LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Febrero 2017

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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"Pero hermano Copeland ", podrías decir, "he probado creerle a Dios en el pasado por algunas cosas y pareciera que no puedo hacerlo. Probablemente yo no tengo en mí lo necesario para lograrlo." De hecho, ¡sí lo tienes! Primero, tienes la fe de Dios, la cual recibiste como un regalo en el momento que recibiste a Jesús como tu SEÑOR (Efesios 2:8). Segundo, tienes acceso a Su PALABRA en abundancia. En cualquier momento en el que lo decidas, puedes abrir tu Biblia y leer el pacto de BENDICIÓN que te pertenece en Cristo Jesús. En cualquier momento, de día o de noche, puedes activar el reproductor de CD o DVD, o sintonizar la cadena BVOVN (NDT: disponible sólo en idioma inglés) y escuchar predicar la PALABRA ungida de Dios. ¡A eso le llamo yo estar equipado para creerle a Dios! Lo tienes todo. La PALABRA de Dios está más disponible ahora de lo que ha estado en toda la histor ia de la humanidad—y como Romanos 10:17 lo dice: «Así que la fe proviene del oír, y el oír proviene de la palabra de Dios». Nota que ese versículo no dice que la fe podría provenir. No dice que la fe proviene algunas veces. No; dice que si continúas escuchando y escuchando la PALABRA de Dios, ¡la fe llegará! Punto final. La fe siempre llega, todas las veces, porque es una ley espiritual; y las leyes espirituales son más poderosas y exactas que las leyes naturales. Nunca fallan. No h a c e muc ho t iemp o, e s t a ba compartiendo tiempo con el SEÑOR cuando me dijo: Kenneth, piénsalo de esta manera. Cuando pones agua en la tetera, si la pones en el fuego y la mantienes calentándose, el resultado es certero. No tienes que tocar o sentir el agua todo el tiempo para saber si está subiendo de temperatura. No tienes que confirmar con evidencia sensorial si las leyes termodinámicas están en funcionamiento. Sabes lo que pasará. Si estás al nivel del mar, cuando el agua alcance los 100 grados ce nt íg ra d os (212 g ra d os Fah re nh e it) comenzará a hervir. No existe agua que no hierva. No existe tal cosa. El m ismo pr inc ipio apl ica en el ámbito espiritual. ¡No existe una fe que no llega! Si mantienes el fuego ardiendo en la PALABR A que vive en ti, la fe eventualmente hervirá en tu espíritu. No lo sentirás físicamente, porque la fe no se detecta en tu cuerpo natural. Sin embargo, si mantienes la escritura en el fuego, un día tu fe hervirá. Y cuando lo haga, comenzará a silbar en tu interior como el pico de una tetera. A pesar de que nada en el exterior parezca haber cambiado, en tu corazón sabrás que le has creído a Dios. Podrás exclamar lleno de júbilo y con confianza: "¡La victoria es mía! ¡Ahora mismo!" Cómo alcanzar el punto de júbilo "Pero hermano Copeland ", podrías decir, "¿de veras puedo estar seguro de que tengo la victoria antes de que mis circunstancias hayan cambiado?" Puedes hacerlo cuando tienes fe, porque, como Hebreos 11:1 lo dice: «Ahora bien, tener fe es estar seguro de lo que se espera; es estar convencido de lo que no se ve». La fe hace que le respondas a la PALABRA de Dios de la misma manera que le respondí a las noticias que recibí en lo natural acerca de una propiedad que Gloria y yo queríamos comprar. Yo había hecho una oferta para comprarla, y después de esperar varios días por una respuesta, nuestro agente de bienes raíces nos llamó y nos dijo: "¡Aceptaron la oferta!" En ese momento, no habíamos firmado ningún papel. Yo no tenía la más mínima evidencia física de que el acuerdo se había concretado. Sin embargo, lo creía. No me retorcí las manos y le dije a Gloria: "Esperemos, realmente esperemos, que de verdad sea cierto." Tampoco dije: "Me dijo que aceptaron nuestra oferta, pero esperemos que no cambien de idea." Por el contrario, comencé a regocijarme de inmediato. Miré a Gloria y exclamé lleno de conf ianza: "¡Es nuestra! ¡Lo conseguimos!" En esa situación en particular, la única seg uridad que yo tenía era lo que alguien me había dicho por teléfono. Sin embargo, lo creía y eso era suficiente. ¿Cuánto más debiera ser suficiente para nosotros cuando tenemos la PALABRA de Dios? ¿Cuánto más deberíamos gritar acerca de lo que Él dijo? ¡El pacto de BENDICIÓN de Dios es infinitamente más emocionante que el mejor terreno que alguien pueda comprar! Así que si todavía no estás gritando, empieza a pasar más tiempo en el Pacto. En vez de desanimarte, pon la PALABRA en primer lugar en tu vida y tus horarios. Mantente en ella una y otra vez hasta que la fe llegue. Si has estado luchando contra la enfermedad o la escasez, encuentra escrituras de sanidad o prosperidad y escríbelas en un anotador o libreta. Después, lleva contigo esa libreta y léela cada vez que tengas una oportunidad durante el día. Léela antes de irte a dormir, y nuevamente en la mañana cuando te despiertes. En otras palabras, haz lo que Dios dijo en Proverbios 4: «Hijo mío, presta atención a lo que te digo. Escucha atentamente mis palabras. No las pierdas de vista. Déjalas llegar hasta lo profundo de tu corazón, pues traen vida a quienes las encuentran y dan salud a todo el cuerpo» (Versículos 20-22, NTV). La palabra salud en la última frase del pasaje puede ser traducida como medicina. Me g usta esa versión en particular porque ref leja una verdad espiritual vital. La PALABRA de Dios realmente es medicina espiritual –sobrenatural– y cuando se toma de acuerdo a la prescripción, libera Su poder sanador y milagroso, no sólo para tu cuerpo, sino para cualquier área de tu vida. Sólo las escrituras de sanidad que escribiste en tu libreta serán suficientes para sanar toda enfermedad y dolencia existente. Tan solo esa pequeña lista que llevas en el bolsillo puede usarse para curar a cada persona que sufre en el mundo. ¡Una PALABR A de parte de Dios puede cambiar la vida de alguien 5 4 3 2 1 LV V C : 5 CONSEJOS PRÁCTICOS Dios te dio Su fe como un regalo en el momento en el que naciste de nuevo. Efesios 2:8 Puedes desarrollar tu fe en cualquier área de tu vida al ponerle atención a la PALABRA de Dios. Proverbios 4:20-21 Escuchar y escuchar la PALABRA de Dios una y otra vez siempre hace que la fe llegue; es una ley espiritual. Romanos 10:17 Cuando llega la fe, tú sabes que la Victoria te pertenece, aun si los hechos de tus circunstancias no hayan cambiado. Hebreos 11:1 Los hechos son temporales, la verdad espiritual es eterna; si te aferras a la verdad, esta cambiará los hechos. Juan 8:32

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