LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Junio 2021

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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Poco sabía él que me estaba preparando para el futuro: para formar una familia, para pastorear una congregación. Y afrontar un día lo inevitable. Ese "un día" nalmente llegó. "Papá falleció." Estas fueron las palabras que mi hermana me dijo por teléfono la semana del 11 de septiembre de 2001. Mi esposa Terri y yo estábamos de camino a casa desde Moscú el 11 de septiembre cuando, en lugar de volar a Nueva York, nos desviaron a Dublín, Irlanda. Mi padre había ido al hospital esa semana. Justo antes de abordar el avión para salir de Dublín, llamé para ver cómo estaba. Se había ido al cielo pocas horas atrás. Amaba y admiraba a mi papá. Teníamos mucho en común. Compartíamos un sentido del humor similar a la tira cómica "Far Side". Ambos éramos artistas. Éramos iguales en muchos aspectos. En los viajes de regreso a Nueva Inglaterra para Navidad o vacaciones de verano, papá y yo íbamos a dar nuestro "paseo tradicional ". Primero a la of icina de correos, luego a recoger un periódico. Finalmente, estacionábamos junto al océano y nos poníamos al día o recordábamos el pasado. Pero esos días habían terminado. Al menos hasta que estemos reunidos en el cielo. Otra vez, una era había llegado a su n. Las cosas nunca volverían a ser lo mismo. Mi familia ahora buscaba en mí la fuerza y la estabilidad que una vez me brindó mi padre. Y esta vez, estaba listo. Tomando mi lugar Cuando l legamos a la iglesia pa ra el servicio, me paré a propósito en la puerta El patriarca de la familia se había ido. Una era había llegado a su n. Fue un viaje solitario, uno que mi hermana y yo recorrimos desde el sur de Boston hasta el Cabo. Mi mamá y mi papá vivían al lado de mis abuelos. Cuando llegamos a casa, miré al otro lado del campo desde nuestra casa hacia el Sagamore Inn, la casa donde vivía y trabajaba mi abuelo. Era la casa donde él y yo jugamos juntos. Una oleada de recuerdos se apoderó de mí. ¿Cómo puedo afrontar este funeral? Un detalle es de importancia: había nacido de nuevo ese verano, así que tenía muchas preguntas. El dolor se abrió camino hasta mi corazón. Estaba enojado y frustrado. Estaba decidido a no ir a la funeraria, ni al funeral. Al día siguiente nos dirigimos a la funeraria, la cual estaría abierta todo el día y toda la noche. Este era el momento en que los amigos vendrían a saludar y apoyar a la familia. Cuando llegamos, me negué a entrar. No pensé que pudiera hacerlo. Caminé por el estacionamiento pensando en mi abuelo. Cuanto más pensaba, más lo extrañaba y más angustiado me sentía. Finalmente caminé hasta la puerta y miré hacia adentro. Había gente por todas partes. El lugar estaba abarrotado. L o s a m i g o s y l a f a m i l i a t r at a b a n , torpemente, de decir lo correcto. Podía ver a mi abuela llorando y a mi madre haciendo todo lo posible por consolarla. Pero mis ojos errantes nalmente se jaron en una persona. Me quedé allí mirando, observando cada movimiento de mi padre. Alcanzando a los demás Papá ocupaba su puesto junto a la entrada de la sala funeraria. Sonreía, saludaba a la gente, estrechaba manos y abrazaba. Él fue un an trión cálido, una especie de "pastor" en este evento difícil. Parecía hacer que todos se sintieran cómodos, incluyéndome. Sin saberlo, fue capaz de superar su propio dolor e ir más allá de sí mismo. Se había convertido en un pilar de fuerza y estabilidad, algo que nunca había notado en él. Su ejemplo me dio el valor para entrar. Seguí observándolo. Pronto, yo estaba haciendo lo mismo. Saludando, abrazando, consolando, incluso riendo; actuando como mi padre. 1 8 : LV V C Mira los servicios de EMIC con los pastores George y Terri en C H A N N E L George y Terri en los pastores George y Terri en los pastores C H A N N E L George Pearsons es el CEO de los Ministerios Kenneth Copeland y el Pastor principal de la Iglesia Internacional Eagle Mountain, localizada en los predios de KCM. Para recibir más información o material del ministerio visita: emic.org. i Poco sabía él que me estaba preparando para el futuro: para formar una familia, para El patriarca de la familia se había Fue un viaje solitario, uno que mi hermana y yo recorrimos desde el sur Mi mamá y mi papá vivían al lado de mis abuelos. Cuando llegamos a casa, miré al otro lado del campo Sagamore , la casa donde vivía y trabajaba mi abuelo. Era la casa donde él y yo jugamos juntos. Una oleada de ¿Cómo puedo afrontar este funeral? Un detalle es de importancia: había nacido de nuevo ese verano, así que tenía muchas preguntas. El dolor se abrió camino hasta mi corazón. Estaba enojado y frustrado. Estaba Fue un viaje solitario, uno que mi nacido de nuevo ese verano, así que George Pearsons con su padre, xxxx. Domingo: 9 a.m. | 11 a.m. Miercoles: 7 p.m. Zona Centro

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