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En 1995, Edgar Pomeroy entró a un
edifi cio de ofi cinas usando un traje
de alta costura, hecho a la medida.
Además de su ropa de confección, el
vestía el éxito como si hubiera nacido
para él. De alguna manera, así era.
Había nacido y crecido en Savannah,
Georgia. Edgar disfrutaba un estilo de
vida privilegiado. Su padre y su abuelo
habían sido abogados, hombres que
se vestían para el éxito. De niño, Edgar
disfrutaba mirar a su padre vestirse en
hermosos trajes de alta costura y telas
costosas. A los 12 años, sabía que él
también quería vestirse así.
Hecho a la
medida
el ani e H e m r y
por
