LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Noviembre LATAM 2018

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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1 4 : LV V C Él te hizo vivir en el espíritu para que puedas vivir sobrenaturalmente, incluso mientras todavía estás viviendo en un cuerpo natural. Él te sentó en lugares celestiales con Cristo y te dio ciudadanía celestial, para que puedas operar en este reino natural y en el reino de Dios al mismo tiempo. Incluso, te asignó para vivas tu vida aquí en la Tierra como un embajador celestial. Él te dio la autoridad y la capacidad, no sólo de aprovechar el poder, la unción, la abundancia y el dominio del cielo en tu propia vida, sino que te comisionó a compartir esas cosas con otros, para que ellos también puedan experimentar el cielo en la Tierra. ¡Ese es un plan atrevido y maravilloso! Sólo Dios tendría la va lentía de siquiera pensar eso. Suena demasiado fantástico. Sin embargo, ¡no es una fantasía en absoluto! Es una realidad disponible para todos los cristianos. Sin emba rgo, pa ra aprovecha rla plenamente, debemos renovar nuestras mente s . D eb emos volv er nos má s conscientes del reino de Dios, más allá de lo que nos importa el reino del mundo. En lugar de pensar en el reino de Dios como algo que se va a manifestar durante el milenio, cuando Jesús regrese, debemos cultivar nuestra conciencia del hecho de que está presente y activo en este planeta, en este mismo momento. Está en nosotros y alrededor de nosotros, todo el tiempo. ¡Eso es fácil de olvidar! Incluso, aun si sabemos que eso es cierto por medio de la Biblia, tendemos a quedar atrapados en los asuntos naturales de la vida y perderlo de vista. Como resultado, podemos terminar cometiendo el mismo error que el siervo de Eliseo cometió en 2 Reyes 6. ¿Has leído alguna vez sobre él? Se desper tó una mañana y descubr ió que él y Eliseo estaban rodeados por el ejército sirio y reaccionó en crisis total. Ciertamente, él y Eliseo estaban condenados porque en lo natural eran miles contra dos, y clamó a Eliseo con desesperación. «¡Ah, señor mío! ¿Qué haremos?» E l i s e o l e r e s p o n d i ó d e s d e l a perspectiva del reino de Dios. Él dijo: «los que están con nosotros son más que los que están con ellos.» Luego le pidió al Señor que le abriera los ojos al criado al reino del espíritu. Tan pronto se abrieron sus ojos, el sirviente vio que las laderas a su alrededor estaban llenas de fuerzas angelicales, caballos y carros de fuego. N o s o t r o s h a c e m o s l o m i s m o . Limitamos nuestra conciencia a lo que podemos percibir con nuestros sentidos físicos. Debido a que no podemos ver las fuerzas del reino de Dios a nuestro alrededor, fomentamos pensamientos que dicen que no están realmente allí. "Sí, pero Gloria, Eliseo era un profeta", podrías decir: "Yo sólo soy un creyente. Dios no ha prometido enviarme ángeles para ayudarme." ¡Sí, lo ha hecho! Hebreos 1:14 dice que los ángeles son: «espíritus ministradores, enviados para servir a quienes serán los herederos de la salvación.» Dado que, como creyente, eres un heredero de la salvación, eso significa que tienes ángeles contigo dondequiera que vayas. Sin embargo, no sólo están haciendo lo mejor que pueden. Te están escuchando. Ellos han sido comisionados por Dios para: «¡cumplen [cumplir] sus órdenes y obedecen [obedecer] su voz!» (Salmo 103:20). Entonces, para que entren en acción, debes hablar la Palabra de D i o s . C UA N D O D E C L A R A S ESA PALABR A POR FE SOBRE A L G U N A C I R C U N S TA N C I A E N T U V I D A , E L L O S S E ARREMANGAN Y SE OCUPAN. VAN A TRABAJAR, FACILITANDO QUE LA PA LA BR A SE H AGA REALIDAD. Donde tiene dominio el Rey ¡La Palabra es la clave en todo lo que respecta a Dios! Su reino se manifiesta en este reino material en respuesta a lo que decimos. Cuando decimos acerca de nuestra situación lo que Él dice, y lo creemos, caminamos en Su reino y Su poder nos proporciona favor, protección, provisión o cualquier otro aspecto de LA BENDICIÓN que necesitemos. ¡El reino de Dios es maravilloso! Controlará a este reino natural. Nos pondrá en una posición de dominio para que, en lugar de estar sujetos a las condiciones negativas en este mundo caído, al diablo, los espíritus malignos y las personas malvadas, caminemos en la realidad de ese dominio. El dominio es realmente de lo que se trata un reino. La misma palabra reino literalmente significa "donde el rey tiene dominio". Habla del lugar donde un gobernante ejerce su reinado. Au nq ue en lo n at u r a l en e s te momento hay muchos reinos diferentes en la Tierra, espiritualmente solo hay dos. Uno, es el reino del mundo, que está gobernado por el diablo. El otro, es gobernado por Dios. Debido a que Dios es todopoderoso e inigualable, Su reino es soberano. Es superior al del diablo y supremo en poder, rango y autoridad. Sin embargo, no siempre parece ser así porque Dios no ejerce Su dominio directamente en la Tierra. Cuando creó a Adán en el Jardín del Edén, le dio esa responsabilidad al hombre. Como todos sabemos, Adán arruinó el plan al pecar y arrodillarse ante Satanás. Pero Dios continuó trabajando a través del dominio del hombre al hacer un pacto con las personas que le creerían y le obedecerían. A través de ellos, mantuvo Su BENDICIÓN en la Tierra y puso en práctica el plan de redención. Allanó el camino para que las personas nacieran de nuevo y se bautizaran en Su Espíritu para que una vez más Su reino pudiera restablecerse en la Tierra. ¡Esta es la razón por la cual Jesús tuvo que hacerse carne y venir a la Tierra como hombre! Te n í a q u e c o n v e r t i r s e e n « e l primogénito entre muchos hermanos.» (Romanos 8:29). Tuvo que deshacer el mal trabajo que el diablo hizo con Adán en el Jardín del Edén, ejercer aquí el dominio divino, y predicar el evangelio del reino de Dios. Muchos cristianos no se dan cuenta, pero el evangelio del Reino fue el mensaje central de Jesús. Él enseñó acerca de eso continuamente, ya sea que estuviera ministrando a individuos o a multitudes. • Él le dijo a Nicodemo: «el que no nace de nuevo, no puede ver el reino de Dios.» (Juan 3:3). • Él le dijo a Pilato: «Mi reino no es de este mundo» (Juan 18:36). O como dice La Biblia Amplificada, Edición Clásica: «...Mi reino no es de aquí (este mundo); [no tiene tal origen o fuente]». • Él le dijo a la multitud que había venido a escucharlo predicar: «El tiempo

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