LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Febrero LATAM 2021

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

Issue link: http://read.uberflip.com/i/1335649

Contents of this Issue

Navigation

Page 6 of 15

por D ennis Burke de Jesús, al decir: "Estoy tan enfermo. Estoy tan preocupado." Cuando dices cosas por el estilo no estás de acuerdo con el cielo; estás de acuerdo con el tormento y los problemas. Estás abriéndole la puerta para que esas cosas se manifiesten en tu vida. Jesús específicamente nos dijo que no lo hiciéramos. Nos dijo: «no se angustien». ¡Eso no fue solo una sugerencia de la escuela dominical! Fue un mandamiento del Hijo del Dios viviente, instruyéndoles a Sus discípulos que vivirían en los últimos días. ¡Fue Jesús Mismo hablándonos de manera enfática y personal! Toma tu herencia Ahora más que nunca, debemos prestar atención a Sus instrucciones. Debemos obedecer ese mandamiento, aferrarnos a la PALABRA de Dios y negarnos a que se nos escape. Debemos ser como el escritor del Salmo 119, que dijo: «Tu palabra es una lámpara a mis pies; ¡es la luz que ilumina mi camino! Me comprometí, y no me arrepiento: voy a obedecer tus justas sentencias… Gente malvada me ha tendido trampas, pero yo no me he apartado de tus mandamientos. Tengo tu palabra como herencia eterna, porque ellos me alegran el corazón.» (versículos 105-106, 110-111). No es suficiente simplemente recostarnos y decir: "Bueno, si es la voluntad de Dios que yo tenga la victoria, supongo que Él simplemente me la dará. Si es Su voluntad que yo sea sanado, Él simplemente me sanará." ¡No! Es Su voluntad. Él ya te la dado. Por Sus llagas fuiste sanado. Ahora debes tomar la PALABRA de Dios como tu herencia. Tienes que perseguirla persistentemente y llevarla a tu corazón y a tu boca. Tienes que luchar contra todo diablo incrédulo y toda circunstancia problemática que se presente para robarte esa PALABRA, y decir: "Bendito sea Dios, he tomado la promesa de Dios como mi herencia. Es mi futuro. Es mi vida. Me niego a preocuparme por los problemas temporales de este mundo. Pasarán, pero la PALABRA de Dios nunca pasará. ¡Dios sostiene todas las cosas por la PALABRA de Su poder y esa PALABRA se cumplirá en mi vida!" Luego, aférrate a La PALABRA hasta el final. No importa lo que suceda a tu alrededor, no retrocedas. No cambies. No temas. Tan solo cree. Y experimentarás la victoria a través de estos tiempos difíciles como ese vencedor del final de los tiempos que Dios te ha predestinado a ser. LV V C : 7 El plan de Dios para Juan el Bautista se encuentra en Lucas 1:14-17, cuando el Ángel del Señor se le apareció a Zacarías, padre de Juan y le anunció: «Tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento, pues ante Dios será un hombre muy importante. No beberá vino ni licor, y tendrá la plenitud del Espíritu Santo desde antes de nacer. Él hará que muchos de los hijos de Israel se vuelvan al Señor su Dios, y lo precederá con el espíritu y el poder de Elías, para hacer que los padres se reconcilien con sus hijos, y para llevar a los desobedientes a obtener la sabiduría de los justos. Así preparará bien al pueblo para recibir al Señor» (Reina Valera Contemporánea). Listo en el Interior Cuando el ministerio de Juan empezó, la nación estaba en un lugar de oscuridad, viviendo bajo las garras de un líder débil y el gobierno de otra nación. Israel necesitaba un Salvador—ese Salvador que habían esperado por siglos. Dios ungió a Estos Días Maravillosos ¡Estos días son maravillosos! Estos días no son como los días de Juan el Bautista. Sus días fueron días de ansiedad por la inestabilidad política; sin embargo, eran también días de expectativa por la esperanza de Israel, por su liberación. La gente no sabía que su esperanza estaba a punto de cumplirse cuando Juan el Bautista apareció.

Articles in this issue

Archives of this issue

view archives of LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Edición Febrero LATAM 2021