LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Agosto 2016

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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2 2 : LV V C Jesús reg resa rá muy pronto pa ra llevarnos con Él, y antes de que eso suceda, Dios va a mostrarse fuerte en la Tierra, a través de una muestra enorme de Su poder. Él manifestará Su gloria a través de la iglesia de maneras milagrosas. Él derramará Su Espíritu sobre todo ser, para que todo el mundo en la Tierra, tenga la oportunidad de saber que Jesús es el Señor. Dios está levantando una generación de creyentes en este tiempo, que, en vez de dejarse pisotear por el mundo, caminará por encima de éste con un poder sobrenatural. De la misma manera que Él levantó a los israelitas antes de su éxodo, para que tuvieran el respeto de los egipcios, nosotros también seremos respetados antes del arrebatamiento de la Iglesia. Es posible que no seamos muy populares, pero, tendremos la atención de la gente, porque seremos una: "iglesia gloriosa, sin mancha o arruga, o nada parecido" (Efesios 5:27). Ese es el plan de Dios y sin lugar a duda, lo cumplirá. La única pregunta es: ¿Cuán grande es la parte que tú y yo escogemos tener en todo esto? Personalmente, quiero estar en el medio de la acción, ¿y tú? No quiero estar parada a un lado viendo a la gente de Dios moverse, quiero ser una de las personas que está en el frente, permitiéndole moverse a través de mí. Quiero ser una de las personas de las que Dios se refería en Hechos 2:18-19, cuando dijo: «En esos días derramaré de mi Espíritu sobre mis siervos y mis siervas, y también profetizarán. Haré prodigios en el cielo, y en la tierra se verán señales de sangre, de fuego y de vapor de humo». ¿Cómo podemos, como creyentes, asegurarnos de estar incluidos en ese grupo? S e g u n d a d e C r ó n i c a s 16 : 9 n o s proporcina la respuesta. Dice así: «Los ojos del Señor están contemplando toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que mantienen hacia él un corazón perfecto. Pero en este caso tú has actuado como un necio. Por eso, de ahora en adelante te verás envuelto en más guerras». En e s t e d í a d e l d e r r a m a m ie nto espiritual, Dios escoge como los siervos que van en la fila del frente, a aquellos creyentes que le son completamente devotos. Él no manifestará Su poder a través de cristianos que tienen un pie en la Palabra y otro en el mundo. Él buscará a aquellos cuyos corazones son perfectos hacia Él. La palabra perfecto, en este contexto, significa: "consagrado, dedicado, leal" No se refiere a alguien que jamás se equivoca o comete un error. Sin embargo, como Hebreos 3:2 dice: «Él es f iel al que lo constituyó, como lo fue también Moisés en toda la casa de Dios». Por esa razón, Dios continuó obrando con él. Él necesitaba conta r en ese momento de la historia con un hombre fiel. Necesitaba tener a alguien, a través del cual, se pudiera mostrar fuerte y hacer señales y prodigios sobrenaturales. Si has leído la historia, sabes que Dios no solamente se apareció desde el cielo y les reveló Su poder a los egipcios, sino que obró a través de Su siervo. «Dio a conocer sus caminos a Moisés; los hijos de Israel vieron sus obras» (Salmo 103:7), y después Moisés extendió su mano y ordenó que la voluntad de Dios se hiciera. Hoy día, Dios todavía usa el mismo método. Por esa razón, durante muchos años nos ha enseñado a ponerle atención a Su Palabra y a vivir nuestra vida por medio de la fe. Él quiere que conozcamos Su camino para que podamos obedecerlo, seg uir los susurros de Su Espírit u y ordenar que Su voluntad se haga en la Tierra. Él quiere que estemos preparados para que podamos ser parte de este gran derramamiento de los últimos tiempos. ¡Él quiere que nosotros seamos las personas con corazones fieles! Más que una fórmula "Pero Gloria", alguien podría decir, "la escritura que habla acerca de que Dios busca gente con corazones fieles está en el antiguo testamento. ¿Estás segura de que eso aplica a nosotros como creyentes del nuevo testamento?" Absolutamente. Jesús lo confirmó. En Marcos 8:34-35 dijo: «Luego llamó a la gente y a sus discípulos, y les dijo: «Si alguno quiere seguirme, niéguese a sí mismo, tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá, y todo el que pierda su vida por mi causa y del evangelio, la salvará». A l decirnos que tomemos nuestra cruz, Jesús no estaba diciéndonos lo que algunas tradiciones religiosas enseñan: que debemos sufrir sin quejarnos bajo del dedo del diablo. No nos decía que debemos pasivamente aguantarnos cosas como la enfermedad y escasez. No, Él nos estaba llamando a ser fieles. Nos pedía que neguemos nuestra carne; que no vivamos para complacernos a nosotros mismos, sino para complacerlo a Él. Él decía, como lo repitió una y otra vez durante su ministerio, busquen primeramente el Reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas… Jesús le respondió: «"Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente." (Mateo 6:33, 22:37, Reina Valera Contemporánea). En otras palabras, pon todo tu corazón en Él, haz de Él tu prioridad y después todo lo demás te será añadido. El apóstol Pablo lo dijo de ésta manera en Colosenses 3:1-2: «Puesto que ustedes ya han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios. Pongan la mira en las cosas del cielo, y no en las de la tierra». Tristemente, muchos cristianos no han puesto atención a versículos como ese. Han tratado de caminar en la bendición de Dios, pero no han puesto sus corazones en el Señor. Aún algunos de los llamados "gente de fe", han buscado recibir cosas de parte de Dios sin realmente entregarse a Él. Han tratado de usar la fe como una fórmula, haciendo las confesiones correctas mientras que, en lo profundo de su corazón, están lejos de Dios. Eso no funciona. La verdadera fe Bí blica no es una fórmula. No se trata tan solo de declarar ciertas cosas y dar ciertos pasos. Es un asunto del corazón. Ken y yo podemos dar testimonio al respecto. Cuando escuchamos acerca de vivir por medio de la fe, la primera cosa que hicimos fue dedicarnos completamente a Dios. Antes de saber mucho acerca de cómo mantenernos en Su Palabra, hicimos el firme compromiso de poner la Palabra de Dios en primer lugar en nuestra vida, y obedecerla sin importar cual fuera el precio. No estoy diciendo que en ese momento dominábamos completamente el arte de la fidelidad. Esto sólo fue el comienzo. Como todos los creyentes, Ken y yo teníamos que revisar nuestros corazones constantemente. Todos los días teníamos que decidir pasar tiempo con Dios y hacer de Él nuestra prioridad, para que nuestros corazones no

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