LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Abril 2016

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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¡Conviértete hoy en un colaborador de KCM! Impactamos vidas, a través de nuestros colaboradores. es.kcm.org/colaboracion Visita en la web. mundo pasó por varias crisis de las que nunca escuchamos. En esos días, nosotros no teníamos su ciente dinero para que yo pudiera ir con Ken cuando él se iba a predicar, así que yo me quedaba en la casa con los niños. En ese entonces, ellos eran muy pequeños y como yo no tenía muchas oportunidades de salir y ver a otras personas, no tenía mucha relación con otros creyentes. Sin embargo, no me importaba. Yo misma estaba en el medio de un avivamiento. Estaba descubriendo la integridad de la Palabra de Dios. Estaba aprendiendo cómo con ar en Su Palabra de la misma manera en la que podía conf iar en la pa labra de un a migo de conf ianza. E s t a ba v iendo en l a s e s c r it u r a s y escuchando del hermano Hagin que a Dios rea lmente le impor ta lo que dice, y que si yo creí Su Palabra, ésta funcionaría para mí. ¡Ésas fueron las mejores noticias que escuché alguna vez! Pa r a m í , e st ud ia r l a Pa l abr a de Dios era como estar en una búsqueda de tesoros. Hice que fuera mi primera p r i o r i d a d y p e r m a n e c í e n e l l a . Obv ia mente, el t iempo que inver t í rindió sus frutos. Un día, allí mismo sola en mi casa, algo pasó en mi espíritu. Llegue a ese punto en el que la Palabra estaba en mi corazón en abundancia. ¡D e s d e e s e momento, l a s c o s a s empezaron a cambiar rápidamente! Las montañas de circunstancias negativas en mi vida empezaron a moverse. Nuestra familia empezó a caminar en sanidad. Pudimos pagar las montañas de deudas que teníamos. Empezamos a prosperar. Tu deseo sigue a tu atención Yo no hubiera v isto esa c lase de resultados si tan solo hubiera invertido u n p oco de t iemp o en l a Pa l abr a . ¡Un poquito de tiempo no lo logrará! Requiere de muchísima Palabra vivir en sanidad divina. Requiere una constante y cont inua a f luenc ia de la Pa labra para vivir en la prosperidad divina y la BENDICIÓN. ¿Por qué? Porque tenemos un bandido con el que debemos lidiar. Su nombre es Satanás. Él está constantemente tratando de matarnos y robarnos. Y a pesar de que tenemos autoridad sobre él, para poder consistentemente ejercer esa autoridad tenemos que permanecer fuertes espirit ua lmente—y para permanecer espiritualmente fuertes, tenemos que continuamente alimentarnos de la Palabra de Dios. En otras palabras, no podemos ser p e r e z o s o s . N o p o d e m o s t a n s o l o sentarnos por ahí, esperando que Dios nos persiga y nos hable. Perseguirnos no e s l a re sp onsabi l id ad de D ios. A l cont r a r io, l a s e sc r it u r a s d icen: «Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes» (Santiago 4:8) «[Dios] sabe recomp ensa r a qu iene s lo bu sc a n » (Hebreos 11:6). Dios ya ha hecho su pa r te a l hacer que l a Pa l abra e sté a nu e s t r a d i s p o s ic ión . E s n u e st ra responsabilidad el buscarla. " Pero Glor ia , pa re c ier a como si hu bi e r a p e r d i d o m i d e s e o p o r l a Palabra!" ¡Entonces, encuéntralo de nuevo! Tus deseos siguen tu atención, así que puedes cambiar tu deseo, al cambiar en dónde enfocas tu atención. Yo he descubierto en mi propia vida que puedo avivar mi deseo por la Palabra de Dios en un día. Todo lo que tengo decir es: "ok, hoy voy a pasar unas horas extras estudiando la Palabra de Dios. Voy a poner a un lado todo lo demás y pasar tiempo en comunión con Dios". Una de mis maneras favoritas de avivar mi hambre por la Palabra es ir a la Convención de Creyentes. Muchas veces, cuando la convención empieza el lunes, tengo otras cosas en mi mente; es posible que tenga un proyecto en el que estoy trabajando en la o cina y pienso: en algún momento del martes llamaré para ver como están yendo las cosas. Sin embargo, siempre termino no llamando. Ese lunes en la noche, después de pasar el día entero escuchando la Palabra de Dios y alabando al Señor, ya no estoy pensando más en el proyecto. Todo lo que tengo en mi mente es lo que Dios me ha estado diciendo. Leemos en Gálatas 6:7-8: «No se engañen. Dios no puede ser burlado. Todo lo que el hombre siembre, eso también cosechará. El que siembra para sí mismo, de sí mismo cosechará corrupción; pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna». E s i mp osible que l a Pa l abr a de Dios fa l le. Cua ndo se i nv ier te en el la correctamente, siempre produce d iv idendos ma r av i l losos. A sí que , conviértete en un gran inversor espiritual. Haz depósitos grandes de la Palabra en tu corazón. En cualquier economía, esa será la inversiónn más sabia que alguna vez puedas hacer. ¡Los dividendos serán maravillosos!

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