LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Octubre 2016

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

Issue link: http://read.uberflip.com/i/739614

Contents of this Issue

Navigation

Page 14 of 27

LV V C : 1 5 a comer más y a socializar. Era increíble verlo". En el 2011, cuando tenía 15, Timothy empezó a tomar el tren hacia Cambridge para almorzar con un amigo. Un día, les dijo: "¡Mamá, estoy perfecto. Es hora de tirar ese diagnóstico!" El doctor a cargo de la unidad de autismo les dijo: "Nunca se me ha pedido que quite un diagnóstico". Después del examen, dijo. "¡Él no tiene ninguna enfermedad! ¡Me a legra quitar este diagnóstico!" Ese día Chris era el padre más feliz del mundo. La fe pelea de nuevo James se sentó en el piso un día cuando Deborah notó que su expresión cambió. En un abrir y cerrar de ojos, él empezó a aplaudir y a dar vueltas. ¡Estaba retrocediendo! Deborah corrió hacia el cuarto sollozando. "En un segundo, fui presa del miedo y perdí la fe" nos explica. "¡Cuando corría hacia el cuarto, el Señor me habló!" Me dijo: ¡DEJA DE LLOR AR! ¡NUNC A permitas que Satanás te haga llorar! S u s l á g r i ma s s e s e c a ron en u n nanosegundo y ella entendió. No tenía que correr y llamar a sus amigos en la línea de oración de los Ministerios Kenneth Copeland. Ella no tenía que esperar a que un hombre o mujer de fe fueran a Inglaterra. Había aprendido sobre su autoridad. Y como una osa enfurecida protegiendo a su osezno, volvió hacia el cuarto y la usó. "¡En el Nombre de Jesús, autismo, ¡saca tus manos del cuerpo de mi hijo!" Ella declaró. "¡Déjalo ahora mismo!" Inmed iatamente, la ex presión de James volvió a la normalidad. Él sonrió y continuó jugando. "Esto sucedió tres años después de que me conectara con los Ministerios Kenneth Copeland y un años después que Andrew Wommack orara por él. Sin ninguna duda el enemigo estaba tratando de traer el autismo de nuevo a su vida, pero yo había aprendido a usar mi autoridad y no se lo permití." Fe para la restauración Cuando Ja mes tenía 8, Debora h y C h r i s l o l l e v a r o n p a r a q u e fuera reevaluado. Fe por un milagro "Llevar a Timothy y a James en un viaje durante la noche era similar a enviar a la 8va. división aérea transportadora", recuerda Chris. "Era abrumador llevar a James dentro del carro en un viaje de dos horas, sabiendo que no comería hasta que regresáramos a casa y tener que hacerlo dormir en un hotel era un gran reto. Nos tomó mucha oración, pero lo logramos; incluso James comió". Lo que pasó a continuación, f ue tramado por el enemigo para que los niños tuviesen tanta angustia que no pudiesen recibir la oración. A la media noche, una luz muy fuerte empezó a brillar a través de la ventana de la habitación y una alarma de incendio comenzó a sonar. Una voz muy fuerte comenzó a evacuar el edificio. Tratando de sacarse el sueño de sus ojos, los niños saltaron de su cama y siguieron a sus padres hacia el pasillo como si nada estuviese sucediendo. Después de estar en el frío por media hora, ellos fueron de vuelta a su cuarto, se subieron a su a cama y se acostaron dormir. El ser vicio estaba preparado para la mañana siguiente; esperaron en una larga f ila por oración. Cuando sólo faltaban cinco personas en la fila para que llegaran a ellos, Andrew Wommack dejó de ministrar. Las lágrimas empezaron a correr por la cara de Deborah. Cerca, alguien vio a Deborah llorando, y corrió hacia el hermano Wommack. «¿Por favor, sólo una oración más?" Andrew Wommack impuso su mano en la cabeza de cada niño y declaró: "¡En el nombre de Jesús, le ordeno al autismo que se vaya!" Mirando a Chris y a Deborah, dijo: "Ustedes son ahora padres de niños normales y sanos". Un nuevo día "Para ser honesto, no quería albergar mucha esperanza", nos comenta Chris. "Pero desde ese día ellos mejoraron. Cuando llegamos a casa, James llamó a su vecino y jugaron toda la tarde. Esa noche, por primera vez en su vida, durmió toda la noche. Y ha dormido todas las noches desde ese día. Dos semanas después lo pasamos a su propio cuarto. Él empezó recordaba la última vez que había tomado un trago de whiskey. Ya no lo necesitaba. El pánico se había ido, la ansiedad ya no estaba y no tenía desesperación. "Las cosas empeza ron a cambia r i n m e d i a t a m e n t e p a r a l o s n i ñ o s , especialmente para Tim. James todavía no podía hablar, pero ambos se convirtieron en niños felices. Ellos empezaron a hacer contacto visual y a involucrarse con nosotros. A hora quer ían sa l ir. Empezamos a tener picnics y a jugar en el parque". Contraataque Durante el siguiente año, los niños progresaron tanto que Deborah empezó a escolarizarlos en la casa. En la primavera del 2008, ella conoció a otra madre en el parque la cual su hija había sido diagnosticada con trastorno neurológico de autismo. Tratando de ayudar, la mujer empezó a hablar acerca de los problemas que tenía James, tratando de sugerir tratamientos. Sus palabras hicieron enojar a Deborah, pero ella trató de ser amable. "Yo creo que Dios lo está sanando", le contestó. "Él está mucho mejor". La mujer trajo a su hija para que juga ran tres veces; el la continuaba haciendo comentarios acerca de las características del autismo de James. En dos semanas, James había retrocedido al punto que estaba mucho peor desde que le diagnosticaron trastorno neurológico de autismo. Dejó de hacer contacto visual y empezó a volverse más retraído, rehusándose a salir. Se negaba a comer y vomitaba cuando veía otras personas comer; también evitaba vestirse. Si Deborah abría las ventanas, James se ponía histérico. Y si alguien venía de visita, él se ensimismaba en una silla giratoria y quedaba inconsciente. "Dios, yo sé que esto es solo un ataque", oraba Deborah. "Yo sé que el autismo fue derrotado en la cruz. Yo sé que James fue sanado. Lo que no sé es cómo atravesar este obstáculo". Un día, Chris leyó acerca de que un ministro americano, Andrew Wommack, que predicaría en Inglaterra y decidió llevar a los niños.

Articles in this issue

Archives of this issue

view archives of LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Edición Octubre 2016