LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.
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En el último año, la vida ha cambiado radicalmente en todo el mundo. Los tiempos son duros y la gente está sufriendo, confundida y sin saber qué hacer. ¡Qué buenas noticias! Espera… ¿Qué? Naciste para esto. Como creyente en Jesús, ¡fuiste creado para este tiempo! Jesús no solo sabe lo que está pasando, sino que también quiere que participemos. En Juan 4, La traducción de la Pasión, los discípulos dejaron a Jesús en un pozo en un pueblo samaritano y fueron a comprar algo que comer. Allí, Jesús conoció a una mujer que había experimentado mucho dolor, el pecado y la vergüenza. Jesús sabía todo sobre ella, incluso antes de que ella dijera una sola palabra. ¿Se dirigió a ella hiriéndola y avergonzándola? ¡No! Le dijo la verdad sobre su situación y, además, que estaba allí para ayudarla. Ella estaba CONFUNDIDA. Después de la charla, ella le respondió en los versículos 25-30: «Todo esto es muy confuso, pero sé que el Ungido viene, el verdadero Mesías. Y cuando venga, nos dirá todo lo que necesitamos saber». ¡Amo la manera en que Jesús le respondió! «No tienes que esperar más, el Ungido está aquí hablando contigo: soy Aquel al que has estás buscando». ¡Te apuesto que estaba sorprendida! ¿Eres el Mesías, el Salvador? "En ese momento los discípulos regresaron y quedaron atónitos al ver a Jesús hablando con la mujer samaritana. Sin embargo, ninguno se atrevió a preguntarle por qué ni de qué estaban hablando. De repente, la mujer dejó caer su jarra de agua y se fue corriendo al pueblo y les dijo a todos: «¡Vengan a conocer a un hombre en el pozo que me dijo todo lo que he hecho! Podría ser el Ungido que estábamos esperando». Al escuchar esto, LV V C : 3 1 que sus corazones estaban MADUROS. Mi abuelo era un granjero y cultivaba duraznos. Me gustaba verlo en el verano. A veces iba a visitarlo a principios de junio, lista para recoger melocotones. Me decía: "Están demasiado verdes, tendrás que esperar." ¿Esperar? No quería esperar, ¡quería duraznos! Sus duraznos no estarían listos hasta julio. ¿Cómo lo sabía? Sabía cómo identi car los duraznos MADUROS por sus aspecto y sabía el momento de la cosecha. Me enseñó a reconocer la época de la cosecha al identi car el aspecto de la fruta, aunque nunca superé el deseo de recoger melocotones fuera de temporada. Superkid: Jesús conoce el calendario de Dios. Él nos ayudó a identi car el tiempo de la cosecha en Mateo 9:36-38, Nueva Traducción Viviente. Él viajó por todas partes enseñando y sanando. Las multitudes vinieron a escucharlo, al igual que en Samaria. «Cuando vio a las multitudes, les tuvo compasión, porque estaban confundidas y desamparadas, como ovejas sin pastor.» ¿Confundidas? ¿Desamparadas? ¿Como ovejas sin pastor? ¡Eso suena como la mujer del pozo, y como el mundo ahora mismo! ¿Conoces a personas temerosas, confundidas, heridas? Quizás incluso te hayas sentido así. Jesús nos enseña que ésta señal es indicativa del tiempo de cosecha. Eso signi ca que es hora de dejar que Jesús consuele, sane y comparta Su paz, y permitir que Él nos pastoree. Recogeremos una cosecha de personas al compartirles acerca de Su gran amor. «A sus discípulos les dijo:«La cosecha es grande, pero los obreros son pocos.Así que oren al Señor que está a cargo de la cosecha; pídanle que envíe más obreros a sus campos». Superkid, ora esta oración conmigo: "Padre, esta ha sido una época extraña. Gracias por enviar a Jesús para que sea mi Salvador. Jesús, te entrego mis miedos y preocupaciones. Te pido que me hables y me des tu paz. Te doy a cambio mi confusión. ¡Crea en mí un corazón limpio, fuerte y valiente para contarles a otros acerca de Tu amor! Soy un(a) niñ(a) de Jesús, listo(a) para cosechar contigo. En el nombre de Jesus. ¡AMÉN!" ¡El tiempo es ahora! La cosecha está madura. ¡Las personas confundidas y heridas están LISTAS para Jesús! Espera que Él te guíe a TI, ¡y tú los conducirás directo a ÉL! La Comandante Kellie la gente salió del pueblo para ir a ver a Jesús». Ella ESTABA confundida, pero de repente su pasado no parecía importante ni confuso. De repente, estaba emocionada de contarle a los demás acerca de Él. Luego, cuando los discípulos alentaron a Jesús a comer algo, no pudieron entender quién lo había alimentado. Pero Él dijo: «Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y llevarla a cabo» (versículo 34). Jesús había conocido a una persona herida, la había ministrado y hecho libre con la verdad sobre sí misma Y la verdad sobre quién Él era. Cuando ella se lo contó a otros, ¡vinieron corriendo a verlo! Mira los versículos 35, 39-42: «Cuando la multitud salió de la aldea, Jesús dijo a sus discípulos: '¿Por qué dirían: "Faltan otros cuatro meses para la cosecha?' Miren a toda la gente que viene, ¡ahora es tiempo de cosecha! Porque sus corazones son como vastos campos de grano maduro, listos para una cosecha espiritual. … Así que hubo muchos de la aldea samaritana que se hicieron creyentes en Jesús debido al testimonio de la mujer: '¡Me dijo todo lo que he hecho!' Luego le rogaron a Jesús que se quedara con ellos, así que se quedó allí por dos días, resultando en muchas más personas que llegaron a la fe en Él debido a sus enseñanzas. Entonces los samaritanos le dijeron a la mujer: '¡Ya no creemos solo por lo que nos dijiste; ahora lo hemos escuchado y estamos convencidos de que realmente es el verdadero Salvador del mundo!'» Cuando personas confundidas vienen a Jesús, ¡atraerán a más personas confundidas a su encuentro! Lee el versículo 35 otra vez. Les dijo: ¡Mira a toda la gente!... ¡AHORA ES TIEMPO DE COSECHA! ¿Cómo lo supo? Vio La esquina de la Comandante Kellie SUPERKID: LAS COSAS ESTÁN PATAS ARRIBA. EL CAMBIO HA LLEGADO. PROBABLEMENTE PIENSES, ¡NO BROMEES! CORAZONES MADUROS Kellie Copeland está a cargo de las Relaciones de Colaboradores de Pacto en los Ministerios Kenneth Copeland y además es la desarrolladora del currículum de la Academia Superkid. A través de su ministerio como la "Comandante Kellie", ella lleva a cabo su misión de atraer a las personas de todas las edades hacia una relación íntima y poderosa con Jesucristo.