LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.
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B V O V : 7 Se levantó y alimentó su fe y se negó a da rse por vencida . Per ma neció en la PALABR A porque sabía que el Sanador h a bí a v en i do, y q ue l a s a n a c ión y a estaba aquí. Sólo necesitaba encender su receptor y sintonizarla. O t r a d e n u e s t r a s c o l a b o r a d o r a s compa r tió con nosotros una histor ia similar. Era una jovencita, y su cuerpo e s t a b a r e t e n i e n d o mu c h a a g u a . S u estado era ta n g rave que los médicos le dijeron que tendría que envolver su cuer po con venda s de compresión el resto de su vida para que funcionara. Le llevaba a l menos una hora a l día ponerse las vendas. Además, era n ta n pesadas que la hacían sentir mal. "Esto no está bien", decía. Entonces, un día, viendo el programa L a Vo z d e V i c t o r i a d el C re ye nt e, s e e nt e r ó d e l p a q u e t e d e s a n a c i ón d e Gloria y lo solicitó. El CD que contenía la ministraba ta nto que lo escuchaba u na y otra vez . A medida que pa saba e l t i e m p o y s e g u í a s u m e r g i é n d o s e en La PA L A BR A , empezó a mejora r, poco a poco. Fina lmente, el problema que había ten ido con la retención de líquidos desapareció por completo. " Un momento", podr ía s decir. "¡No estás sugiriendo que escuche el mismo men saje de sa na ción u na y ot ra vez! ¿Correcto?" E s o e s e x a c t a m e n t e l o q u e t e estoy sug i r iendo. Comes los m ismos a li mentos f ísicos una y otra vez , ¿no es a sí? Si t e g u s t a n los huevos pa ra desay una r, los comes con frecuencia . No t iene s que c omer a l go d i ferent e cada mañana. Sig ues comiendo lo que te gusta. ¿ Por q ué no h a c e r lo m i s m o c on l a c o m i d a e s p i r i t u a l ? A d e m á s d e a l i m e n t a r t e c o n u n a v a r i e d a d d e men s aje s y e s cr it u r a s de s a n a ción , c u a n d o e n c u e n t r e s u n a q u e r e a l m e n t e e m o c i o n e t u e s p í r i t u , sig ue a limentá ndote con esa comida . Continua edificando tu fe. Si n emba rgo, a l ha cerlo, recuerda que no estás construyendo tu fe pa ra conseg uir que Dios te sane. Él te ama tanto que ya te proporcionó la sanación hace mucho tiempo. Ya lo ha declarado en Su PALABRA: "Por Sus heridas fuisteis sanados." Al igual que con el nuevo nacimiento, Jesús ya ha hecho la pa r te dif íci l. Él pagó el precio completo de tu sanación y es muy fácil recibir de Él. El Sanador ha venido. ¡La sanación está aquí! McKinney. Si has estado en la "Escuela d e S a n i d a d " ú l t i m a m e n t e , h a b r á s escucha do su testi mon io. Hace u nos a ño s le d i a g no s t ic a r on u n l i n fom a ca ncer ígeno. A pesa r de su juvent ud, los médicos le diag nostica ron 30 días de vida. " R e s p i r a b a c o m o u n a m u j e r d e 93 a ños", nos relata . " Mi hígado y mi ba zo era n 200 veces má s g ra ndes de lo norma l. No tenía energía ni a liento pa r a h a c er n a d a . A l pa s a r ju nt o a l espejo v i la sombra de la muer te y el m i e d o s e a p o d e r ó d e m i c o r a z ó n . B a s a d a en m i a s p e c t o, s up e que no saldría adelante." LaShae es ministra y colaboradora de este ministerio, y sabía muy bien lo que la PALABR A dice sobre la sanidad. L o h a bí a pred ica do. Pero a br u m a d a por el diagnóstico y los síntomas de la enfermedad, lo único que hizo durante los primeros días fue derrumba rse en el sofá. Un día, su padre lla mó su atención. Ta mbién ministro y un hombre de fe, le dijo: " Morirá s si no te leva nta s del sofá. Eres una ministra del Evangelio. El diablo está luchando contra ti por tu impacto para el reino de Dios. Médica: levántate y cúrate." LaShae captó el mensaje y tomó su Biblia. " H a bí a oí d o d e G l o r i a C o p e l a n d que debí a mos i n ger i r L a PA L A BR A como si fuera una medicina", nos dice. " Q u e d e b e r í a m o s t o m a r l a p o r v í a ora l tres veces a l día y, si la situación empeoraba , duplica r la dosis. A sí que eso es lo que hice." D u ra nt e 28 d ía s, t res veces a l d ía , c a m i n ó c i t a n d o l a s e s c r i t u r a s d e s a n a c i ó n , p r o f e t i z á n d o l a s s o b r e s u v ida . D u ra nte esos 28 d ía s su cuer po parecía no haber cambiado. No se sentía diferente. Sin emba rgo, el día 29, a lgo sucedió. La fe se manifestó y supo en su espíritu que estaba sanada. " Vo l v í a l m é d i c o y m e h i c i e r on otra radiografía", dice. "Trajeron a un especialista para que las viera, después a otro y luego a otro. Al final había cinco especialistas hablando entre sí." " F i n a l m ent e , u no de e l lo s s e m e a c e r c ó . M e m o s t r ó l a r a d i o g r a f í a ca ncerosa que había n tomado 30 días antes junto a la nueva radiografía y me dijo: '¿Dónde est á el cá ncer? No está aquí.'". ¿Por qué no estaba? Porque LaShae se negó a quedarse en el sofá, sometida.