Denver Catholic

EPC - Octubre 2013

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2 EL PUEBLO CATÓLICO OCTUBRE 2013 Los no nacidos necesitan nuestras oraciones y ayuno Todos hemos sabido de las sólo con la oración»" (Mc. 9, devastadoras inundaciones 17-30). Jesús nos enseña, en su enocurridas en Colorado. Muchas de nuestras parroquias y con- cuentro con el espíritu sordo y ciudadanos han sido afectados mudo, que la oración y el ayupor la pérdida de vidas, casas y no son herramientas poderosas propiedades. Caridades Católi- contra el demonio; y la lucha cas en Denver está atendiendo por la vida se da, tanto a un nivel a aquellos en necesidad. Los espiritual como físico. Por esta exhorto a rezar por todos los razón, la vigilia durará 40 días e que han sido afectados por las incluirá oración, ayuno, protestas pacíficas y evangelización a inundaciones. A finales de agosto, 160 per- la comunidad. Cuando una madre embarasonas de diferentes lugares de la Arquidiócesis, experimenta- zada camina hacia una clínica ron en primera persona, el po- abortista, hay dos almas ender de la oración. Fue durante trando por esas puertas, hay dos la peregrinación a la Basílica de personas que serán impactadas Nuestra Señora de Guadalupe, eternamente, por la decisión en México, organizada por la que se tome. Si su novio, espoArquidiócesis. Fue una peregri- so, padres o amigos están con nación por el Año de la Fe, y la ella, habrá más almas en juego; fe de los que fueron creció. Mu- y eso, sin contar a los trabajadochos hablan de las gracias reci- res de la clínica. Pero Jesús nos dijo algo más, bidas, las misas y los momentos que es muy valioso para todos de oración. Ante las consecuencias de las los que estamos comprometidos en la defensa de inundaciones, invito a los niños inocentes, todos a acudir a Nuesque corren el peligro tra Señora de Guadade ser abortados. lupe; pidámosle por El padre se acercó protección y paz, pora Jesús y le dijo: "Si que así como le dijo a puedes hacer algo, San Juan Diego, ella es ten piedad de nosonuestra madre. tros y ayúdaHay otro nos". Jesús le evento, acá en respondió: "¡Si la ArquidiócePOR EL EXMO. puedes...! Todo sis, que tamMONSEÑOR es posible para bién tenemos el que cree" que encomenSAMUEL J. AQUILA (Mc. 9,22-23). dar a Nues"Todo es potra Señora de Guadalupe, porque es la patro- sible para el que cree". Ésta debe ser nuestra actitud al mostrar la na de los no nacidos. Desde el 25 de septiembre, misericordia de Dios a aquellas gente comprometida para ter- madres que están contemplanminar con el flagelo del aborto, do la posibilidad del aborto, así inició la campaña "40 Días por como al luchar por llevar la paz la Vida". Ésta comenzó con una de Jesús a la sociedad, donde la vigilia, en las afueras de la clí- cultura de muerte y la cultura nica abortista Planned Paren- del aislamiento egocéntrico van thood, ubicada en la Ave. 38 y la esparciéndose. Si al hablar con una madre calle Pontiac, en Denver. Creo que podemos aprender que está pensando en abortar, del poder de la oración en estas o al estar en vigilia por horas y vigilias, a través del encuentro horas, caemos en desesperanza que Jesús tuvo, momentos antes y desconfianza en el poder de de su transfiguración frente a Dios, podemos gritar como el padre del niño: "Creo Señor, pePedro, Santiago y Juan. "Maestro, te he traído a mi ro ayúdame porque tengo poca hijo, que está poseído de un es- fe". Ésta es una conmovedora píritu mudo…Le pedí a tus discípulos que lo expulsaran pero oración para todo cristiano en no pudieron… Jesús increpó este Año de la Fe y en adelante. Pienso participar de este imal espíritu impuro, diciéndole: «Espíritu mudo y sordo, yo te portante evento, como lo hice lo ordeno, sal de él y no vuelvas cuando era obispo de Fargo, y más. El demonio gritó, sacudió aliento a todos los católicos en violentamente al niño y salió la arquidiócesis, a involucrarse de él, dejándolo como muerto, en este esfuerzo por construir tanto que muchos decían: «Está una cultura de vida. "40 Días por la Vida" se llevará muerto». Pero Jesús, tomándolo de la mano, lo levantó, y el niño a cabo a lo largo de la arquidióse puso de pie. Cuando entró cesis, en Boulder, Denver, Fort a la casa y quedaron solos, los Collins, Greeley y Vail. También discípulos le preguntaron: «¿Por en las diócesis de Colorado qué nosotros no pudimos ex- Springs y Pueblo. Pueden enpulsarlo?». Él les respondió: «Es- contrar mayor información en ta clase de demonios se expulsa www.40DaysForLife.com El Juicio Final ¡Ven, Señor Jesús! Por el Padre Ángel Pérez- López * La Iglesia, en la Santa Misa, suplica como esposa fiel, la venida del Señor en la gloria (cf. Ap 22, 17). Cuando se produzca el encuentro definitivo con su Esposo, su súplica será satisfecha, y "el triunfo de Dios sobre la rebelión del mal tomará la forma de Juicio Final" (CEC 677). Si bien cada hombre es juzgado particularmente por Dios al morir, también habrá un juicio universal que se producirá al final de los tiempos, cuando se inauguren los nuevos cielos y la nueva tierra donde habitará la justicia (cf. 2Pe 3, 13). En él no quedará sin publicar nada de lo que hoy hacemos a escondidas. Entonces, "frente a Cristo, que es la Verdad, será puesta al desnudo definitivamente la verdad de la relación de cada hombre con Dios" (CEC 1039). Aquellos que han llevado una vida escondida con Cristo en Dios, serán manifestados con Él en su gloria. En aquel día, alzarán la cabeza porque se acerca su liberación. Sin embargo, quienes han traicionado a Jesús a escondidas, desfallecerán por el temor. "El mensaje del juicio final llama a la conversión mientras Dios da a los hombres todavía el tiempo favorable, el tiempo de salvación. Inspira el santo temor de Dios" (CEC 1041). Tenemos, por tanto, dos sentidos diversos de temor. El primero es el asociado al desfallecimiento que desaparece con la caridad: "en el amor no hay temor, sino que el amor perfecto echa fuera el temor" (1Jn 4, 18). El segundo es el santo temor de Dios del cual se dice que es casto y permanente: "el temor del Señor es puro, por siempre estable" (Sal 19, 10). San Agustín aclara estos dos sentidos del temor con un Famosa pintura del Juicio Final, de Miguel Angel Bounarotti, en la capilla Sixtina. En ella se ve a Cristo como Juez del universo. ejemplo. Diverso es el temor de la esposa casta y enamorada de aquel que invade a la esposa adúltera. La esposa enamorada teme la ausencia de su esposo, con quien anhela encontrarse. Sin embargo, la esposa adultera se siente amenazada por la presencia del esposo (cf. In Psal., 127, 8). El santo temor de Dios nace de un amor casto como el de la primera esposa. Destruye todo otro temor, pues sólo se teme la pérdida del amado. Por eso dice Agustín que "tememos para no temer" (Sermón 65,1,1). En cambio, el temor de la adúltera es servil. Y aun así, mientras es tiempo favorable, también es útil para la conversión. Sin duda, "es por el rechazo de la gracia en esta vida por lo que cada uno se juzga ya a sí mismo; es retribuido según sus obras y puede incluso condenarse eternamente al rechazar el Espíritu de amor" (CEC 678). Por eso, la consideración del juicio final implica siempre un serio llamado a la conversión. Además, Benedicto XVI explica que la perspectiva del juicio final ha sido vivida por los cristianos "como esperanza en la justicia de Dios" (Spe Salvi, 41). En efecto, "la gracia no excluye la justicia. No convierte la injusticia en derecho. No es un cepillo que borra todo, de modo que cuanto se ha hecho en la tierra acabe por tener siempre igual valor […]. Al final los malvados, en el banquete eterno, no se sentarán El Pueblo C A T Ó L I C O indistintamente a la mesa junto a las víctimas, como si no hubiera pasado nada" (Spe Salvi, 44). La Iglesia gime para que el Señor vuelva y manifieste plenamente su victoria frente al mal. Entonces, las lágrimas de los inocentes serán consoladas (cf. Ap 21, 4). El Señor jamás olvidará ni una sola de las injusticias hechas a los pobres (cf. Am 8,7). La Iglesia sabe que Dios hará justicia, porque estos pequeños son miembros suyos. ¡Ay de aquellos que se cobijan en la oscuridad de la auto-justificación sin reconocer su maldad, sin suplicar con un corazón contrito la justificación de Cristo! En aquel último día sus argumentos, que al presente le parecen tan lúcidos y sólidos, serán como paja frente al fuego del amor misericordioso y justo de Dios. No robemos a la verdad su integridad para calmar nuestra mala conciencia y evitarnos la conversión. Aquel que pretende mutilar la Palabra de Dios no tendrá parte en el árbol de la vida ni en la Ciudad Santa (cf. Ap 22, 19). Aún es tiempo favorable, trabajemos por nuestra salvación con ese temor que nace del amor, "con temor y temblor" (2Co 7, 15). * El P Ángel es profesor de Fi. losofía y Teología Moral en el Seminario de Denver, St. John Vianney, y reside en la parroquia St. Therese, Aurora. Editora: Mayé Agama Directora General: Karna Swanson EL PUEBLO CATÓLICO, periódico en español de la Arquidiócesis de Denver, 1300 S. Steele St., Denver, CO 80210, Teléfono 303-715-3219, Fax 303-715-2045, E-mail: elpueblo@archden.org

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