LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Agosto 2016

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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LV V C : 5 signif ica exactamente tener la clase de fe de Dios? Es la clase de fe que recibiste cuando naciste de nuevo (Efesios 2:8). Es la fe de Dios y Él te la dio como regalo, y cuando la pones a trabajar en tu vida, obra de la misma manera que obró para Él en Génesis 1. R ec uerd a lo que l a Bibl ia d ic e e n l o s v e r s í c u l o s 1-3: «Dios, en el pr inc ipio, c reó los cielos y la tierra. La tierra e staba de sordenad a y v ac ía , las tinieblas cubrían la faz del abismo, y el espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas. Y dijo Dios: «¡Que haya luz!» Y hubo luz». E stos v er síc u los mue st r a n muy claramente que el poder de Dios estaba presente en la creación aún antes de que algo sucediera. Él estaba moviéndose sobre el agua, aún mientras la T i e r r a e s t a b a d e s o r d e n a d a y vacía. Y sin embargo, nada suce d ió h a st a que Él l ib eró Su fe con Sus pa labras. Fue solamente cuando habló y dijo: «¡Que haya luz!» Y hubo luz». El m ismo pr inc ipio apl ica para nosotros como creyentes. El poder de Dios ya está presente en nosotros y con nosotros. Él ya nos ha hablado a través de Su PALABRA escrita. Aún así, para que esa PALABR A se cumpla en nuestra vida, tenemos que empezar a declararla. Debemos liberar nuestra fe con palabras. Ejemplos poderosos que puedes seguir Podrías decir: "pero, hermano Copeland, no estoy seguro de cómo hacerlo". Entonces busca en la Biblia y mira cómo otras personas lo han hecho. Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento están llenos de ejemplos que puedes seguir— personas que, en vez de sentarse a esperar a Dios, se levantaron en fe, e hicieron lo que Dios cada problema será establecido. En este momento estás en medio de dos testigos opuestos. De un lado tienes a Dios y las fuerzas del cielo. Al otro lado tienes a Satanás y las fueras del infierno. ¿Quién decidirá cómo serán las cosas? Tú lo harás. Tú eres el testigo decisivo. Tú eres la voz que rompe el empate y libera el poder de Dios para que obre en tu vida. Eso es lo que sucedió cuando naciste de nuevo. Rompiste las ataduras que el diablo tenía en ti al tomar el lado de Dios. Fuiste testigo de lo que Él hizo por ti hace 2.000 años en el calvario, y decidiste "confesar con tu boca al Señor Jesús y creer en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muer tos (Romanos 10:9). A l poner tu fe en la redención que Dios ya había provisto, recibiste de acuerdo al modelo revelado en 2 Corintios 4:13: «Pero en ese mismo espíritu de fe, y de acuerdo con lo que está escrito: «Creí, y por lo tanto hablé», nosotros también creemos, y por lo tanto también hablamos». ¡Así es como se libera la fe! Es la manera en la que recibes, no solamente el nuevo nacimiento, si no c ad a u na de l a s ot r a s BENDICIONES que Dios ha provisto. Encuentras lo que la PALABR A dice—la fe viene por el oír de la PALABRA de Dios—después, pones tu fe a trabajar con tus palabras. Haces lo que Jesús nos ordenó en Marcos 11:22-23: «Jesús les dijo: «Tengan fe en Dios. Porque de cierto les digo que cualquiera que diga a este monte: "¡Quítate de ahí y échate en el mar!", su orden se cumplirá, siempre y cuando no dude en su corazón, sino que crea que se cumplirá». La frase «Tengan fe en Dios» puede también ser traducida: tengan la clase de fe de Dios. ¿Qué 5 A hora, Dios, no está sentado en el cielo tratando de decidir lo que va a hacer por ti. Él ya ha decidido—¡y ha escogido BENDECIRTE! El eligió enviar a Jesús a la cruz por ti, y hacer que resucitara de entre los muertos, por ti. Él lo envió para que fuera tu redentor, para que así todas las promesas en la Biblia puedan ser tuyas en él: "«sí», y en él «Amén», por medio de nosotros, para la gloria de Dios». (2 Corintios 1:20 RVR1995). Esto signif ica, que cuando se trata de recibir esas promesas, tú no estás esperando en Dios. Él está esperando por ti. Luego de haberte dado Su PA L A BR A, a hora Él está esperando que tú la creas y la declares. Está esperando que digas lo que Él dijo para que Jesús, el Sumo Sacerdote de tu confesión, pueda hacer que suceda. Por supuesto, al mismo tiempo el diablo y sus fuerzas también están esperando. Ellos también quieren escuchar qué vas a decir. Sin embargo, al contrario de Dios, ellos no quieren que declares LA BENDICIÓN. Ellos están esperando que declares la maldición. De acuerdo con Deuteronomio 19:15, de la boca de dos testigos David le cortó la cabeza a Goliat con una espada y tú puedes cortarle la cabeza a los problemas en tu vida con la espada de la PALABRA de Dios. Efesios 6:16-17

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