Si alguna vez
has deseado
establecer un
tiempo de oración
diaria, sabes por
experiencia que
no es algo fácil de
hacer. El diablo
peleará en tu contra
con uñas y dientes.
Pondrá toda clase
de presión en tu
carne para no
permitirte que lo
hagas, porque él
odia cuando el
creyente ora.
R e c u e rdo c l a r a me nte l a
batalla que yo enfrenté en esa
área.
Hace años, cuando el Señor
me g u ió a le v a nta r me u na
hor a m á s te mpr a no to d a s
l as ma ña nas pa ra ora r, me
encont ré en u na verdadera
lucha. En mi corazón quería
o b e d e c e r l e a D i o s , p e r o
cuando la alarma sonaba a las
5: 0 0 de la mañana, pa recía
q u e m i c a r n e t e n í a o t r a s
ide a s. En ve z de sa lta r de
la cama, mi carne me decía
lo oscu ro y f r io que estaba
a f u e r a ; m e d e c í a q u e m e
abrigara por una hora más de
sueño. Y muchas mañanas,
eso f ue precisamente lo que
hice.
Si n emba rgo, a pe sa r de
m is fa l los in ic ia les, no me
di por vencida. Ya me había
de c id ido a q ue or a r í a u n a
hora a l d ía . A sí que , si un
día me quedaba dormida esa
hora, empezaba de nuevo al
día siguiente.
Ya había entendido, incluso
desde ese entonces, que los
er rores no deben detener a
los creyentes. Cuando Dios
PODER
nos dice que hagamos algo,
a pesar de que a l comienzo
no teng a mos mucho é x ito,
podemos permanecer en la ruta
hasta que logremos que nuestra
mente y cuerpo se pongan de
acuerdo con el Espíritu y lo
hag a n. Si e x per i menta mos
fallas o errores por el camino
podemos recibir el perdón y
la gracia de Dios, levantarnos
y hacerlo de nuevo. Si nos
damos por vencidos, quedamos
at r apa dos . D ios no pue de
ayudarnos, porque no le damos
nada con que trabajar.
Siempre estaré feliz si me
ma ntengo d á ndole a Dios
a lgo con que trabaja r en el
área de la oración, ¡porque la
hora de oración es la hora de
poder! La oración forta lece
t u h o m b r e i n t e r i o r. N o s
edif ica espiritualmente para
que pod a mos dom i na r l a s
presiones de la carne y vivir
c om o l o s v e n c e d o r e s q u e
hemos nacido para ser.
Piensa en lo que le pasó
a J e s ú s e n e l J a r d í n d e
G et s ema n í y ver á s lo que
q u i e r o d e c i r. C u a n d o é l
f ue a orar horas antes de la
por
Gloria
Copeland
¿
Por qué es importante
decirle no al pecado?
Porque caminar en
pecado evitará
que caminemos
en lo mejor que Dios
tiene reservado.
LV V C
:
1 7