4 : LV V C
Porque hace mucho tiempo Jesús hizo la
parte difícil.
Tomó sobre sí los pecados de toda
la humanidad y murió en la Cruz para
comprar nuestro perdón. Fue al infierno
en nuestro luga r, derrotó a l diablo y
resucitó. Luego, volvió al cielo y le pidió
al Padre que enviara al Espíritu Santo,
pa ra entrega r nos todo lo que Jesús
pa gó pa ra que tuv iéra mos, de modo
que pudiéra mos recibirlo por fe, en
cualquier lugar y en cualquier momento.
¡Esas son buenas nuevas! Esta es la
mejor noticia: ¡La salvación está aquí!
El Sa lvador ha venido y ¡es muy fácil
recibir de Su parte!
E s m á s , no h a ven ido s ólo pa r a
sa lva rnos del pecado. Pagó el precio
para que fuéramos salvos de toda obra
del diablo, incluidas las enfermedades.
Como dice Isaías 53:4: "Cier ta mente
llevó nuestras enfermedades, y cargó
nuestros dolores (Traducción Young's
Literal )… "El castigo [necesario para
obtener] la pa z y nuestro bienesta r
fue sobre Él, y con los azotes [que le
hirieron] somos curados y sa nados."
(versículo 5, Biblia Amplificada, Edición
Clásica).
¡Es tan fácil aceptar a Jesús como tu
Sanador; lo haces de la misma manera
que cuando lo aceptaste como SEÑOR
y Salvador! La mayoría de los cristianos
si mplement e no lo ha n descubier to
porque les han enseñado mal. Han oído
cosas en la iglesia como: "A veces Dios
sana y a veces no. Nunca sabes lo que va
a hacer. Siempre puedes pedirle que te
sane y luego, si no mejoras, sabrás que la
sanación no es Su voluntad para ti."
¡Cada una de esas a f irmaciones es
totalmente antibíblica!
S a be m os lo que D ios v a a h a c er.
Él hará exactamente lo que dijo en Su
PA L A BR A -siempre, todo el tiempo-
para cualquiera que lo crea y lo reciba.
Cuando se trata del nuevo nacimiento,
esto genera l ment e se ent iende y se
acepta. Ningún cristiano que se precie
le diría a alguien que busca la salvación:
"Bueno, a veces Dios salva y a veces no.
Si le pides y no sientes nada, entonces
la redención no es Su voluntad para tu
vida."
Sabemos que no es así.
La sa lvación es la voluntad de Dios
para todos. Jesús la ha proporcionado
y ha extendido la invitación: «Y el que
La sanidad
está aquí
¿Recuerdas lo fácil que fue nacer de nuevo? Si eres
creyente, estoy seguro que sí. Simplemente aceptaste a
Jesús como tu Señor y Salvador. Como dice Romanos
10:9, lo confesaste con tu boca, creíste en tu corazón
que Dios lo había resucitado de entre los muertos,
y–¡así de fácil!– fuiste salvo.
Fue lo más sencillo que hiciste.
¿Por qué fue tan fácil?