del Espíritu Santo a los 6." " L o s m i l a g r o s y l a s s a n i d a d e s f o r m a b a n parte de nuestra vida cotidiana. De niña, tuve un eczema muy fuerte. Tenía la piel llena de cicatrices y picaduras. Mis padres me habían llevado varias veces a recibir oración, pero mi sanidad no se había manifestado. Eso no nos desanimó a ning uno de nosotros. Sabíamos que llegaría. Estaba en cuarto grado cuando un evangelista vino a nuestra iglesia. Hubo un llamado al altar por sanidad, y mamá me preguntó si quería pasar. Sabía que mi sanidad se iba a manifestar y así fue. Jesús me sanó aquella noche. Mientras estaba de pie en el altar, las costras de mi piel cayeron al suelo. Hoy no tengo ninguna cicatriz ni picadura. Ese fue mi primer milagro." " C u a n d o t e n í a 8 a ñ o s , v a r i o s n i ñ o s y y o cruzába mos un a rroyo sobre un tronco. El ag ua que había debajo de nosotros sólo tenía 45 cm de profundidad. Los niños de detrás empujaron y me caí al agua, me golpeé contra una roca y me ahogué. Mi padre saltó del patio del campamento y corrió hacia mí. Me sacó del agua y me reanimó." "Un par de años después, durante un campamento familiar, me caí de una balsa y quedé atrapada debajo. Mi familia me rescató antes de que me ahogara. Pero ya de niña sabía que Satanás intentaba acabar conmigo. Cuando recuerdo esos tiempos, me entristece decir que mi esposo, Jimmy, no tenía recuerdos por el estilo. Él no tenía el mismo fundamento que yo disfruté. Y, aunque éramos fieles al mensaje de la fe, por aquel entonces no siempre cumplíamos como pacientes. Como todos, él hizo su mejor esfuerzo." Aunque pocos lo sabían en ese momento, cuando Chris Sutley había orado por Jimmy tras su infarto,

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