LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Junio LATAM 2021

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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Sin el fruto del espíritu, los dones del Espíritu no funcionarán. Gálatas 5:6 dice que la fe obra por el amor. Entonces, sin el fruto espiritual del amor, tu fe no funcionará. Y «sin fe», como nos lo dice Hebreos 11:6, «es imposible agradar a Dios». ¡Nada de lo que se le ocurra al diablo podrá derrotarte cuando caminas en la plenit ud del LV V C : 1 3 fruto! Por ejemplo, si el diablo trata de provocar problemas en tus relaciones, las fuerzas como el amor y la bondad vendrán en tu ayuda. Si trata de desanimarte con circunstancias contrarias, fuerzas como la fe y la paciencia te ayudarán a superarlo. Si te tienta a enorgullecerte porque estás sobresaliendo en el trabajo, o a tener miedo y confusión porque estás en peligro de ser despedido, el fruto de la humildad y la paz te protegerán. Asimismo, si tan solo uno de esos frutos no estuviera en funcionamiento en tu vida, no podrías experimentar un éxito pleno porque en esa área en particular será donde el enemigo concentrará su ataque. Por ejemplo, sin la fuerza del dominio propio, aunque los demás frutos espirituales estén en funcionamiento, no tendrás la ayuda necesaria pa ra cont rola r t us deseos nat u ra les, y serás vulnerable a que los deseos de tu carne te desvíen del camino. ¡E s p or e s o q u e , a l o l a r g o d e l Nu e v o Testamento, Dios nos dice continuamente que cultivemos la totalidad del fruto del espíritu! Él nos ama y quiere que seamos vencedores. Y eso es lo que el fruto nos permite hacer. C om e n c é a a p r e n d e r s o br e e l f r uto d e l espíritu en 1988, unas semanas antes de nuestra Convención anual de Creyentes de la costa oeste. Había estado en comunión con el Señor en preparación para las reuniones y, como siempre, le pregunté: "Señor, ¿qué quieres que predique?" Por lo general me toma unos días discernir lo que está diciendo. Tengo que escuchar a mi espíritu por un tiempo hasta que estoy segura de haber escuchado claramente de Él. Pero esa mañana fue diferente. Me habló con tanta fuerza que lo escuché de inmediato: Quiero que enseñes sobre el fruto del espíritu, me dijo. Su respuesta me sor prend ió por completo. Nunca antes había enseñado solo sobre el fruto del espíritu. Así que comencé un estudio organizado y en profundidad al respecto. Sabía que había recibido la d irección del Señor, ¡así que me sumergí y comencé! Empecé a busca r en mi Bibl ia, presta ndo atención a las muchas escrituras que hablan sobre el fruto del espíritu, y conseguí algunos libros maravillosos sobre el tema. Luego, rodeada de todos estos materiales, leí y oré, hora tras hora, día tras día, y dejé que el Espíritu Santo me enseñara lo que estás a punto de leer. Lo que el Señor me mostró no solo me bendijo, sino que cambió mi percepción de una manera que ha impactado mi vida desde aquel entonces. Una base sólida para la victoria No sé lo que pienses, pero persona lmente

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