LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Abril 2017

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

Issue link: http://read.uberflip.com/i/809634

Contents of this Issue

Navigation

Page 20 of 23

L V V C : 21 tiempo? ¿Por qué no estamos caminando en un triunfo constante y glorioso? Porq ue e s t a mo s v i v iendo mu y por debajo de nuestros privilegios. Escasamente estamos caminando en la vida de resurrección y el poder que Dios tiene disponible para nosotros. Pa ra ca m ina r más en ese poder, debemos aprender a operar en un ámbito completamente nuevo—el ámbito del espíritu. Antes de que naciéramos de nuevo no conocíamos o sabíamos nada acerca de ese ámbito, porque el pecado había oscurecido nuestros corazones y no nos dejaba avanzar hacia Dios; todo lo que podíamos hacer era operar en la carne y en el ámbito natural. Sin embargo, esa situación cambió cuando le dimos nuestro corazón a Jesús (Romanos 6:11). Nosotros experimentamos el cumplimiento de lo que Dios dijo en Ezequiel 11:19-20: «Pondré en ellos un corazón y un espíritu nuevo. Les quitaré el corazón de piedra que ahora tienen, y les daré un corazón sensible, para que sigan mis ordenanzas y cumplan mis decretos. Entonces ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios». Nota que esas escrituras dicen que Dios nos ha dado un corazón y un espíritu nuevos. También dicen que lo ha hecho por una razón: ¡para que podamos caminar en Sus caminos! ¡Para que podamos aprender a caminar con él en el ámbito del espíritu! Eso es lo que el Espíritu Santo hace en nosotros. Él está aquí para enseñarnos cómo vivir y servir al Señor de acuerdo con Romanos 7:6: «No bajo [la obediencia al] código antiguo de regulaciones escritas, sino [bajo la obediencia a los susurros] del Espíritu en la nueva vida» (La Biblia Amplificada, Edición Clásica). Como tenemos el Espíritu de Dios morando en nosotros, no estamos en la misma posición de aquellos que estaban bajo el Antiguo Pacto. Todo lo que tenían era la ley escrita por Dios. No podían vivir en estrecha comunión con Él porque Él es un espíritu y todavía estaban operando en el reino o ámbito de lo natural. Todavía estaban atrapados en la ca r ne. Sin emba rgo, como creyentes del Nuevo pacto, nosotros no vivimos «según las intenciones de la carne» (Romanos 8:9). Nosotros hemos "nacido del Espíritu". No solamente tenemos la Palabra escrita de Dios, sino que tenemos al autor de la Palabra viva viviendo en nuestro interior. Él está en nosotros las 24 horas del día los 7 días de la semana para revelarnos lo que Su Palabra significa, para mostramos cómo aplicarla a nuestra vida, y para DARNOS PODER para hacer lo que dice. ¡Pienso que alg unas veces no lo valoramos realmente! Leemos historias emocionantes en el Antiguo Testamento y deseamos que Dios trate con nosotros como lo hizo con Abraham o con Moisés. Nos gustaría que Él enviara un ángel cada vez que Él necesita algo de nosotros, o que nos hablara desde un arbusto ardiente. Pero, en realidad, eso sería retroceder. Abraham solamente escuchaba de parte de Dios de vez en cuando. Él tuvo que esperar por muchos años para recibir esas apariciones sobrenaturales. NO EXISTE NADA MÁS MISERABLE QUE HABER NACIDO DE NUEVO Y CONTINUAR VIVIENDO COMO LO HACE EL MUNDO. CUANDO ESTAMOS EN ESA CONDICIÓN, SOLAMENTE CONOCEMOS UN POCO ACERCA DE DIOS COMO PARA NO DISFRUTAR DEL PECADO, PERO NO LO SUFICIENTE PARA PERMANECER POR FUERA DE ÉL. Nosotros tenemos la vida de Dios morando en nuestro interior. Nosotros somos creados en Él de la misma sustancia espiritual y Él camina y habla con nosotros todo el tiempo ¿Qué nos está diciendo exactamente? En primer lugar, nos habla de ser santos, de considerarnos muertos al pecado. Nos está hablando sobre vivir diferente a como lo hace el mundo. No existe nada más miserable que haber nacido de nuevo y continuar v iv iendo como lo hace el mundo. Cuando estamos en esa condición, solamente conocemos un poco acerca de Dios como para no disfrutar del pecado, pero no lo suf iciente para permanecer por fuera de él. ¡Esa no es la mejor manera de vivir! Sin embargo, es exactamente la forma en que muchos cristianos viven. En vez de poner sus afectos en las cosas de arriba y acercarse al Señor a través de la oración, ellos invierten su tiempo en las cosas naturales. Viven

Articles in this issue

Archives of this issue

view archives of LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Edición Abril 2017