LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Junio LATAM 2021

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

Issue link: http://read.uberflip.com/i/1391213

Contents of this Issue

Navigation

Page 10 of 15

síntomas aparecieron rápidamente y quedó paralizado. Su familia no lo llevó al hospital. Lo llevaron rápidamente a la iglesia de Santidad donde los miembros oraron, gritaron y lo cubrieron con aceite. Charlie vio a su hermano mayor, llorando. Queriendo consolarlo, se puso de pie y caminó hacia él. Fue entonces cuando los gritos y las alabanzas subieron de nivel. Al mirar a su esposa, Charlie supo que recibiría evidencia de su sanación. Solamente deseaba que hubiera sido tan rápida y fácil como la de él. En diciembre, Diane estaba sufriendo dolores cada vez mayores en su cuerpo. Cada día perdía energía, casi tan rápido como los kilos de peso que desaparecían de su cuerpo. Aun así, no podía evitar alabar a Dios. Habían pasado seis meses… y estaba viva. "Terminé regresando a una clínica de oncología sabiendo que necesitaba más de lo que recibía en la clínica alternativa. Cuando conocí a mi nuevo médico, fue muy refrescante", recuerda Diane. "No me trató como a un diagnóstico. Me trató como a un humano. No me hizo preguntas sobre mi condición. Me hizo preguntas sobre mí. Le dije que estaba orando y apoyada en la Palabra. Me respondió: 'Diane, eso es lo mejor que puedes hacer. Comencemos por averiguar a qué nos enfrentamos antes de decidir por un tratamiento.'" "Sabía que se preocupaba por mí como persona. También le admití lo mucho que me dolía. Me recetó morfina, pero me dejaba inconsciente. Finalmente, nuestro hijo mayor, Mike, me dijo: 'Mamá, la dosis es demasiado fuerte para ti.' Traté de rebajarla a la mitad, pero aún era demasiado. Tomé un cuarto de pastilla y eso me ayudó con el dolor sin ponerme a dormir." Una luz verde El día después de Navidad, Charlie y Diane se reunieron con el médico para revisar los resultados de las pruebas. Antes de entrar, ambos estuvieron de acuerdo en que nada de lo que escucharan podría apartarlos de la verdad de que ella ya había sido sanada por las llagas de Jesús. "El cáncer se ha extendido a los pulmones", comenzó, "pero la mayoría está en el hígado. Hay muchos nervios en el hígado y parece que los tumores los envuelven. Podemos brindarte una mejor calidad de vida si reducimos esos tumores." En ese momento, pareció como si Dios hubiera accionado un interruptor en Diane. Tenía una luz verde que parecía decirle: Haz lo que te sugiere. "Está bien"", coincidió Diane. "¿Qué tenemos que hacer?" "Necesito que ganes algo de peso. Quiero que sigas una dieta de 2.400 calorías." "Si me ayuda con las náuseas, estaré feliz de comer. Pero no puedo comer si me siento mal todo el tiempo." En una semana y media, le insertaron u na sonda y pa só por su pr imer tratamiento de quimioterapia. Después de esos procesos, el dolor y las náuseas desaparecieron. Y luego, los indicadores tumorales cayeron desde más de 200 a 28,9. Era como si el cáncer se estuviera des- materializando. "¿Esto es normal?" Diane le preguntó a la enfermera. " No, no lo es. L os ind icadores tumorales no caen de repente." Au n a sí, pa sa r p or los efec tos secundarios no fue un picnic. Menos mal que esta no había sido la primera aventura de fe de Diane y Charlie. Durante una larga batalla por tener niños, Diane había dado a luz a un hijo y luego perdió al siguiente por un embarazo tubárico. Después de mantenerse firme en fe durante cinco largos años, Diane volvió a quedar embarazada y empezó a sangrar. "Charlie y yo tuvimos que descartar el sangrado y cualquier signo de aborto espontáneo", explica Diane. "Tomamos una posición audaz en la Palabra de Dios y dimos a luz a nuestro hijo Ryan. Esto era similar; los efectos secundarios de la quimioterapia me gritaban, pero me negué a escucharlos. Me puse tan débil que Charlie tuvo que ayudarme a subir las escaleras mientras yo gritaba: 'Que los débiles digan: ¡fuerte soy!'" "Me dolían muchísimo los senos nasales; tenía dolor de espalda y dolor de pecho. A lg unas noches quer ía despertar a Charlie y rogarle que me llevara a Urgencias para que pudieran noquearme. En cambio, decía: 'Si Pablo y Silas pudieron cantar después de ser golpeados, puedo alabar a Dios ahora.' Adoraba a Dios a través del dolor." "A finales de marzo, mis tumores eran prácticamente inexistentes. Mi fuerza y energía habían regresado. Consulté a un médico nuevo para obtener los resultados de mi tomografía computarizada y se echó a reír. Le pregunté de qué se reía. Me respondió que la tomografía mostraba una respuesta significativa y una reducción significativa de los tumores. Le dije: 'Rara vez escucho que se use esa palabra.' Los tumores en su hígado y pulmones son prácticamente inexistentes y no hay nada en su sistema linfático." "Estaba tan agradecida con Dios que lloré como una bebé. Intenté llamar a Charlie para darle el informe, pero sólo fue a su buzón de voz." En 1988, Charlie había conducido m o t o c i c l e t a s c o n l a A s o c i a c i ó n Cristiana de Motociclistas. Bill Britt, de la Asociación Internaciona l de Motociclistas del Evangelio Completo, asistió a una de esas reuniones. Les dijo que Kenneth Copeland iba a realizar un rally de motocicletas y pidió voluntarios para caminar por la propiedad y orar. Cha rl ie Hu f f se insc r ibió. " No reconocí en ese entonces, cuando caminé por la propiedad de KCM y oré, que sería parte de mi destino", recuerda Charlie. "La colaboración con KCM lo significa todo para nosotros. Sin su enseñanza, nuest ras v idas hubieran sido muy diferentes. Estamos muy agradecidos por todo lo que hemos aprendido a través de Kenneth y Gloria. Nuestras vidas nunca han sido las mismas." En estos días, Diane ha estado estudiando Marcos 5, sobre la mujer con el flujo de sangre. Jesús dijo: «Hija, tu fe te ha hecho plena. Ve en paz, y queda sana de tu enfermedad.». (traducción literal). "Ese versícu lo ha adqu ir ido un nuevo signif icado para mí ", explica Diane. "Signif ica que ya no tienes la enfermedad. Pero, cuando estás pleno, no queda ninguna evidencia de que haya estado alguna vez allí." Charlie y Diane Huff están felices de informar que Diane está plena. LV V C : 1 1

Articles in this issue

Archives of this issue

view archives of LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Edición Junio LATAM 2021