LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.
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UNA COSECHA DE TRABAJOS DE LA SEMILLA SEMBRADA A principios de enero, después de cuatro meses de desempleo, llamé a KCM y sembré una semilla en su ministerio como respuesta a lo que Dios me pidió que hiciera, y solicité oración por un trabajo. Al día siguiente me llamaron, me ofrecieron una posición y comencé a trabajar dos días después. Para el 1º de febrero, me reasignaron a otro trabajo y me estoy enfocando en que sea mi ministerio. El trabajo no es trabajo cuando estás trabajando para Dios en el lugar que Él quiere que estés. Bethany Z. | Manitoba 'UNA HIJA DEL DIOS ALTÍSIMO' Paso el tiempo de una mejor manera desde que recibí un regalo de cumpleaños muy bien pensado e inspirador: "Recibir como un niño, vivir como un rey". Gracias por abrirme los ojos al hecho de que, por causa de Cristo Jesús, ya no soy siervo, sino una hija del Dios Altísimo. Dovie W. | Odessa,Texas 'INSPIRADO, ELEVADO... ANIMADO' Su ministerio me mantuvo inspirado, elevado y animado durante los cuatro años que estuve en la cárcel. Alabado sea Dios, acabo de encontrar un lugar para vivir… Me siento tan bendecido de tener mi espacio propio. Ahora mi relación con Dios está creciendo. Gracias, KCM. P.B. | Columbus, Ohio 'GRACIAS' Hoy, recibí "Seis pasos para la excelencia en el ministerio", e inmediatamente alabé a Dios y le agradecí por ustedes. Enviar la solicitud [para este producto] fue uno de los pasos más intimidantes de fe que haya tomado, porque siempre quiero estar en línea con Dios. Ustedes no conocen el camino que he recorrido, pero un día espero que lo hagan, cuando la prueba se convierta en un testimonio de la gloria de Dios y por su obediencia a Cristo al invertir en mí. Muchas gracias. Mis ojos se llenan de lágrimas al escribir esta carta. Gracias por responder al llamado y creer en mí lo suficiente para responder a mi necesidad de fe. Dios los bendiga a cada uno de ustedes en KCM. A.B. | Cairo, Ga. y negocios sin electricidad durante varios días. ¡Alabado sea Dios, ni mi casa, ni mi negocio fueron afectados! Dios es tan bueno y como yo continúo poniendo mi confianza en Él me enamoro más cada día. Él es fiel, sin importar las circunstancias. Estoy aprendiendo a permanecer en Su Palabra; gracias a su ministerio y a sus enseñanzas. Me siento honrada de ser una colaboradora. Gracias, y que Dios los bendiga. Karen S. | Okemos, Mich. El 8 de marzo, me desperté a causa de unos vientos muy fuertes. Mientras me preparaba para el trabajo, el Espíritu Santo me impulsó a tomar autoridad sobre los vientos por mi casa y mi negocio. Había aprendido a tomar autoridad y el poder de aplicar una línea de sangre en las enseñanzas de KCM. ¡En ese momento no sabía que ésta sería la peor tormenta de viento en la historia de Michigan! Más de 2.000 postes de servicios públicos se cayeron, dejando a 800.000 hogares YA NO NECESITO SOPORTES ¡Quiero agradecerle a Dios con un grito de alabanza! ¡Asistí a la Campaña de Victoria de Calgary y estoy sano! Había usado soportes en los pies desde el año 2012, a causa de una tendinitis en ambos tobillos. Cuando Kenneth oró por sanidad, incluyendo personas que ya no necesitarían soportes, recibí mi sanidad en el Nombre de Jesús. Desde ese día, y hasta ahora, no he usado los soportes. Gracias Jesús ¡Aleluya! Gloria a Tu Nombre. Amén. May A. | Edmonton, BoletíndeBUENASNuevas T U VO Z . T U V I C TO R I A . T U M I N I S T E R I O. ELLA TOMÓ AUTORIDAD SOBRE LOS VIENTOS los cristianos. Y como Dios lo dice en el Salmo 91:14-16: «Yo lo pondré a salvo, porque él me ama. Lo enalteceré, porque él conoce mi nombre. Él me invocará, y yo le responderé; estaré con él en medio de la angustia. Yo lo pondré a salvo y lo glorificaré. Le concederé muchos años de vida, y le daré a conocer mi salvación». Sé por experiencia propia lo que puede suceder cuando Dios muestra Su salvación. Lo vi la primera vez que prediqué acerca de la autoridad del Nombre de Jesús. ¡Esa es una reunión que nunca olvidaré! Estaba ministrando en Jamaica, en las montañas, en un pequeño pueblo l l a mado Nue v a E sp er a n z a (New Hope). Era una noche oscurísima, totalmente negra, y el servicio se llevaba a cabo bajo una carpa provisional hecha con alambre y con hojas de plátano apiladas en la parte superior a modo de techo. Debido a que la única luz en ese lugar provenía de una linterna de querosene que solamente iluminaba un metro alrededor de la tarima (la cual estaba hecha de dos planchas de madera martilladas a un tronco de madera) yo no podía ver con detalle a la congregación. No podía saber cuántas personas estaban allí, y ni cómo estaban respondiendo a lo que estaba predicando acerca del Nombre de Jesús. Así que me sorprendí cuando de repente, un hombre salió de la oscuridad y dijo: "¡Imponme las manos en ese Nombre!" Lo hice, y un segundo más tarde otra persona dio un paso… y luego otra… y otra. Para el momento en que terminé, había ministrado a cientos de personas simplemente imponiéndoles las manos y diciendo: "¡En el Nombre de Jesús!" Al finalizar el servicio, estaba subiendo al auto para irme con el pastor, cuando una mujer pequeña se acercó y me dijo con seriedad: "Hermano Copeland, muchas gracias. Yo era ciega, y ahora veo. Alabado sea Dios". Después se dio la vuelta y se fue. Su comportamiento fue tan frío que pensé que hablaba metafóricamente, así que le pregunté al pastor si lo que quería decir era que sus ojos espirituales habían sido abiertos a una revelación nueva. "Oh, no" me respondió. "¡Ella estaba completamente ciega y esta noche recibió su vista!" ¿Qué causó el milagro? El mismo poder que hizo al cojo caminar en Hechos 3: El poder del Nombre de Jesús. ¡El Nombre que lo transforma todo!