LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Julio 2016

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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LV V C : 1 3 te aprobaran un crédito aún con tu historial negativo". La convicción inundó a Barry en oleadas. "Gracias" le dijo, "pero no puedo aceptarlo". El banquero, quién conocía nuestra apretada condición fi nanciera, suspiró. "Tu hijo no irá a la universidad" le dijo. Así parecía. Poniendo frenos a las deudas "Por primera vez en la vida oré y le entregué nuestras fi nanzas a Dios" nos comenta Barry. "Después le prometí al Señor que no pediría un centavo adicional prestado. Estaba determinado a afi anzarme en la Palabra de Dios y a caminar en Sus caminos". Lo primero que Barry tenía que hacer era hablar con Shirley. Él tenía que ser honesto con ella acerca del estado de sus finanzas y debía decirle acerca de la promesa que le había hecho a Dios. Después, juntos, tendrían que decirle a Ben que no podría inscribirse en la universidad. "Él estaba decepcionado, pero nosotros fuimos honestos y lo ay udamos a entender lo que estábamos atravesando", relata Barry. "Le dije que lo enviaría tan pronto como pudiera, sin deudas". Ben consiguió dos trabajos de medio tiempo para ayudar con las fi nanzas. "Nosotros siempre habíamos diezmado; sin embargo, siempre había manipulado esa cifra, cómo diezmar del neto en vez del bruto", recuerda Barry. "Esos días habían terminado. Dimos el diezmo completo y empezamos a ofrendar. Nombrábamos nuestras semillas y sembrábamos para que nuestra hipoteca fuera cancelada, por la educación de los niños y por ser libres de la esclavitud de las deudas". Una de las cosas que Barry admiraba acerca del hermano Copeland es que era un piloto. "Había soñado con volar desde niño" nos dice. "A los 21 años tomé mis primeras clases y en el transcurso de los años estudié para ser un piloto en forma intermitentemente. Ahora sembré una semilla por un avión". "Sé que hubiera tenido que esperar un tiempo; sin embargo, todo cambió de un momento para otro. Empecé a recibir llamadas para hacer grandes proyectos que nunca antes se habían presentado. Empezaron a llegar más trabajos y más dinero, y me puse al día con los pagos de la casa. Poco a poco, empecé a salir de deudas. Además de tener más ingresos, las cosas dejaron de dañarse. El devorador había sido reprendido". Un día Ben regresó frustrado del trabajo. "Mamá" dijo, "aquí están los cheques de mis dos trabajos. ¡Eso no alcanza para nada!" "¿Y que vas a hacer?" le preguntó Shirley. "La única cosa que puedo hacer. ¡Voy a sembrarlo y dejarlo crecer!" Shirley y Barry se alegraron de la decisión. Ellos siempre habían creído que los hijos aprenden más de lo que sus padres hacen que de lo que dicen. Ellos oraron y confesaron que sus hijos jamás serían atrapados por la esclavitud de las deudas, sino que vivirían bajo los principios de Dios. Shirley y Barry estaban viendo como sus semillas echaban raíces y crecían. En el 2006, dos años después de que Ben había planeado empezar la universidad, se mudó a California y se inscribió en la Escuela de Filmación de los Ángeles. Barry pagó en efectivo por esos estudios, y cuando se graduó con un diploma en producción de diseño, Ben no debía ni un centavo. Él se sorprendió de la gran cantidad de estudiantes que se graduaron y que tuvieron que enfrentarse a montañas de deudas. En retrospectiva, los dos años de espera habían valido la pena. En menos de seis años desde que Barry le entregó sus fi nanzas a Dios y le puso el freno a las deudas, los Sharp han pagado todas sus deudas, incluyendo su hipoteca. Son libres de deudas y de estrés. Mientras tanto Barr y consig uió su licencia de piloto. Logró pagar en efectivo por un avión Cessna 172. En el 2015, cuando consiguió su certifi cación para volar por instrumentos, Barry pagó por un Piper Comanche 260 B. "Cuando Barry tenía 16 años fue a un retiro de la iglesia y regaló su auto en una ofrenda" explica Shirley. "Durante nuestros años de casados, una cosecha de muchos autos ha llegado a nuestra vida como fruto de esa semilla. Así que, además de los dos aviones de Barry, en su hangar tiene un Cadillac antiguo, dos corvettes, un camaro SS convertible, un TR3 Triumph y una motocicleta. Cuando su hangar est uvo repleto decidió vender el avión Cessna. Barry se convirtió en un excelente hombre de negocios y se ganó mi respeto". En estos d ías Ba r r y y Sh i rley vuelan a Fort Worth a la Convención de Creyentes en avión propio, y se hospedan en un hotel hermoso. Cuando sus hijos adultos—ninguno de ellos ha tenido deudas—se reúnen con ellos, frecuentemente bromean con su mamá, diciéndole: "Mamá, esta no parece la convención. Nuestro cuarto no huele a mortadela y melón". "Nos cansamos de la religión de malteada y de vivir bajo la esclavitud de las deudas" comenta Barry. "Colaborar con KCM y obedecer la Palabra de Dios nos liberó de ambas. Cuando empezamos a vivir la Palabra que dice: "Da y se te dará…" nuestro mundo cambió y verdaderamente somos bendecidos en todo lo que hacemos. La bendición del Señor nos ha hecho ricos" NOS CANSAMOS DE LA RELIGIÓN DE MALTEADA Y DE VIVIR BAJO LA ESCLAVITUD DE LAS DEUDAS. COLABORAR CON KCM Y OBEDECER LA PALABRA DE DIOS NOS LIBERÓ DE AMBAS.

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