LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Septiembre 2016

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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LV V C : 2 1 humillarte en la presencia de tu Dios. Precisamente por causa de tus palabras he venido». Este ángel había salido del cielo con la respuesta a la oración de Daniel el primer día que Daniel oró. Pero, por qué no llegó sino hasta el día 21. ¿Por qué le tomó tanto tiempo? Mira el versículo 13: «El príncipe del reino de Persia se me enfrentó durante veintiún días, pero Miguel, que es uno de los príncipes más importantes, vino en mi ayuda, y me quedé allí, con los reyes de Persia». Después, más adelante, en el versículo 20 dice: «ahora tengo que volver a pelear contra el príncipe de Persia, y cuando termine de pelea r con él, vendrá el príncipe de Grecia». Estas escrituras son un claro ejemplo de la actividad y la guerra que sucede en los cielos. La guerra en los cielos Algunas veces, cuando hablamos de la guerra que ocurre en los cielos, la gente se confunde. "¿El cielo?" dicen. "Pensé que habían sacado al diablo del cielo". N o s e d a n c u e n t a o n o s a b e n que a t ravés de la Bibl ia se nos ha e n s e ñ a d o q u e e x i s t e n t r e s á r e a s d i s t i n t a s l l a m a d a s c i e l o: e l c i e l o donde Dios habita; el cielo estelar (lo que l lamamos el espacio ex ter ior) y los cielos alrededor de esta Tierra (la atmósfera que rodea este planeta). Este último cielo es donde la guerra espiritual se lleva a cabo (por esa razón Efesios 2:2 llama a Satanás el príncipe del poder del aire). Es a l lí donde los espíritus malignos, como el príncipe de Persia, operan. Desde allí, ellos tratan de controlar las naciones a las que han sido asignados. D e s a f o r t u n a d a m e n t e e l l o s l o s gobernarán a menos que las oraciones del pueblo de Dios se lo impidan. ¿Recuerdas lo que Jesús dijo en Mateo 18:18? «De cierto les digo que todo lo que aten en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desaten en la tierra, será desatado en el cielo». El cielo del que Jesús hablaba no es el cielo donde Dios. ¡La Biblia es la constitución del cielo! Y si todos empezamos a creerla, orarla y actuar de acuerdo con ella en lo que respecta a nuestras naciones, su poder pondrá nuevamente a nuestros países en línea con la voluntad de Dios, y por consiguiente, no habrá nada ni nadie en la Tierra que pueda detenerla. Sin embargo, si queremos ver que esto suceda, tendremos que tomar la PALA BR A de Dios e ir a la guerra e n o r a c ión y e n i nt e r c e s ión f i e l . Desa for t unada mente la mayor ía de nosotros ignora el primer paso para pelear esta clase de g uerra. Porque, como dice Efesios 6:10-12, no es una batalla de carne y sangre, sino espiritual. D e hec ho, ve a mos e sos ver síc u los y miremos lo que dicen exactamente acerca de esta pelea. « Por lo dem á s , her m a no s m ío s , manténganse firmes en el Señor y en el poder de su fuerza. Revístanse de toda la armadura de Dios, para que puedan hacer frente a las asechanzas del diablo. La batalla que libramos no es contra gente de carne y hueso, sino contra principados y potestades, contra los que gobiernan las tinieblas de este mundo, ¡contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes!» Lee el último versículo de nuevo. La mayoría de creyentes tienen su mente tanto en la Tierra (o son tan carna les en su mente) que nunca se dan cuenta de dónde realmente vienen los ataques del enemigo. Culpan las circunstancias, gastando su energía al pelear contra las condiciones naturales, en vez de las causas sobrenat ura les. ¡Nece sit a mos de sp er t a r nos a nte l a guerra que está ocurriendo en el ámbito celestial! Podemos ver una visión clara de esto en Daniel 10:12. Allí encontramos que Daniel había estado ayudando y orando por 21 días, esperando por una palabra de pa r te del SEÑOR . Después u n ángel se le apareció y le dijo: «No tengas miedo, Daniel, porque t us pa labras fueron oídas desde el primer día en que dispusiste tu corazón a entender y a si él es el peor reprobado en todo e l mu nd o. É l e s c u c hó l a or a c ión del Rey Nabucodonosor, ¡y c réeme que e so sig n i f ic a que e sc uc ha r á a cualquier líder! Cuando tengas tiempo, te animo a que vayas a Daniel 4 y leas la historia de Nabucodonosor, porque ese es un ejemplo poderoso de lo que estamos hablando. Verás, Nabucodonosor era el rey de Babilonia y era un gobernante pagano, de una nación pagana. Sin embargo, había tomado cautivos de la tierra de Judá. Él tenía algunas personas bajo su autoridad. Por lo tanto, Dios empezó a obrar en él. Una y otra vez , Dios le adv ir tió: Nabucodonosor, te volverás loco si no haces las cosas bien. Sin embargo, se rehusó a escuchar y obviamente se volvió tan loco como es posible. Per ma nec ió a sí p or v a r ios a ños. Corrió en el bosque para arriba y para abajo como un hombre salvaje. Después, un día clamó por ayuda a Dios y Él lo escuchó. Sin importar que haya sido un rey pagano de una nación pagana, Dios intervino una y otra vez en la vida de Nabucodonosor y lo escuchó cuando f inalmente le pidió ayuda. ¿Por qué? ¡Porque Su pueblo estaba bajo su control! Si oráramos por ellos… Este principio tan simple todavía es cierto. Si abrimos el camino a través de la oración, ¡Dios obrará en nuestros l íderes! Él ca mbia rá el coraz ón de cada uno de ellos, desde el presidente hasta el puesto más insig nif icante, hasta asegurarse de que Sus hijos sean gobernados con justicia. De hecho, si nosot ros ta n solo obedecemos 1 Timoteo 2:1-2, no existirá consejo de ninguna clase—ningún rey, presidente, c o n g r e s o — n i n a d i e q u e p u e d a derrumbar el propósito de Dios para Su pueblo. La constitución de los Estados Unidos es un documento maravilloso, ungido por Dios en su forma original. Pero, aun así, no se compara con la PALABRA de publicada originalmete en Mayo de 1988

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