LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Noviembre 2016

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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que su furia es política, pero no lo es. Es espiritual. La puerta del gobierno de los Estados Unidos ha sido abierta de par en par al espíritu de división, y la nación entera está sufriendo por eso. Este sufrimiento jamás ha sido parte del plan de Dios para este país. Él nunca quiso que los estadounidenses se dividieran cada vez que pudieran y se pelea ran entre sí. Su sueño siempre ha sido que esta tierra sea un lugar donde todas las personas con diversos transfondos culturales pudieran a laba rlo libremente, en unidad. Él quería un lugar en donde la gente no estuviera dividida por esta clase de diferencias, las llamadas "razas". De todos modos, en cuanto a Dios se refiere, sólo existen dos razas en la Tierra—aquellos que deciden ser parte de Su familia y aquellos que no. Desde Su perspectiva, la división entre esos dos grupos es la única que existe. Él nunca ha dividido a la humanidad basado en dinero, ropa, cultura, geografía o el color de la piel. La gente empezó a escuchar a l diablo y se les ocurrieron esas divisiones. El enemigo se introdujo y comenzó a crear estragos. Eso fue lo que sucedió en los Estados Unidos. El sueño de Dios es que personas de todos los colores — negros, rojos, blancos, trigueños y amarillos—vivan y lo glorif iquen juntos. Si dudas a l respecto, tan solo mira el cielo. Apocalipsis 7:9- 10 dice cómo lucirá: «Después de esto vi aparecer una gran multitud compuesta de todas las naciones, t r ibu s , p ue blo s y le n g u a s . E r a imposible saber su número. Estaban de pie ante el trono, en presencia del Cordero, y vestían ropas blancas; en sus manos llevaban ramas de palma, y a g randes voces g r itaban: «La salvación proviene de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero». Dios nunca pretendió que existiera enemistad entre la gente y las razas. ¡Él Nunca qu iso que el hombre negro llegara a los Estados Unidos en un barco de esclavos! Esa no es la manera en la que Dios hace las cosas. Él nunca quiso que el hombre rojo creyera en la brujería y se peleara con otras tribus. Ni tampoco, que el hombre blanco dominara y asesinara a los que habitaban estas tierras antes de llegar. S u p l a n s i e m p r e h a s i d o l a B E N D I C I Ó N — l a s p e r s o n a s uniéndose a través de la fe en Él y prosperando juntas. Esta nación fue construida bajo el fundamento de la fe en el Dios viviente. Él quería derramar Su presencia en Su gente, aquella que le había dedicado esta tierra.2 Y Él hizo Su parte para que sucediera. Protegió a los primeros colonos de maneras asombrosas, y ha seguido protegiendo este país desde entonces. Somos nosotros los que hemos arruinado las cosas. Pero, sin importar lo que haya sucedido, esta nación fue dedicada a Él y tal como Él lo ha hecho con Israel, Su pueblo, nunca se ha dado por vencido. Él es así. Él permanece con ellos, y permanece con ellos, hasta que Su sueño se hace realidad. A ntes de que Jesús reg rese y se lleve la iglesia, creo que nosotros estaremos en unidad y haremos lo que sea necesa r io que haga mos. Oraremos y votaremos por personas justas en autoridad, que lidia rán con el espír it u de d iv isión. Nos levantaremos en unidad y elegiremos líderes que defenderán lo correcto, pero lo harán con bondad y amor, en vez de hacerlo de maneras que provocan mayor división. Como resultado, este país será otra vez una verdadera nación bajo Dios. 8 : LV V C es familiar, algunas veces olvidamos e l d i c h o: Un i d o s v e n c e r e m o s , d i v id ido s p e rd e r emo s . É s te no es tan solo un dicho v iejo —sino que es una ley espirit ua l. Como Jesús lo dijo: «Todo reino dividido internamente acaba en la ruina. No hay casa o ciudad que permanezca si internamente está dividida» (Mateo 12:25). Por lo tanto, cualquier cosa que el diablo puede dividir, la puede destruir. Especialmente, aquellos de nosotros que vivimos en los Estados Unidos de A mér ica, necesitamos da rnos cuenta del peligro, porque la unidad espirit ua l es una de las verdades en la que esta nación fue fundada. Aún, nuestro juramento a la bandera dec la ra que: "somos una nac ión bajo Dios, ind iv isible". Nuest ra for ta leza como nación, y por lo tanto nuestra libertad, siempre ha dependido de nuestra indivisibilidad. A pesar de eso, en este momento los estadounidenses están eligiendo facciones y peleándose entre sí como fieras. Los demócratas y los republicanos ha n ido muc ho más a l lá de sus desacuerdos y votos antagonistas. Muchas personas en ambos partidos políticos han llegado al punto en el que odian al líder opositor. Una cosa es que los estadounidenses estén en desacuerdo con las decisiones de los líderes y se rehúsen a votar por él o ella. Pero otra muy distinta es cuando su descuerdo se convierte en odio. Eso es algo completamente en contra de la naturaleza. Y aún así, está sucediendo. L o o b s e r v é d u r a n t e l a administración presidencial anterior, y lo e s toy o b s e r v a nd o e n e s t a administración. A lgunas personas están tan furiosas con el presidente, que prácticamente se enloquecen con sólo escuchar su nombre. Piensan

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