LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Mayo 2016

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

Issue link: http://read.uberflip.com/i/686823

Contents of this Issue

Navigation

Page 29 of 35

¡A eso le llamo un buen Representante! Existe un nacido de nuevo, bautizado con el Espír it u Santo, resucitado, hombre glorif icado en la Trinidad y Él es nuestro Hermano de sangre. Él calificó para recibir el cumplimiento total de la BENDICIÓN de Dios—y ahora ese Pacto de BENDICIÓN es nuestro, porque nosotros estamos en Él. La fe: haciendo una conexión con el Pacto Este es punto que el apóstol Pablo estaba haciendo en Efesios 2:11-12, donde escribió: «Por lo tanto ustedes, que por nacimiento no son judíos, y que son llamados «incircuncisos» por los que desde su nacimiento han sido f ísica mente c i rc unc idados, deben recordar esto: En aquel tiempo ustedes estaban sin Cristo, vivían alejados de la ciudadanía de Israel y eran ajenos a los pactos de la promesa; vivían en este mundo sin Dios y sin esperanza». ¡El Pacto con Dios lo es todo! La gente que vive sin él está atrapada en un sistema mundanal impío guiado hacia el fracaso. Ellos están absolutamente sin esperanza porque la única esperanza verdadera proviene del Pacto con Dios. La misma se origina cuando vamos al libro de Pacto y encontramos una promesa que cubre nuestra situación. Proviene de poder decir: "tengo un acuerdo de sangre con Dios, por lo tanto, esta promesa me pertenece. Estoy seguro de que se cumplirá porque la parte que le toca a Dios en ya está hecha. Él ya ha hecho un pacto conmigo y Él suplirá a todas mis necesidades de acuerdo con Sus riquezas en gloria por Cristo Jesús. Él ha dicho que por las llagas de Jesús yo soy sano" (lee Filipenses 4:19, 1 Pedro 2:24). E s a sí como vencemos c u a ndo esta mos enf rentando una col isión ent re la s le yes in fer iores de este mundo caído y las leyes superiores de Dios. Cuando por un lado estamos enfrentando alguna clase de ataque f ina nciero o f ísico, y por el ot ro l ado vemos lo que l a s esc r it u ra s dicen acerca de la prosperidad y la sanidad, nosotros tomamos nuestra 3 0 : LV V C Una de las mentiras más grandes y peligrosas que ha salido de la boca del diablo, es aquella que nos dice que no somos importantes. Pero nunca se lo creas. ¡Tú eres importante! Todo creyente nacido de nuevo en la Iglesia de Jesucristo tiene un papel importante que cumplir en el plan de Dios. Él tiene una tarea para ti que nadie más puede hacerla como tú puedes. Si no ocupas tu lugar y cumples tu parte, las cosas no marcharán bien. Puedo imaginarme lo que estás pensando: "Gloria, yo sólo soy una persona común, ¿Qué podría hacer que fuera tan significativo?" Mira en Génesis 6 y encontrarás la respuesta a esa pregunta. Allí leemos que la gente se había vuelto tan perversa que Dios se había arrepentido de haberla creado. Él estaba dispuesto a acabar con toda la raza humana, pero no lo hizo. ¿Por qué? Por causa de un hombre: Noé. Este hombre obediente salvó a la raza humana. ¿Qué habría ocurrido si Noé hubiera dicho: "Bueno, es demasiada presión para mí. No puedo vivir de una manera justa delante de Dios en medio de esta generación impía; todos a mi alrededor viven de una forma completamente diferente, sólo piensan en la maldad. No puedo cambiar nada en este mundo perdido; soy sólo un hombre". Gloria a Dios que Noé no pensó de esa manera. No se vio como alguien insignificante y sin importancia. Según Y DIJO EL SEÑOR: «BORRARÉ DE LA FAZ DE LA TIERRA AL HOMBRE QUE HE CREADO, LO MISMO QUE A LAS BESTIAS, LOS REPTILES Y LAS AVES DEL CIELO. ¡ME PESA HABERLOS HECHO!» PERO NOÉ HALLÓ GRACIA A LOS OJOS DEL SEÑOR. Génesis 6:7-8 Hebreos, él se vio como un hombre a quien Dios le había hablado. Noé obedeció a Dios porque creyó en Él, y fue el único que pudo interponerse entre la humanidad y la destrucción total. La próxima vez que seas tentando a desobedecer y restar importancia a las instrucciones de Dios, la próxima vez que te descubras a ti mismo pensando: "Lo que yo hago no es importante", recuerda a Noé. Considera el hecho de que, ya sea que lo entiendas o no, el Señor cuenta contigo para que cumplas tu parte en el plan de Dios. Vive como si fueras alguien importante en el reino de Dios, y tarde o temprano, te darás cuenta de que realmente lo eres. POR GLORIA COPELAND ACUÉRDATE DE NOÉ

Articles in this issue

Archives of this issue

view archives of LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Edición Mayo 2016