LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.
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¡El Señor me ministró algo poderoso recientemente y quiero depositarlo en ustedes, padres de Superkids! Primero, déjenme decirles que ¡amo a Jesús! Él siempre está AHI— presente en mi vida. No callado, o tan solo acompañándome en el viaje. Sino ahí—ayudándome, avisándome, corrigiéndome y amándome. He sido madre por 32 años, y Él nunca me ha fallado. El Salmo 92:2 dice: «Es bueno proclamar por la mañana tu amor inagotable y por la noche tu fi delidad» (Nueva Traducción Viviente). Recientemente, estaba hablándole al Señor acerca de mi hija más pequeña, Emily. Estaba pidiéndole que me diera sabiduría en lo que respecta a ella—para que dijera e hiciera las cosas que la ayudaran más. Esa ha sido mi oración por cada uno de mis hijos, y como siempre, Él estaba ahí—revisando mi corazón y dejándome saber lo que necesitaba. Necesitaba perdonar. Ese día, momentos antes, había recibido un mensaje que era innecesario y rudo. Cuando el Señor me mostró eso, rápidamente respondí y perdoné a esa persona. Tan pronto como lo hice, Él me dio este gran entendimiento que estoy por compartir con ustedes. El me recordó en Romanos 8:28 (NTV): «Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperan para el bien de quienes lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos». Esto va mucho más allá que el pobre signifi cado que la iglesia ha creado para cuando atravesamos momentos problemáticos. Es una promesa de que Dios, quien CONOCE el corazón de nuestros niños, lleva a cabo Sus planes además de informárselos al Espíritu Santo y el Espíritu Santo los informa a su equipo. El Señor rápidamente me dejó ver que mi actitud de perdón me había posicionado para que estuviera en Su equipo y que Él estaba obrando para el bien de Emily. Esa revelación trajo tanta claridad, paz y dirección a medida que la medité en los días subsiguientes. La falta de perdón te dejará de lado en el "juego" de la paternidad. Y también lo hará el miedo, la preocupación y el enojo. Las personas se preocupan y tienen miedo por sus niños como si pensaran que eso los AYUDARÁ. El papá o la mamá que tiene miedo, preocupación o falta de perdón no está ayudando a sus niños. ¡De hecho, NI SIQUIERA ESTÁN PARTICIPANDO DEL JUEGO! Yo no me había dado cuenta, pero en ese momento yo estaba fuera del juego y por fuera del equipo de Dios por Emily. Dios está dirigiendo a CADA PERSONA y cada cosa que concierne a ella—dándole favor, corrigiéndola y cualquier otra cosa que su éxito pueda requerir. ¡Tan pronto como perdoné, fui llena de paz, revelación y FE! Descansé en la promesa de que sabría qué decir y qué hacer para que todo sea lo mejor para ella, porque mi Padre, mi entrenador, estaba dirigiéndome. Al fi nal del día, proclamé la fi delidad del Señor. Él ha hecho exactamente lo que prometió y yo lo he seguido. Cuando estamos bien posicionados en el campo de juego, podemos ESCUCHAR claramente lo que Dios nos está diciendo que hagamos. ¡Y cuando ESCUCHAMOS, la fe VIENE. Y cuando la fe viene, CREEMOS. Y cuando creemos, RECIBIMOS! TODAS LAS COSAS, incluyendo la mamá de Emily, estaban obrando por su bien. Hay más revelación que el entrenador te dará si se lo permites. Lee Romanos y Gálatas con esa analogía en la mente. Traerá el propósito que Romanos 8:28 requiere, y la fe para educar a tu Superkid sin miedo ni preocupación. Nosotros somos los padres de los Superkids—niños comunes y corrientes haciendo cosas extraordinarias a través del poder de la Palabra de Dios. Ese es el juego. ¡Participa! todas las cosas cooperan para ® E sq u i na d e l a C o m an da n t e K e lli e ¡Entra al juego! ¡Padres, éste es para ustedes!