LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Marzo 2016

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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al diablo, y de esa manera librara a todos los que, por temor a la muerte, toda su vida habían estado sometidos a esclavitud». A ntes de que Jesús v iniera a la Tierra, toda la humanidad estaba sometida a la esclavitud. ¿Cómo? A través del temor a la muerte. El diablo tenía en sus manos el poder de la muerte sobre nosotros. Y el miedo a la muerte es la fuente de todo temor—toda clase de temor se basa en él. Si tienes temor de volar, de la oscuridad, o temor de pararte a hablar en frente a un grupo de gente, todos emanan del temor a la muerte. Adicionalmente, en el momento en el que recibimos a Jesús como nuestro SEÑOR y Salvador, no tenemos más «un espíritu de temor y timidez sino de poder, amor y autodisciplina» (2 Timoteo 1:7, NTV). Donde una vez tuvimos un espíritu de temor, ahora tenemos el Espíritu de Dios, el Espíritu de amor, porque Dios es amor (1 Juan 4:16). Y «el perfecto amor echa fuera el temor» (versículo 18). Así que existe una gran diferencia entre convivir con el miedo, tratando de "sobrevivir" mientras todavía estamos sujetos a esta opresión, y de ser librados del miedo cuando ha sido totalmente erradicado de tu vida. Como hijo de Dios nacido de nuevo, ya no tienes que ser dominado o por el miedo porque Jesús destruyó la raíz de todo temor. En otras palabras, en tu interior ya no reside un espíritu de miedo. Enfrenta al miedo A pesar de que ya no estamos sujetos al miedo, todavía vivimos en un mundo que se mantiene cautivo por éste. Eso significa que tenemos que enfrentarlo, y tenemos que lidiar con él. Por otro lado, la vida— aun en el espírit u— no es gobernada por la casualidad, la suerte o algo místico y desconocido en el universo. No. Toda la vida es gobernada por leyes espirituales; y esas leyes espirituales funcionan e interactúan la una con la otra de la misma manera que lo hacen las leyes físicas naturales—por ejemplo: la ley de la gravedad, u otras leyes físicas. Romanos 8:2 nos dice que: «porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha l ibrado de la ley del pecado y de la muer te ». Cua ndo pones alguna de las leyes del pecado y la muer te en mov imiento, éstas te matarán. Porque el resultado del pecado es muerte. Debido a que Jesús murió y resucitó de entre los muertos, se nos ha dado autoridad en la ley del Espíritu de vida a través del ungido, Jesús. Nosotros hemos sido librados de las leyes del pecado y la muerte. A h o r a , e s o n o s i g n i f i c a q u e p o d e m o s p e c a r y n o m o r i r . Simplemente sig n i f ica que lo que impulsa y mueve el pecado que obra en l a v id a de a l g u ien que no h a nacido de nuevo no está operando en un creyente, y no tiene autoridad sobre nosot ros a menos de que se lo permitamos. Y ya que el temor es una f uer z a espi r it ua l, debemos atacarla con las armas espirituales de guerra que nos han sido provistas— a r m a s q u e « n o s o n l a s d e e s t e mundo, sino las poderosas armas de Dios, capaces de destruir fortalezas» (2 Corintios 10:4). S í ; e l t e m o r e s u n a fo r t a l e z a y d e p e n d e d e n o s o t r o s q u e l a der r ibemos. La c lave pa ra que la derribemos se encuentra en el primer capít u lo de Josué. Aqu í es donde encontramos las instr ucciones que Dios le dio para guiar a Israel a la Tierra prometida. Una de l a s pr i mera s cosa s que Dios le d ijo a Josué f ueron: « yo esta ré cont igo como a ntes est uve con Mois é s. No te deja ré , n i te desampararé. Esfuérzate y sé valiente, porque tú serás quien reparta a este pueblo, como herenc ia , l a t ier r a que juré a sus padres que les daría» (Versículos 5-6). Josué tuvo éxito liderando los hijos de Israel a la tierra de la que mana lec he y m iel , no porque f uera el comandante militar más grandioso de esa época. Tampoco fue porque fuera el mejor conferencista motivacional de sus tiempos. El éxito de Josué fue simplemente porque Dios dijo: «yo estaré contigo como antes estuve con Moisés» ¿Recuerdas que dijimos que Dios es amor y que "el perfecto amor echa fuera el temor" (1 Juan 4:18)? Dios básicamente le dijo a Josué: Estaré contigo. No te dejaré. No te fallaré. ¡Así que no temas! Ese día, el amor mismo le habló a Josué. El amor le reafirmó a Josué que estaría con él y que lo vería al otro lado. Un ataque triple Si n emba r g o, e s o no f ue to do lo que Dios le dijo a Josué ese día; después de animarlo, Dios le dio más instrucciones: «Pero tienes qué esforzarte y ser muy va l iente. Pon mucho cuidado y actúa de acuerdo con las leyes que te dio mi sier vo Moisés. Nunca te apartes de ellas, ni a la derecha ni a la izquierda, y así tendrás éxito en todo lo que emprendas. Procura que nunca se aparte de tus labios este libro de la ley. Medita en él de día y de noche, para que actúes de acuerdo con todo lo que está escrito en él. Así harás que prospere tu camino, y todo te saldrá bien» (Josué 1:7-8). La presencia de Dios que Josué tenía no era suficiente para ganar la batalla en contra del terror que enfrentaría y vencería. Josué también tenía un papel que jugar. Su papel constaba de tres partes: 1) El libro de la ley nunca debía apartarse de sus labios. 2) Meditar en él de día y de noche. 3) Actuar de acuerdo con todo lo que está escrito en él. J o s u é t e n í a q u e d e c l a r a r l a P A L A B R A … m e d i t a r l a PALABRA… y actuar de acuerdo a la PALABRA. Juan 1:1 nos dice: «En el principio y a e x ist ía l a Pa l abra . L a Pa l abra estaba con Dios, y Dios mismo era la Palabra». La PALABRA es tanto una manifestación del mismo Dios, como lo son el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Sin embargo, añade a eso la revelación de que Dios es amor (1 Juan 4:16), y vemos que la PALABR A es la manifestación del amor, el perfecto amor que echa f uera el temor. La PALABRA de Dios no se especializa en el poder de Dios. Nosotros somos los que 2 0 : LV V C

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