LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Marzo 2017

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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a su lado y le hablé acerca de la gracia maravillosa del amor de Jesús". En el trabajo, Len y Cathy comenzaron a ser conocidos como el escuadrón de Dios. Le hablaban a todo el mundo acerca de Jesús. Después del trabajo, y todavía con el maquillaje del escenario en su rostro, ellos corrían a las cárceles y a las casas de paso para compartir las buenas noticias. Cientos de personas aceptaron a Jesús. Iglesias de todas las denominaciones los invitaban a compartir su historia. El diablo ordena un ataque El diablo lo odiaba… y actuó rápido para detenerlo. Tres meses después de que Len Mink le diera su vida a Jesús, fue atacado con una enfermedad terminal. "Los médicos la diagnosticaron como anemia hemolítica autoinmune", Len comenta. "Estaba furioso. Le pregunté a Dios para qué me había salvado primero para luego matarme". "Mientras todavía estaba en el hospital, una pareja de mis seguidores me trajo un libro para que lo leyera. Se llamaba Creo en los Milagros, por Kathryn Kuhlman. Después de salir del hospital, lo leí. Nunca había escuchado que Dios sanaba, así que cuando citaba alguna escritura, yo la buscaba en la Biblia". "Fue una revelación para mí. Leí acerca de cuando Jesús sanó a la mujer con el flujo de sangre, al cojo y a los leprosos". Si solamente Jesús fuera el mismo hoy, pensó Len. Entonces yo podría ser sano de la misma manera que esas personas lo fueron. Suspirando, Len pasó las páginas de la Biblia buscando por alguna clase de ayuda… por una nueva esperanza. De repente, empezó a leer Hebreos 13:8. Miró con gozo y asombro las palabras en la página: «Jesucristo es el mismo ayer, hoy, y por los siglos». Tres de las palabras parecían saltar de la hoja. El mismo hoy…el mismo… hoy… el mismo… hoy. Al darse cuenta de que, si Jesús era el mismo, él podría ser sanado hoy, el gozo de Len irrumpió en una canción. Se puso de pie cantando, bailando y alabando al Señor. Entonces el poder de Dios lo derribó al suelo. "Durante 30 minutos estuve consciente, pero no podía moverme", recuerda. "El frío y el calor recorrían todo mi cuerpo. Sentí cómo Dios limpió cada arteria, vena y capilar. Cuando el Señor me permitió mover, sabía que estaba sano. La mañana siguiente, volví a la oficina del doctor y le pedí que repitiera los exámenes". Cuatro días más tarde, el doctor me llamó con los resultados. "Estoy perplejo", me dijo. "No podemos encontrar ningún rastro de la enfermedad en tu cuerpo. Nosotros no estudiamos cosas así en los libros". "Déjame decirte dónde puedes leer al respecto…", le dijo Len. "Poco tiempo después", Len recuerda, "Cathy descubrió algunos libros de Kenneth Hagin. No teníamos duda alguna de que el mensaje de fe era cierto. Leímos cada libro y escuchamos cada casete que pudiéramos encontrar acerca del tema". A los pocos meses, Ken y Cathy se casaron. Ese mismo verano viajaron a Tulsa, a la primera campaña de carpa de Kenneth Hagin. Las noticias acerca de la conversión de Len le habían llegado al hermano Hagin, y le pidió a Len que cantara. Len no tenía su guitarra. No tenía ningún casete de fondo con él. Peor aún, no sabía canciones del evangelio — excepto una. Las manos de Len estaban húmedas cuando se acercó a la multitud en silencio. Sin acompañamiento alguno, levantó la voz a capela y cantó¾no para la audiencia¾, sino para Jesús. "Gracia maravillosa, qué dulce el sonido que salvó a un desgraciado como yo..." El poder de Dios inundó el edificio. Fe por el futuro Dos años más tarde, Len y Cathy dejaron el Show de Len Mink y el Show de Nick Clooney, para dedicarse de lleno al ministerio. "Después de ese momento, canté en todas las reuniones de carpa del hermano Hagin", nos explica Len. "Kenneth Copeland y yo nos conocimos por primera vez en una entrevista que nos hizo juntos Demos Shakarian en su programa de televisión. En 1977, Kenneth me llamó y me pidió que liderara la alabanza en sus reuniones más importantes. Tenía que orar al respecto porque siempre había sido un solista. Nunca había liderado la alabanza y no sabía si podría. Cuando oré, el Señor me dijo: esta es la Puerta a través de la cual tu bendición llegará". "Cathy y yo vivíamos en Cincinnati y volábamos a todas las reuniones más grandes de Kenneth y Gloria. Cuando Kenneth decidió empezar su programa de televisión, me pidió que volara una vez al mes a Fort Worth para que fuera el presentador y grabara los programas. Nosotros editábamos los mensajes de Kenneth para hacerlos entrar en el espacio de 14 minutos y 32 segundos. Grabábamos las entradas y los cierres de Kenneth". "Cuando el Señor le dijo a Kenneth que comenzara el programa de TV, me pidió que le ayudara. Comenzamos con Terri Pearsons y David Robertson. Pintamos nuestro estudio y teníamos una cámara vieja. Trabajé en el programa por siete años y medio, en tres de los cuales también hice radio". "Durante este tiempo, Cathy estaba haciendo un programa de radio llamado: Fe para hoy. Además de trabajar con la radio y la televisión, también dirigí la adoración en las reuniones de Kenneth y Gloria en todo el mundo. Hicimos varias giras mundiales y pasamos seis semanas en Australia haciendo asambleas". Una promesa cumplida En 1995, el Señor le habló a Len y le dijo: "Toma todo y múdate a Tulsa para estar con tu compañía durante estos últimos días. En ese momento, su hija Carrie era una estudiante en el Colegio de Capacitación Bíblica de Rhema y su hijo, Lenny, era un estudiante de último año en la escuela secundaria. Len y Cathy empacaron y se mudaron a las pocas semanas de haber recibido esa palabra de parte de Dios. "Sabes lo que esto significa, ¿verdad?" Len le preguntó a Cathy. "¿Qué?" "Siempre has soñado con asistir a Rhema. Ahora puedes cumplir tu sueño". "Estaba llena de gozo", Cathy recuerda. "Habíamos sido amigos personales del hermano Hagin durante muchos años; sin embargo, sentarse 5 días a la semana, durante dos años, para recibir sus enseñanzas, era como vivir el cielo en la Tierra". "Hace unos 15 años, David Ingles, en ese entonces dueño de la Cadena de Radio Oasis, le preguntó a Len si quería ser el anfitrión del programa 'La Ruta' (e Roadshow) una vez al mes. Nos pusimos de acuerdo y todavía lo soy en la actualidad. Al hermano Hagin no le gustaban las entrevistas de radio y solamente había hecho una vez una sola; sin embargo, le escribí una carta y le pedí que estuviera 1 2 : LV V C

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