LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Noviembre LATAM 2018

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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LV V C : 3 ¡Son nuestras propias palabras las que han estado trabajando en contra nuestra! Hemos estado abriendo la puerta a esas situaciones malditas por lo que hemos estado diciendo con nuestras propias bocas. Eso no significa que el diablo no esté involucrado, por supuesto. Él es el ladrón que viene a robar, matar y destruir (Juan 10:10). Pero él no tiene el poder de hacer eso por sí mismo. Jesús lo despojó de ese poder a través de la cruz y la resurrección. Entonces, para que el diablo aplique con éxito su mala voluntad en nuestras vidas, tiene que engañarnos para salirse con la suya. Él tiene que engañarnos para que le permitamos que se apodere de nuestras palabras. ¿Por qué son tan importantes nuestras palabras? Porque este es un mundo creado por palabras, y sostenido por la palabra: Dios lo creó con palabras (Hebreos 11:3). Jesús lo sostiene por la PALABRA de Su poder (Hebreos 1:3), y declaró en Marcos 11:23-24 que tenemos todo lo que creemos y decimos. «…Porque de la abundancia del corazón habla la boca. El hombre bueno saca cosas buenas del buen tesoro de su corazón; el hombre malo saca cosas malas de su mal tesoro. Pero yo les digo que, en el día del juicio, cada uno de ustedes dará cuenta de cada palabra ociosa que haya pronunciado. Porque por tus palabras serás reivindicado, y por tus palabras serás condenado.» (Mateo 12:34-37). Mira de nuevo esos versículos. No están diciendo que las cosas buenas y malas te sucedan por casualidad. Tampoco dicen que lo que pasa en tu vida está determinado por el diablo. No; lo que sucede es lo que declaras. Son las palabras que tú hablas, las que salen de tu corazón, las que marcan la diferencia. No puedes declarar palabras muertas acerca de una situación y esperar que produzcan vida en abundancia. Para experimentar una vida abundante en un área en particular, debes alimentarte de lo que dice la PALABRA de Dios al respecto y hablar eso mismo. Tienes que decir sobre esa área lo que Dios dijo porque «Las palabras… son espíritu y son vida.» 3 2 1 4 5 CONSEJOS PRÁCTICOS Las cosas malas y buenas no sólo suceden por casualidad; surgen debido a las palabras que crees y declaras. Mateo 12:35 No puedes decir palabras muertas y esperar que produzcan vida en algún área en particular; la vida abundante proviene de decir lo que Dios dice. Juan 6:63 Deshazte de los pensamientos y las palabras negativas e incrédulas al hacer que tu corazón esté tan lleno de la PALABRA de Dios que sea lo único que sale de tu boca. Salmo 19:14 Dios no quiere que pronuncies la maldición sobre ti y tu familia; Él quiere que elijas vida hablando LA BENDICIÓN. Deuteronomio 30:19 Puedes cambiar cualquier situación de maldición en tu vida al creer y declarar las PALABRAS de Dios. Proverbios 18:21 (Juan 6:63). ¡Así es como recibes la sanidad en tu cuerpo físico! Escuchas, crees y dices lo que Dios ya ha dicho al respecto. Meditas en escrituras como Deuteronomio 28:61, que identifican la enfermedad como parte de la maldición; o Gálatas 3:13, que dice que Jesús te redimió de esa maldición; y 1 Pedro 2:24, que dice que por sus llagas fuiste sanado. Mantienes esos versículos a la vista, en tus oídos y en medio de tu corazón, hasta que salgan de tu boca sin siquiera tener que pensarlo. "Pero el hermano Copeland, eso requiere de gran esfuerzo." Sí, pero vale la pena, porque, para bien o para mal, siempre estarás creyendo y declarando algo. Si lo que hablas no es la PALABRA de Dios, serán las mentiras del diablo. Y si dices lo que dice el diablo, cavarás tu propia tumba con tu boca. El Salmo 19:14 dice: «Tú, Señor, eres mi roca y mi redentor; ¡agrádate de mis palabras y de mis pensamientos!» No es agradable para Dios que medites y estés de acuerdo con lo que el diablo dice y hace. Eso produce muerte, y la muerte no es agradable para Dios. Él no quiere que hables maldición sobre ti y tu familia. «La muerte y la vida están en el poder de la lengua». (Proverbios 18:21), por lo tanto, Él quiere que pongas LA BENDICIÓN en tu boca. Él quiere que «elijas la vida, para que tú y tu descendencia puedan vivir» (Deuteronomio 30:19, Biblia Amplificada, Edición Clásica). Heredando un Patrimonio de Palabras Observa que Dios dijo que tus palabras no solo te afectan a ti, sino que también afectan a tus descendientes. Traerán vida o muerte a tu familia. D e a l l í v i e n e l a e x p r e s i ó n "m a l d i c i ó n generacional". Es una forma inexacta de explicar lo que sucede cuando los miembros de la familia declaran la misma maldición sobre sí mismos una y otra vez. Es alguien en la línea familiar abriéndole la

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