LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.
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LV V C : 1 1 servir a dos amos. No podemos amar a Dios y amar el dinero. Es uno o el otro. Todos estamos familiarizados con 1 Timoteo 6:10 que dice: «porque la raíz de todos los males es el amor al dinero», pero no es ahí donde termina ese versículo. Continúa diciendo: «el cual algunos, por codiciarlo, se extraviaron de la fe y acabaron por experimentar muchos dolores.» Amar al dinero es lo que yo identi co como "una aventura o infi delidad nanciera", porque es primordial para engañar a Dios; te desviará de tu fe en Él, y al nal sólo servirá para atravesarte con muchos dolores. No puedes caminar en amor con tu cónyuge y serle in el al mismo tiempo, prestándole atención y dándole cariño a otra persona. De la misma manera, no puedes profesar ser una esposa fiel y amante de Dios, mientras pones tu amor y con anza en los brazos débiles del dinero. La iglesia infalible no está dirigida por personas que no se equivocan; está dirigida por personas eles, aquellos que se niegan a permitir que la in delidad en estas áreas sea nombrada entre ellos. Comprométete a ser el Cuando Sarah y yo comenzamos a hablar con nuestro equipo ministerial sobre la construcción de una iglesia que no pudiera fallar, teníamos la intención de profundizar en el tema, y comenzamos con la f idelidad. Pero nunca logramos pasar de ese tema. ¿Por qué? Porque pronto nos dimos cuenta de que la delidad es la descripción del trabajo. El cielo está contratando y la delidad es la cali cación requerida. Salomón escribió en Proverbios 20:6 (RVA- 2015): «Muchos hombres proclaman su propia bondad; pero un hombre fi el, ¿quién lo hallará?» ¿Puedes oír la frustración en Su voz? Es como si fuera un gerente que está cansado de los currículums autocomplacientes que llegan a su escritorio. Está cansado de que todos le digan lo que pueden hacer, lo buenos que son y que le digan toda su experiencia. La respuesta de Salomón a toda esa grandeza es: "Ya no contrato basado en palabras. Tan solo quiero delidad." Eso se extiende a todas las áreas de la vida, ¿cierto? ¿Quieres un negocio que no pueda fallar? Requiere de delidad. ¿Quieres una familia que no pueda fallar? Fidelidad. ¿Un matrimonio que no puede fallar? Todo se reduce a la delidad. Debemos ser mayordomos eles. Pablo escribió en 1 Corintios 4:1-2: «Que todo hombre nos considere como servidores de Cristo y mayordomos de los misterios de Dios. Ahora bien, lo que se requiere de los mayordomos es que cada uno sea hallado el.» En los últimos 20 años, la "cultura del liderazgo" se ha magni cado, incluso en la Iglesia. Aquellos que abogan y enseñan sobre el liderazgo dicen cosas como: "¡Tienes que asumir esto como si fuera tuyo! Tienes que actuar como si fueras el dueño." Entiendo por qué alguien lo expresaría de esa manera, pero debemos recordar que, como pastores o líderes de la iglesia, no somos los dueños. Somos mayordomos. Un mayordomo no es un propietario, sino un administrador de lo que le pertenece a otra persona. En mi corazón, la iglesia Legacy no me pertenece. Le pertenece a Jesús. Él es el dueño y ha con ado en Sarah y en mí para administrarla porque es de gran valor para Él. Los buenos administradores no hacen lo que quieren o lo que creen que es mejor. Los gerentes buenos y eles harán exactamente lo que el propietario quiere que se haga, exactamente como el dueño quiere que se haga. Estoy convencido de que lo que quiere en nuestra iglesia es lo que quiere en La Iglesia: una atmósfera llena de fe en Jesús y de un amor mutuo. Cuando la gente llega a un lugar donde se respira ese tipo de aire enrarecido, puedes estar seguro de que volverán una y otra vez. Un llamado más alto Si bien la construcción de una Iglesia infalible es un gran llamado que le pertenece a todos los pastores y líderes de la iglesia, también depende de los miembros. Todos debemos medir el éxito como Él lo hace. Nuestro objetivo debe ser crear santuarios llenos de fe y amor, y ser sus mayordomos, eles hasta el nal. Entonces estaremos equipados para cumplir con el supremo llamado que el Señor nos ha dado. Entonces construiremos iglesias infalibles. El grado en que entregas tu cuerpo a Dios y resistes la infl uencia del mundo es proporcional al grado en que la perfecta voluntad de Dios puede manifestarse en ti. (Romanos 12:1-2) El diablo es el autor del pecado y, cuando te rindes a él, le abres la puerta para que traiga destrucción a tu vida. (Romanos 6:23) Dios quiere que disfrutes LA BENDICIÓN de Su vida abundante; por eso te ha llamado a separarte del pecado y caminar con Él. (2 Corintios 6:17-18) Todo lo que tienes que hacer para ser santo es cooperar con Él y dar una expresión externa a quien realmente eres en tu interior. (Hebreos 12:1-2) PALABRAS DE FE PARA TUS HIJOS PALABRAS DE FE En tu espíritu, Dios ya te ha hecho tan santo como lo es Él. (1 Corintios 1:30) P