LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Agosto LATAM 2021

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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LV V C : 7 sobrenatural donde no hay tiempo ni distancia. Un lugar donde tu conciencia de la realidad de Dios reemplaza la realidad del reino natural. Cua ndo estás en ese luga r, la divinidad en tu interior se eleva y domina tu humanidad. Puedes recibir de Dios todo lo que necesites para caminar en victoria a través de cualquier situación que puedas estar enfrentando. Lo he experimentado una y otra vez. Por ejemplo: recuerdo una vez en mis primeros años de ministerio, estaba predicando algunas reuniones en la ciudad de Oklahoma y me desperté una mañana con el dolor y los síntomas de la gripe. Cuando intentaba ponerme de pie, la habitación empezaba a dar vueltas y me caía. Ni siquiera podía levantarme de la cama. Incapaz hasta de afeitarme, le pedí a Gloria que me ay udara. Todavía acostado en la cama, me tomó del pelo, levantó mi cabeza y me afeitó. No sé cómo lucía cuando finalizó, pero con su ayuda llegué a la iglesia. Sin embargo, cuando subí al púlpito para predicar, la habitación empezó a dar vueltas y casi me caigo al suelo. "Vuelvo enseguida", dije. Regresé a la pequeña sala del coro detrás de la tarima. Una vez allí, me enfrenté al diablo con todo. "¡Quita tus sucias manos de mi cuerpo! ¡Este cuerpo le pertenece a Jesús, no a ti!" comencé. Después empecé a orar en lenguas lo más fuerte posible. (Aprendí que a veces tienes que hacer ruido, especialmente cuando estás lidiando con el diablo.) Después de un rato llegué a ese lugar en el espíritu donde el cuerpo no cuenta, y volví al auditorio. Sosteniéndome del púlpito, comencé a predicar. Ese púlpito intentó balancearse, pero no me importó. Me había metido en la zona. Entonces, ministrando bajo el poder de Dios, hice lo que Él me había instruido hacer. Prediqué sobre la sanación durante un par de horas y salí de allí, no solo completamente bien, sino también satisfecho porque, tal como tú, sé que así es como estoy llamado a vivir. magnificar a Dios.» (lee los versículos 45-46). En Hechos 19, los creyentes efesios recién nacidos de nuevo hicieron lo mismo. «Cuando Pablo les impuso las manos sobre la cabeza, el Espíritu Santo vino sobre ellos, y empezaron a hablar en lenguas» (versículo 6). Une todos esos pasajes y el mensaje es claro: la voluntad de Dios es que todos los creyentes oren en otras lenguas. Su plan es que cada uno de nosotros pase por esa puerta de entrada a lo sobrenatural porque tiene muchos beneficios. Según el Nuevo Testamento, al orar en otras lenguas nos habilita para: Declarar los misterios de Dios y orar más allá de nuestro entendimiento natural. (1 Corintios 14:2) Edificarnos en el espíritu sobre nuestra santísima fe. (Judas 20) Que intercedamos por los demás de acuerdo con la perfecta voluntad de Dios en las declaraciones que nos da el Espíritu Santo. (Romanos 8:26-27) Que recibamos revelación del Espíritu Santo a quien Jesús prometió que: «él los guiará a toda la verdad… y les hará saber las cosas que habrán de venir.» (Juan 16:13) Si or a s en leng u a s el t iemp o suf iciente, puede averiguar de Dios todo lo que necesitas saber sobre tu vida y tu futuro. Puedes entrar en un lugar en el espíritu donde experimentes lo que Jesús estaba hablando cuando dijo que el Espíritu Santo "me glorificará, porque recibirá de lo mío y os lo mostrará." (Juan 16:14). ¿Alguna vez has escuchado entre los atletas la expresión "entrar en la zona"? La zona es el lugar donde, después de esforzarse hasta que físicamente es imposible, los atletas experimentan un gran avance. Reciben un aire e impulso adicional y, de repente, algo superior a sus cinco sentidos se hace cargo. Cuando ores en lenguas, si persistes lo suficiente, ¡podrás experimentarlo a nivel espiritual! Pasarás a un lugar avión… BENDIJE los hangares… BENDIJE el cemento sobre el que estaba parado y todo lo que pudiera encontrar. ¡Y he hablado en lenguas casi todos los días desde entonces! No es solo para unos pocos elegidos "Pero hermano Copeland, esa fue la voluntad de Dios para su vida. No todos los creyentes bautizados con el Espíritu Santo pueden orar en lenguas de esa manera." Seguro que pueden. El libro de los Hechos nos lo confirma. En cada relato que da de los creyentes que recibieron el bautismo en el Espíritu Santo hay una indicación de que hablaron en lenguas. Puedes simplemente ver la siguiente lista: En Hechos 2:4, dice de los 120 en el aposento alto: «Todos ellos fueron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas». En Hechos 8, los creyentes de Samaria recibieron el bautismo en el Espíritu Santo y, el versículo 18 dice que Simón (que anteriormente había sido hechicero) vio «que el Espíritu Santo se recibía por la imposición de manos de los apóstoles.» Obviamente, lo que vio fueron creyentes hablando en lenguas, y le impresionó tanto que les preguntó a los apóstoles si podía "comprar" este don sobrenatural. Pedro le dijo que no y lo reprendió: «Tú no tienes nada que ver en este asunto» (versículo 21). O como dice literalmente en griego, "en estas palabras habladas." Hechos 9 reg ist ra cómo Sau lo (más tarde conocido como Pablo) recibió el bautismo en el Espíritu Santo después de su conversión en el camino a Damasco. Sabemos que hablaba en leng uas porque luego escribió en su carta a los Corintios: «Doy gracias a Dios de que hablo en lenguas más que todos ustedes» (1 Corintios 14:18). El patrón continúa en Hechos 10 en el relato de los gentiles que recibieron el bautismo en el Espíritu Santo en la casa de Cornelio. Dice: «Los no judíos recibieran el don del Espíritu Santo» y comenzaron a «hablar en lenguas y

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