LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Agosto 2020

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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LV V C : 2 9 está oscuro porque Dios está en nosotros, sobre nosotros, a nuestro alrededor y para nosotros. Todo lo que tenemos que hacer es andar «en luz, como él está en luz» (versículo 7) y donde sea que vayamos la oscuridad tiene que huir. ¡Es por eso que podemos tener la victoria! Es por eso que podemos reprender la enfermedad y las dolencias de nuestros hijos y la escasez de nuestras vidas. Es por eso que podemos superar la tentación, decir no a los malos hábitos que intentan apoderarse de nuestra carne, atravesar peligros, tormentas y situaciones amenazantes y atravesarlos enteros, intactos y sin sufrir ningun daño. Podemos hacer todas esas cosas porque creer en Dios nos permite caminar a través de la oscuridad y aún estar en la luz. Podemos vencer cualquier cosa por la victoria que vence al mundo, incluso nuestra fe. ¡La victoria es dulce! Y está disponible para todos los creyentes porque todos tenemos fe. Dios mismo nos la dio en el momento en que nacimos de nuevo (lee Romanos 12:3). Sin embargo, lo que hagamos con ella depende de nosotros. No estamos obligados a caminar en la fe que Dios nos ha dado. No tenemos que desarrollarla y ponerla a trabajar para nosotros al creer la Palabra y hablarla. Dios no nos obligará a hacer esas cosas. Es nuestra elección: ¿queremos caminar en victoria por fe? o ¿queremos caminar por incredulidad? Sorprendentemente, muchos cristianos eligen la incredulidad. Reciben suficiente luz de la Palabra de Dios para salvarse, y eso es todo lo que eligen. En lugar de creer lo que dice la Palabra de Dios acerca de la sanación, en realidad lucharán para aferrarse a sus enfermedades. Creerán la mentira religiosa de que es una "bendición disfrazada" y luego irán al médico para deshacerse de esa bendición. En lugar de creer lo que Dios dice sobre la BENDICIÓN financiera, se enojarán con los predicadores de la prosperidad y luego trabajarán 40 a 80 horas semanales tratando de enriquecerse. ¡Algo no está bien con esa manera de pensar! ¿Cómo puede la enfermedad ser una bendición de Dios, pero estar bien ir al médico para deshacerse de ella? ¿Cómo puede estar bien que los cristianos se hagan ricos, pero no está bien que Dios lo haga por ellos? Eso ni siquiera tiene sentido. Lo que sí tiene sentido es creer lo que Dios dice. Estar de acuerdo con Él y vivir como los vencedores sanados, prósperos y victoriosos que Él nos creó para ser. Lo que tiene sentido es que desarrollemos nuestra fe, como dice Romanos 10:17, «del oír, y el oír proviene de la palabra de Dios.» Charles Capps solía decirlo de esta manera: "La fe viene escuchando… y escuchando… y escuchando… y escuchando… y escuchando Ponte de acuerdo con Él y vive como los vencedores sanados, prósperos y victoriosos que Él nos creó para ser.

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