LV V C
:
1 9
efectivo por una casa? Jamás había
escuchado algo así. Mis padres jamás
habían comprado una casa, y en ese
momento yo tenía unos 25 años.
Sin embargo, encontré una escritura
pa ra edif ica r mis ex pectativas y
mantenerme f irme por una casa. Y
una de las escrituras principales en la
que me mantuve fue en ese capítulo
de Proverbios 24. ¡Este versículo nos
compró la casa y después la llenó!
S ol í a d e c i rle a l S e ñor : "¡Por
fe veo a nuestra familia y nuestra
c a sa e d i f ic ad a p or l a sabidu r ía
de Dios! Veo el conocimiento de
Dios llenando cada habitación con
riquezas preciosas y ag radables".
C u a n d o l a s i t u a c i ó n p a r e c í a
i mp osible , me ma nten ía en e sa
e s c r it u r a . E l d i a b l o m e d e c í a
cosas como: "Seg uramente jamás
tendrás una casa nueva"; "¿Dónde
has escuchado que alguien puede
paga r en efect ivo por una casa?
¿Cómo conseguirás todo ese dinero?
Sin embargo, yo había encontrado
ot r a e s c r it u r a : «Y D io s p u e d e
hacer que toda gracia (cada favor y
bendición terrenal) venga sobre ti en
abundancia, para que siempre y bajo
toda circunstancia y sin importar
la necesidad, seas autosu f iciente
[poseyendo lo suf iciente para no
pedir ayuda o favor de los hombres
y les abunde para ay udar en toda
buen a obr a]» (2 C or i nt ios 9:8 ,
AMPC).
Gracias a esta escritura yo podía
decir en fe: "¡Dios puede! No necesito
saber cómo nos dará una casa nueva.
Todo lo que tengo que hacer es confiar
que Él puede, y lo hará".
Por mucho tiempo parecía que
no existía ninguna manera en la que
podríamos ser dueños de una casa.
Hasta el día en que tomamos la
decisión de "no pedir prestado dinero",
habíamos pedido prestado para todo
lo que habíamos comprado. En lo
natural, pagar en efectivo por una casa
parecía imposible.
S i n e m b a r g o , m e m a n t u v e
publicada originalmente en Diciembre de 1998